Anna Gabriel (45 años) ha decidido realizar un importante cambio en su vida trasladándose hasta Ginebra (Suiza) para evitar acudir a declarar ante el Tribunal Supremo el próximo 21 de febrero. Sin embargo, como dice el dicho, un gran cambio en la vida conlleva un gran cambio físico, y la catalana ha hecho lo propio. 

La política ha concedido una entrevista al medio suizo Le Temps donde se observa con claridad esta transformación física. El aspecto más visible es el pelo. La catalana ha dejado de lado su característico flequillo que cae a la mitad de la frente, y el corte con varias capas que hacía que algunos de los mechones quedaran a diferentes alturas. 

Por el contrario, ahora luce un pelo alisado, en el que no destaca ningún mechón fuera de sitio, y el flequillo aparecía recogido en el lado izquierdo con una pequeña traba dejando la frente totalmente despejada (salvo un trozo de pelo rebelde que caía sobre la cara). 

En cuanto al rostro, mostraba una actitud más relajada de la que nos tiene acostumbrados y aparecía a cara lavada, sin ningún rastro de maquillaje ni floritura. 

Lo que sí seguía manteniendo es la abundante colección de aros que adornan ambas orejas. Completaba el conjunto con una rebeca de punto en colores grises y negros para protegerse del frío del país alpino.

Otro que también protagonizó un cambio físico tras huir a Bélgica fue Carles Puigdemont (55). A finales de enero, durante la presentación de un libro sobre el exilio, el catalán apareció con su característico flequillo recortado, una parte de su cabello que lucía igual desde sus tiempos como alcalde de Girona. 

Anna Gabriel se ha trasladado a Suiza para evitar tener que declarar ante el Tribunal Supremo donde estaba citada por el juez Pablo Llarena como imputada. En la entrevista antes mencionada, la política explica los motivos de su salida de España: "Como no tendré un juicio justo en mi país, he buscado uno en el que pueda proteger mis derechos". 

Lo cierto es que Anna Gabriel asegura que su intención es pedir asilo en el país helvético, donde pretende instalarse para retomar su carrera académica (era profesora de Derecho en Barcelona). "Por el momento no he pedido asilo político. Si me quedo aquí intentaré reanudar la vía académica. Yo era profesora de Derecho en la Universidad de Barcelona. Intentaré trabajar, intentaré instalarme aquí", dijo en una entrevista a la radiotelevisión pública francófona RTS.

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