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    Nacido con estrella

    Álex nació en el seno de una familia con fama. Sus apellidos irían con él a lo largo de la vida, sin embargo, se quiso labrar un futuro sin utilizar su innato estatus. Y sus padres siempre sintieron debilidad por él.
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    El 'ojito derecho' de su madre

    Ana Obregón nunca ocultó cuál era su talón de Aquiles en la vida. Álex fue su todo, su vida entera y el hombre más especial de su existencia. Nunca quiso separarse de él y lo demostró hasta el último aliento.
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    Posados llenos de amor

    Ana era una estrella del corazón y de la pequeña pantalla cuando aún Álex ni siquiera caminaba. Pero el bebé se convirtió en su mejor compañero de reportajes y a la actriz le encantaba posar con su hijo en las portadas o en sus entrevistas con los medios. No podía parar de adorarle.
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    Anécdotas de un niño

    Como Álex nació ya rodeado de focos y 'flashes' de cámaras, pasearse ante los periodistas y reporteros era algo habitual en su vida hasta el punto de que a veces se hartaba. Tanto es así que mordía los micrófonos cuando se lo acercaban a él o a su madre en mitad de la calle.
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    Madre coraje

    Cuando se hicieron esta foto, Ana no se imaginaba lo importante que iba a ser en su vida ese pequeño que se dejaba maquillar por su madre. Como único hijo de la actriz, Obregón siempre se desvivió por Álex, desde las risas al llanto, siempre inseparables.
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    Protegido y querido

    A pesar de las polémicas que Ana Obregón y Alessandro Lequio hayan protagonizado en la prensa, la familia siempre ha sido muy querida por los medios, y de igual modo ocurría con el joven. Sus travesuras producían sonrisas en los periodistas y nunca nadie dudó del arropo que tenía el pequeño por parte de sus padres.
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    Estudios en Estados Unidos

    La imagen corresponde a su primer día de clase en la Universidad de Duke, en Carolina del Norte. El joven compartía esta fotografía hace unos meses para recordar sus "cuatro años en ultramar". Allí hizo grandes amigos y guardó anécdotas que marcaron su vida.
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    Su amor más famoso

    Nada más aterrizar en España tras estudiar su primer año en Estados Unidos, el joven apareció en la prensa por su relación con la actriz Andrea Guasch. Su relación fue tan sólida que en 2011 presentó a su novia a toda su familia, sin embargo, pronto se acabó el amor. A partir de entonces mantuvo sus relaciones en una mayor intimidad.
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    Positivo y alegre

    Gracias a su espíritu positivo y su actitud tan alegre, el joven nunca tuvo problemas para hacer amigos fueran cuales fueran las circunstancias. Al otro lado del Atlántico hizo grandes amigos y demostró sus ganas de crear su propio futuro sin necesidad de aferrarse a la saga familiar.
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    El alma de sus padres

    A pesar del distanciamiento de sus padres durante años, Álex fue el nexo de unión más fuerte que podía tener. El amor a su hijo prevaleció siempre por encima de todo, y ambos miraron con orgullo al joven en cada uno de sus pasos al frente.
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    Su gran apoyo

    Fue la pareja más estable de Álex y la que vivió el inicio del cáncer, su diagnóstico y sus meses en Nueva York. La modelo a la que en un principio conocimos como Francisca y luego se supo que en realidad se llamaba Raquel, fue una mujer con la que incluso llegó a hacer planes de boda, según apuntaron algunos.
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    Primera foto en Nueva York

    A principios de abril de 2018, los tres miembros de la familia Lequio Obregón voló a la Gran Manzana para iniciar su tratamiento en el Memorial Cancer Center, uno de los centros médicos más prestigiosos del mundo. Allí supervisó su enfermedad el doctor Baselga. Pasaron al menos tres meses hasta que ellos mismo confirmaron la triste noticia con esta imagen desde Central Park.
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    Su faceta emprendedora

    Aterrizó de vuelta en España en septiembre de 2018, y tras un tiempo asentándose y normalizando su tratamiento en las clínicas Ruber Internacional y en el Hospital de Navarra, el joven volvió a demostrar sus ansias de trabajar. Él siempre dijo que quería seguir la estela empresarial de su abuelo, el padre de Ana, que para Álex era todo un ejemplo.
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    La sonrisa inquebrantable

    La dureza de la situación nunca se percibió en su rostro. El empresario quería enviar un mensaje continuo de que se podía vencer al cáncer y que había que hacerlo con positividad.
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    Traslado a Barcelona

    Este invierno se produjo el traslado de Álex, y por tanto de su madre, a la Ciudad Condal para seguir con el tratamiento que estaba llevando a cabo en Madrid. Tras un primer ingreso, llegó un segundo de forma más misteriosa y ya en plena pandemia. Esto hizo saltar las alarmas, sin embargo, Ana seguía siendo optimista.
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    Una familia unida

    Los Obregón son un clan cuya mayor fortaleza ha sido siempre su unión y su amor mutuo. En cada periodo vacacional siempre encontraban un hueco para estar todos juntos. Álex sentía debilidad por sus abuelos y sus primas, a las que muchas veces dedicaba sus publicaciones en redes sociales.
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    Trabajando hasta el final

    Fundó Polar Marketing, una empresa de publicidad y comunicación para marcas que quieran hacerse ver en el mundo digital. Ese trabajo era su mayor ilusión y su apuesta propia y por eso no dudaba en acudir a sus eventos en persona a pesar de su enfermedad. Su atención a la prensa siempre fue exquisita.
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    Su última fotografía

    Es la última imagen que existe del optimista, valiente, luchador y sonriente joven que llevaba más de dos años batallando contra el cáncer. Su corta pero intensa vida quedará siempre en la hemeroteca mediática pero más aún en el corazón sus padres, familia y amigos. Descanse en paz.
Ane Olabarrieta