El 13 de noviembre, Borja Thyssen (39 años) salía de los juzgados con el semblante mucho más alegre de como entraba. La Fiscalía pedía dos años de cárcel además de un pago de 600.000 euros como multa y otro tanto como indemnización, más los intereses acumulados correspondientes a la cuota que supuestamente defraudó. Por eso, se le pudo ver en el Juzgado de lo Penal número 22 de Madrid acompañado por sus abogados dispuesto a luchar por su verdad.
Parece que la suerte le ha sonreído al hijo de la Baronesa Thyssen, Carmen Cervera (76), ya que se le ha declarado absuelto de esta acusación al no poderse demostrar que haya fingido vivir en Andorra en el año 2007. Así mismo lo ha declarado el juez sobre la primera causa que tiene el Borja Thyssen.
En el juicio, el hijo de la Baronesa "manifestó ante la Agencia Tributaria que en 2007 residió en Andorra (que ese año era paraíso fiscal) pero en ese periodo el acusado tenía contratada su seguridad personal en España con dos entidades que prestaron su servicio exclusivamente en territorio español y además era titular de una tarjeta con la que realizó a lo largo de todo el año múltiples gastos que acreditan su presencia en Barcelona, Ibiza y Madrid".
Aún así, sigue teniendo abiertos otros frentes como la acusación de supuesto delito fiscal, uno de ellos junto a su mujer, Blanca Cuesta (46). Esta última, se le acusa de defraudar supuestamente a Hacienda 336.417 euros correspondientes al ejercicio fiscal de 2010. El escrito de acusación facilitado por la Sección de delitos económicos de la Fiscalía Provincial de Madrid puso su atención en las transmisión de las participaciones de la empresa Cas Capetó S.L, de la que es administradora única la nuera de la Baronesa, Blanca Cuesta; en favor de una serie de sociedades holandesas: Princess Four BV, Hermosa Beach Holding BV y Martínez Investments BV.
En concreto, esta operación se hizo a través de tres escrituras públicas de compraventa otorgadas por Borja Thyssen (titular del 50% de las participaciones), Blanca Cuesta (que poseía el 40%) y la sociedad Caribean Breeze S.L. (titular del 10%). La irregularidad que atisba la Fiscalía es que el activo de Cas Capetó SL estaba constituido fundamentalmente por una casa en Ibiza, que carecía de personal contratado y sin actividad económica alguna.
Esta operación de transmisión de participaciones a las sociedades holandesas alcanzó un precio de 9,7 millones de euros, que fueron ingresados en la cuenta bancaria de Borja Thyssen-Bornemisza. De esta cantidad, unos 4,1 millones de euros correspondían a las participaciones del hijo de la baronesa Thyssen, unos 3,3 millones a las de Blanca Cuesta y unos 830.000 euros a las participaciones de la empresa Caribean Breeze S.L. A esto hay que añadir, además, los 1,3 millones que Borja había obtenido de un crédito frente a la sociedad Cas Capetó S.L.
El problema que encuentra la Fiscalía es que los dos acusados presentaron en la declaración de IRPF de 2010 una ganancia patrimonial de 2,2 millones de euros por la venta por las participaciones, cuando la ganancia real había sido de 3,7 millones de euros.
Por el momento, el hijo de la Baronesa Thyseen puede estar contento y es que esta primera batalla la ha ganado, un episodio judicial que ponía su libertad y su patrimonio en peligro. Gracias a no existir ninguna prueba sustentada de que haya podido fingir vivir en Andorra en el 2007, Borja Thyssen puede vivir ahora tranquilo y quitarse este problema de encima que le estaba nublando los días de estos últimos meses.
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