Mantener una vida de alto nivel como la de Tita Cervera (74 años) no es fácil. Vacaciones en Formentera y Saint-Tropez, educación exquisita para sus hijas, cuidado del vasto patrimonio familiar... Los números llevan unos cuantos años sin cuadrar a la baronesa Thyssen, que ya ha comenzado a deshacerse de sus casas y algunas de las obras más importantes de su colección privada de arte para conseguir ingresos rápidamente. En 2012 vendió el cuadro La esclusa de John Constable por 28 millones de euros en la casa de subastas Christie's de Londres y este mismo marzo ha puesto a la venta Caballos de carreras en un paisaje, una de las dos únicas obras que tiene del impresionista Edgar Degas y que se encuentra en el museo Thyssen Bornemisza.
Hace ya dos años que la baronesa Thyssen cerró la venta de Villa Favorita, la mansión suiza de más de 30.000 metros cuadrados donde vivió sus primeros años de amor con Hans Heinrich von Thyssen-Bornemisza, el barón Thyssen. La venta fue dolorosa para ella, pero le aseguró liquidez por unos años. Ahora intenta deshacerse de su casa palacete de Palma de Mallorca, a los pies del castillo de Bellver, a la que tanto ella como su familia tienen mucho menos apego.
Según pudo saber EL ESPAÑOL, la casa estuvo alquilada hasta hace pocos meses a un ciudadano francés y ahora se vende por 6,4 millones de euros. Se trata de una villa histórica totalmente reformada, con un enorme jardín, piscina, siete dormitorios y una impresionante vista de la ciudad.
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En esa búsqueda incesante de liquidez, esta semana Carmen Cervera vuelve a sacar a subasta tres piezas de su colección privada de arte asiático por cerca de 2 millones de dólares en la sala Christie's de Nueva York, según ha avanzado la propia casa de subastas.
Se trata de tres piezas de alto valor histórico y artístico: una escultura de un buda sentado de 50 centímetros procedente de Nepal, fechada entre los siglos XIII y XIV y que saldrá a subasta por un precio de entre 600.000 y 800.000 dólares; una escultura en piedra del siglo IX procedente del nordeste de India de los dioses hinduístas Shiva y Parvati que saldrá a subasta por entre 100.000 y 150.000 dólares y una última escultura de bronce de 75 centímetros que también se subastará a un precio inicial de entre 600.000 y 800.000 dólares.
El precio de las obras puede variar en la puja, por lo que la baronesa se embolsará una importante cifra para hacer frente a "los problemas de liquidez más inmediatos" que ella misma reconoció tener el pasado marzo, cuando anunció que vendería el cuadro de Degas.
Esta misma semana Carmen Cervera también ha vuelto a la portada de ¡Hola!, una de sus cabeceras de confianza, para presentar a sus cambiadas hijas Guadalupe Sabina y María del Mar, con las que vive en Andorra. La coleccionista tiene sus cuentas en el país vecino y gestiona su patrimonio a través de distintas sociedades allí. En la extensa entrevista concedida a la revista, y por la que también habrá cobrado una importante suma económica, ha querido dejar claro que está "asentada" en el país vecino y que sus hijas están escolarizadas allí. Unas declaraciones nada improvisadas, teniendo en cuenta que el Estado mantiene desde hace años un tira y afloja con la baronesa para que tribute en España.
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Precisamente la venta de los cuadros más valiosos de su obra le han traído algunos enfrentamientos con el Gobierno. Ella considera que solo necesita avisar con tiempo para retirarlos. "¿Cómo no me van a permitir vender mis cuadros? ¡Si son míos! Cuando algo es tuyo puedes hacer lo que quieras con eso", explicó en una entrevista con la revista Vanity Fair.