Allá por el año 2000, cuando la prensa del corazón comenzaba a coger empaque en las televisiones privadas, aterrizó en los programas de este corte una joven morena, descocada y dicharachera llamada Nuria Bermúdez (38 años). Para los amigos, NuriaBer. Comenzaba su carrera profesional en el cuore a golpe de escándalo y líos amorosos.
Se hizo infinidad de platós, se enzarzó con al menos medio equipo de Mediaset, elevó la temperaturas en las horas golfas de los Deluxe de antes, enseñó más de la cuenta en Crónicas Marcianas, y un día se enamoró y se cayó su telón. Fin de la función. Y no fue de Antonio David Flores (42) ni de David Beckham (44), sino que cayó rendida de un futbolista. Lo dejó todo y hoy es una reputada agente futbolística de la FIFA. Cómo cambia la vida.
En realidad, entonces se dio a conocer a gran escala, pero Bermúdez debutó en el mundo del espectáculo mucho antes. La madrileña -y también madridista de pro-, hija de un militar y una enfermera, comenzó su carrera en el mundo del espectáculo a los 11 años apareciendo en el programa de Teresa Rabal (65), La Guardería, de Antena 3. Ahí ya demostraba sus tablas ante la cámara, aunque mucho más inocentes.
Sin embargo, su fama menos naíf llegó varios años más tarde a raíz de su aventura con el exguardia civil Antonio David Flores, en aquella época marido de Rocío Carrasco (40) y, en consecuencia, yerno de Rocío Jurado. Se puede decir que el amor la alejó del buen camino. Abandonó la guardería para vivir su vida de universitaria. Este affaire le abrió las puertas de par en par del exitoso late show de Telecinco Crónicas Marcianas, donde trabajó como tertuliana durante 9 años y comenzó a airear sus otros supuestos escarceos amorosos con varios famosos. No perdió el tiempo. Entre sus ligoteos, grandes futbolistas como Roberto Carlos, David Beckham o Cristiano Ronaldo (33). Aprovechando ese gran tirón mediático, la joven hizo caja posando desnuda para varias revistas a la vez que repartía su conocimiento en otros conocidos programas de televisión como A tu lado y ¿Dónde estás corazón?. Su fama era apoteósica. Las revistas se la rifaban.
Dani Güiza, el hombre que la centró
Tras mucho entrenamiento y buenos consejos de Nuria, Güiza fue convocado a la Eurocopa de 2008. La NuriaBer ya no existía, la que estaba presente era la Bermúdez mujer y, sobre todo, mánager. Cerró el fichaje del delantero por el Fenerbahçe con logro histórico añadido. Ni más ni menos, fue la primera mujer en hacer un contrato con el fútbol turco, logrando a la vez el primer fichaje español en la historia del club. De conquistar en sus años díscolos a la plantilla del Real Madrid, a ser una mandamás del balón en la sombra turca. Pese a los logros y la meteórica ascensión de Dani, el amor de la pareja se resquebrajó durante su paso por el fútbol turco. Nuria y Dani rompieron su relación y comenzaron una larga disputa de cuatro años en los juzgados. El amor se fue para no volver en 2012, cuando la propia Bermúdez se desquitó para la revista Que me dices y afirmó que habían fumado la pipa de la paz gracias a la intermediación de la entonces novia y ahora mujer de Dani Güiza, Rocío Herrera. Este acuerdo incluía un régimen de visitas por el que el delantero podía volver a disfrutar de su hijo Dani.
El presente de Nuria Bermúdez
En los últimos años, Nuria ha hecho su vida en Madrid alejada de la vida pública y completamente volcada en su hijo. Tan solo hace unos días, su nombre volvió a resonar cuando Kiko Hernández (42) confesó su noche de pasión con Nuria en pleno Sálvame, para sorpresa de todos. "Yo en 2002, cuando salgo de Gran Hermano, me enrollo una noche con ella", soltó.
Al hilo, por su parte, Dinio (46) aseguró en Cazamariposas que Nuria Bermúdez, junto a Estíbaliz Sanz y Mari Cielo Pajares, habían tenido algún affaire con Gustavo González (52). El cubano destacó que el ahora enamorado de María Lapiedra (33) habría tenido una "relación duradera y de verdad" entre 2004 y 2005 con Nuria. Una información que rápidamente ella se encargó de desmentir, asegurando que siempre habían sido amigos y nada más. Un retorno mediático, el de Nuria Bermúdez, que quizás solo sea temporal; o sirva, quizás, para devolverla al ojo de Telecinco.