"Al principio pensaba que era una broma de mal gusto de un amigo", relata Sabina Urraca al otro lado del teléfono cuando EL ESPAÑOL le pregunta por el acto de conciliación al que tendrá que presentarse a mediados de mes junto a Álvaro de Marichalar (55 años). El excuñado de la infanta Elena (53) ha decidido denunciar a la periodista por el artículo que escribió sobre la experiencia vivida en el viaje en el que ambos coincidieron en un Blablacar de Logroño a Madrid y que suscitó tanta polémica. "Tenía ya olvidado el tema por completo porque la noticia la publiqué en octubre, pero hace unos días me ha llegado a mi domicilio por correo una citación del juzgado en la que este señor me pide 30.000 euros por calumnias y no sé cuantas cosas más. No sé de dónde se cree que voy a sacar yo ese dinero", explica indignada Urraca a este medio.

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El acto de conciliación se celebrará el próximo miércoles 15 de marzo en el juzgado número 7 de Madrid. Sabina, con la que se han puesto en contacto numerosos abogados de la capital para defenderla, ya ha encontrado un letrado especializado en estos temas, como ella misma ha explicado. "No creo que lleguemos a ningún acuerdo de primeras porque yo no creo que tenga que pagarle ni un duro a ese hombre", sentencia la periodista, quien además asegura que el hermano de Jaime de Marichalar habría mentido en el escrito de acusación: "Dice que estuvo hablando conmigo de la Guerra Civil española y yo no intercambié ni una sola palabra con él en todo el camino".

Los hechos ocurrieron el pasado verano cuando Sabina y Álvaro viajaron a bordo del mismo coche de alquiler. El excuñado de la infanta Elena se subió en el Blablacar en Soria, justo a mitad de camino entre Logroño y Madrid. El trayecto a partir de ese momento fue una auténtica tortura para la periodista, quien describió las faltas de respeto de Marichalar con el resto de los ocupantes del vehículo. "Lo primero de todo es que Álvaro no se puso el cinturón a pesar de contarnos que con 18 años había tenido un accidente, pero lo que realmente me molestó es que estuvo todo el camino hablando por teléfono, sin parar, en un tono tan alto que los demás no podíamos tener una conversación entre nosotros", contó Sabina en su artículo para Estado Mental.

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Álvaro de Marichalar contestó a aquel artículo con una carta en la que acusó a la periodista de difamación: "Mal afamada Sabina Urraca, difamar, vende en España. Calumniar resulta fácil en nuestro país. Y rentable... Mentir y manipular sale gratis aquí. Insultar es correcto si el insultado está ya previamente condenado por los prejuicios imperantes y la dictadura del pensamiento único que ha robado nuestra libertad y que está dinamitando la normal convivencia en nuestra vieja Nación... La envidia y el odio es rentable en nuestra sociedad enferma de cobardía", argumentó.

Ahora los dos se verán las caras ante los tribunales. "Si finalmente vamos a juicio intentaré contactar con el conductor de Blablacar para que sea uno de mis testigos, aunque no estoy segura de que quiera entrar en toda esta polémica. Entiendo que le pueda dar miedo. Además tendré que pedir dinero a mis padres para poder pagar las costas porque yo soy freelance y tengo lo justo para vivir", concluyó Urraca, quien confesó que a día de hoy tiene pesadillas con este tema.