Amelia Bono y Manuel Martos se trasladan a un chalet de un millón de euros
El matrimonio ha decidido cambiar de residencia y dejar la urbanización de Aravaca para asentarse junto a sus cuatro hijos en un adosado a las afueras.
28 diciembre, 2017 12:40Noticias relacionadas
Los cuatro hijos de Amelia Bono (35 años) y Manuel Martos (39) han recibido los regalos de Papá Noel en su lujosa urbanización de Aravaca, pero los Reyes Magos los recibirán en su nueva casa. Nada menos que en un chalet adosado que les ha costado a sus padres un millón de euros y que se sitúa a las afueras de la capital.
Ese ha sido el gran regalo de Navidad que se ha costeado el matrimonio. Esta misma semana los seis miembros de la familia ocupaban su nueva residencia, según publica Vanitatis. El chalet que han adquirido ocupa un espacio de 179 metros cuadrados aunque la parcela completa llega a los 506 metros cuadrados. Cuatro plantas de vivienda que posee cuatro dormitorios, tres cuartos baños, salón, comedor y una amplia cocina. Además, para que los pequeños de la casa disfruten aún más de su tiempo de ocio, tienen un jardín de 75 metros cuatros y un porche desde el que Amelia y Manuel podrán vigilar a sus hijos mientras juegan.
Quizá la pareja esté pensando en aumentar aún más la familia y buscar la niña y por eso necesiten una casa más grande. No obstante, el chalet adosado que han escogido es perfecto para los seis miembros, y aunque ahora se encuentren a más distancia de la abuela materna de los pequeños, ya que en la urbanización anterior apenas les separaban unos metros, el matrimonio tenía muy clara la compra y la llevó a cabo el pasado 11 de julio.
La hija del exministro José Bono (67) y el hijo del cantante Raphael (74) están pagando cada uno de los cónyuges al 50 por ciento, tal y como estipula su régimen de separación de bienes, pero ya disfrutan de ella al cien por cien, pese a que no está enteramente a su gusto. Durante semanas se ha visto al equipo de diseño de interiores entrando y saliendo de la casa, y aún hay varios pintores en el chalet dando los últimos toques a la vivienda familiar.
Pero pese a que estos días todavía tengan cosas que pulir para que esté dispuesto a su deseo, Amelia y Manuel pararán seguro los detalles de la decoración y la disposición de los muebles al menos hasta la ansiada llegada de los Reyes de Oriente a su nuevo hogar.