Garbiñe Muguruza Blanco ha superado a sus ídolos y también a ella misma a los 23 años. La derrota a Venus Williams en Wimbledon le ha coronado inmediatamente como la reina del tenis español, el reconocimiento por el que lleva luchando desde que era una niña.
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Detrás de la tenista fuerte, enérgica y luchadora que este sábado ha dejado a todos con la boca abierta en la pista, se esconde una joven como otra cualquiera, que baila regaeton y disfruta, cuando toca, de películas de terror de bajo presupuesto y mucho ketchup. Garbiñe Muguruza es una mujer coqueta, a la que gustaría poder llevar tacones todos los días y vestir mucho más arreglada si no fuera porque los entrenamientos ocupan la mayor parte de su día a día. Aún así, se ha convertido en protagonista no solo de los titulares deportivos, sino también de las revistas de estilo. Es la embajadora de la línea deportiva de la diseñadora Stella McCartney para Adidas, la ropa que siempre luce en sus partidos, y es una amante de los zapatos. En su armario, junto a las deportivas, siempre hay colocadas unas sandalias con tacón de 15 centímetros.
Con más de 1,80 metros de estatura y una belleza que salta a la vista, Muguruza ha salido en defensa en diversas ocasiones del valor de las deportistas por sí mismas, no "por llevar una falda". Aunque es una de las deportistas más abiertas a conceder entrevistas a todo tipo de publicaciones, no suele hablar de su vida privada. No se le conoce pareja estable, algo difícil en la vida de alguien que viaja por todo el mundo con tanta asiduidad.
Con solo 23 años, la venezolana-española ya ha vencido a Serena Williams en Rolland Garros y a su hermana mayor, Venus, en Wimbledon. Precisamente la primera de ellas le dijo hace dos años que llegaría donde este sábado ha llegado, y la vio como su digna sucesora. Hoy, ella ha querido recordar las palabras de la tenista norteamericana que siempre ha supuesto su ejemplo a seguir.
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De ascendencia vasca, España debe a Garbiñe Muguruza que haya preferido triunfar por el mundo con su bandera de adopción. La tenista nació en Caracas (Venezuela) y fue allí donde a los dos años cogió su primera raqueta, cuando acompañaba a sus dos hermanos mayores, Igor y Asier, a entrenar en un club privado. Antes de cumplir los cinco años se trasladó a vivir con su familia a Barcelona, y por eso se siente casi más española que venezolana.
Sus ídolos en el tenis, además de Serena Williams, también son españoles: Arantxa Sánchez Vicario y Rafa Nadal son las dos figuras que le han inspirado en su niñez y juventud. Ahora, con solo 23 años, está entre las 10 deportistas mejor pagadas del mundo, con una fortuna estimada de más de 11 millones de euros.