Álvaro de Marichalar (55 años) está en América desde noviembre y alejado de toda polémica sobre el asunto de Blablacar, que considera "una lamentable pérdida de tiempo". Aún así, el excuñado de la infanta Elena (53) no ha desaprovechado la oportunidad para volver a defenderse, después de que esta semana se conociera que el aristócrata ha decidido demandar a Sabina Urraca, la periodista con la que coincidió el pasado verano en un coche de alquiler durante su trayecto de Soria a Madrid, por el artículo que escribió en su momento relatando el viaje.
[Lea aquí: Álvaro de Marichalar le pide 30.000 euros a la chica que le tuvo que sufrir en un Blablacar]
JALEOS se ha puesto en contacto con el hermano de Jaime de Marichalar para conocer las razones que le han llevado a enfrentarse en los tribunales con su compañera de Blablacar y la respuesta, vía mail, no tiene desperdicio. Álvaro asegura que ha sido el peor viaje de su vida, que Urraca le ha ocasionado un gran daño moral y que se aprovecha de su nombre para hacerse el suyo. A continuación reproducimos el texto íntegro para que quede reflejada en su totalidad el parecer de Álvaro de Marichalar:
Estoy en América desde noviembre y no sigo demasiado estos asuntos que considero una lamentable pérdida de tiempo. Entre otras muchas otras cosas estoy promoviendo (desde la iniciativa privada) la edificación de varios monumentos a Balboa y Cristóbal Colón en diversos territorios americanos por los que pasé en mi última Expedición. Imagínate donde queda Urraca si se la compara con Colón...
Ademas, es obvio que tengo las de perder ya que estoy condenado de antemano por unos medios y opinión pública mayoritariamente orientada hacia el linchamientos y destrucción de ciertos grupos sociales y de todo lo que es políticamente incorrecto...
La última prueba es vuestro injusto titular que da por hecho que fue Urraca la que "sufrió" durante ese viaje; lo que me prejuzga de entrada y sin dejar al lector la posibilidad de conocer la verdad: quien tuvo que sufrir a Urraca durante ese viaje fui yo.
De hecho así fue, tuve que sufrir la compañía de la persona más soez; desagradable y torpe que he conocido nunca... La señorita Urraca.
Cuando Urraca publicó en verano su estéril manifiesto de odio y envidia, una sobrina mía de doce años escribió esto a una amiga suya: "La Urraca se aprovecha del nombre de Álvaro para ser algo".
Resulta obvio que la señorita Urraca se aprovecha de mi nombre para hacerse un nombre. Mis amigas me dicen que pase del tema pero creo mi deber ciudadano denunciar y combatir a este tipo de individuos que tiranizan y aterrorizan a la sociedad disparándonos con las balas de la demagogia; la calumnia; la mentira y el odio estéril.
No es la primera persona que lo hace, ya que es muy fácil, sobre todo en nuestro país: en España sale muy rentable promover odio hacia ciertos grupos sociales. Es la envidia que derribó -a traición- todo lo que España consiguió a través del esfuerzo de siglos. Lo que estamos viendo en Cataluña y en otros lugares estos días es otra muestra de lo mismo.
A lo largo de treinta y cinco años me he hecho un nombre a fuerza de jugarme la vida en solitario en la mar. Consiguiendo catorce records del mundo para el deporte español. Y ¿qué ha hecho y qué hace Urraca? Promover odio. Disparar al espíritu de gente que no conoce. Fusilar el prestigio del prójimo. Robar la verdad. Violar la dignidad de una persona. Calumniar. Mentir. Quemar el honor. Manipular cobardemente.
Urraca roba el esfuerzo de los demás para intentar ser alguien. Urraca jamás podrá ser alguien ya que su alma es oscura... (así lo refleja este estéril asunto y las espantosas cosas horribles enfermizas que publica...). Urraca ha actuado de la forma más cobarde y baja que nadie podría llegar imaginar siquiera. Cobardía manifiesta... Urraca demuestra ser muy mala persona.
Como podrás comprender, NO quiero tener nada que ver con ese horror de ser. Nunca.
Además del enorme daño moral que me está haciendo cada día; está el incalculable perjuicio material (sus falacias y sectarios juicios de valor siguen en primera linea en la Red eclipsando mi realidad y perjudicando gravemente mi actividad económica). Por eso la denuncié a las pocas semanas de sufrir sus obsesivos ataques. Cuesta creer que no se haya enterado hasta ahora...
Y todo esto ocurre porque me permití ejercer mi libertad para rebatir a Urraca sus endebles, manipuladoras y sectarias opiniones durante el que se ha convertido en el peor viaje de toda mi vida por haberlo compartido con el ser más abyecto que he conocido jamás.
La Administracion de Justicia debe conocer las artes de Urraca y valorar el perjuicio que me viene ocasionando su facilona cobardía.
Mi abogada lleva el proceso judicial, iniciado hace varios meses contra Urraca, y es sólo mi letrada la persona que decide la cuantía que se le va a reclamar a Urraca.
Gracias por tu atención.
Un saludo,
Álvaro