Los lazos de sangre de Rocío Carrasco : de la muerte de su padre a la no relación con sus hijos
La hija de Rocío Jurado regresa a la televisión con 'Lazos de sangre'. Ella, famosa desde la cuna, ha vivido y vive ligada a la prensa del corazón.
16 junio, 2020 16:31Noticias relacionadas
Rocío Carrasco (43 años) regresa a televisión con el programa Lazos de sangre, aunque a decir verdad, nunca ha dejado de estar presente en los medios de comunicación por los conflictos con su familia tras la muerte de su madre, Rocío Jurado, los rifirrafes con su exmarido y la inexistente relación con sus hijos. Rocío Carrasco, hija de la cantante Rocío Jurado y el boxeador Pedro Carrasco, habla poco con los medios de comunicación, prefiere guardar silencio y que los demás piensen lo que les de la gana sobre su vida.
Desde el fallecimiento de Rocío Jurado han sido pocas las declaraciones que ha hecho sobre la figura y la trayectoria profesional de su madre: en los últimos tiempos alguna palabra suelta sobre el musical Qué no daría yo por ser Rocío Jurado, la dilatada apertura del museo en Chipiona en homenaje a su madre o cómo va su matrimonio con Fidel Albiac.
Ni siquiera ha roto ese silencio para responder a su hija Rocío Flores (23), con quien rompió su relación desde que se fuera a vivir con su padre a Málaga, tras un duro enfrentamiento con ella el 27 de julio del 2012. Pero no siempre ha sido así de reservada. La hija de Rocío Jurado, Rociíto como se la conoce popularmente, era famosa antes de nacer, cuando su madre embarazada anuló contratos que superaban los 50 millones de las entonces pesetas. A las pocas horas de nacer, el 29 de abril de 1977, fue presentada en sociedad en la habitación 206 de la clínica madrileña de Nuestra Señora de Loreto con brindis de champán incluido.
Sus apariciones en la prensa de sociedad han sido continuas y a través de sus páginas se ha sabido que era una niña traviesa y una estudiante mediocre que cambió los libros por el mundo de la moda, una profesión que ejerció hasta que, poco tiempo después, sintiera fascinación por la televisión. Fue María Teresa Campos (78) su hada madrina.
Corría el año 1994 cuando Rociíto conoció a Antonio David Flores (44), un joven auxiliar de guardia civil, se enamoró locamente, abandonó el lujoso nido familiar de La Moraleja para vivir en un humilde piso de Argentona (Barcelona). Una decisión que no contó con el beneplácito de la Jurado, pero como el amor mueve montañas, con tan solo 18 años, se casó en la finca Yerbabuena en Castilblanco de los Arroyos (Sevilla).
Solo cuatro años después de ser madre, comenzó su gran batalla por el divorcio y la custodia de sus dos hijos. Rociíto cobró gran protagonismo en la prensa, y en noviembre de 1999 anunciaba que se separaba de su marido, "intuyó que ha habido otra mujer en la vida de David", explicaba.
La vida de Rocíito no ha sido nada fácil. Muchos reveses. Un embarazo muy joven, la repentina muerte de su padre, el cáncer de páncreas que terminó con la vida de su madre, los continuos enfrentamientos con su exmarido en los tribunales y el distanciamiento de su familia son algunas de las notas que no ofrecen una alegre melodía.
Ahora, tras cuatro años sin aparecen en pantalla desde que trabajara en Hable con ellas, Rocío Carrasco emprende una nueva etapa profesional como colaboradora de Televisión Española en Lazos de Sangre, un programa que quizá le brinde la oportunidad de soldar sus propios lazos familiares.
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