Este viernes el programa de Bertín Osborne (65 años) se ha grabado en la finca que el presentador tiene en Sevilla. Su invitada ha sido Carmina Barrios (67), la madre de Paco (46) y María León (36). La mujer que se convirtió en actriz a los 59 años gracias a la película Carmina o revienta ha comenzado su charla reflexionando sobre el coronavirus: "Esto es que la naturaleza está enfadada con todo el mundo ya, no dejamos de hacer putadas y como no nos estamos portando bien, la naturaleza dice 'anda, hijos de puta, ahora os vais a cagar todos'".
Tras esta peculiar reflexión, la madre de Paco León ha explicado el origen de su nombre: "Me llamo Josefina del Carmen, pero a mi madre no le gustaba mucho el de Josefina, porque así se llamaba mi abuela. No lo quería y por no discutir con mi padre optaron por Josefina del Carmen". Confiesa que de pequeña era muy fea y su madre la tapaba: "Yo nací en la clínica de Fátima. De chica como era feílla mi madre me ponía un gorrito. Me decía que era muy fea. Nací allí y después he vivido toda la niñez en Triana".
Destaca Carmina la rigidez de su padre en la educación: "Mi padre era policía. Era recto, pero tenía un corazón grande. Recto en su forma de educarnos. Conmigo no pudo. Me obligaba mucho a ir a misa. La ilusión de mi padre era que yo fuese monja. ¡Qué coño yo monja! No sé por qué, era muy religioso. Me decía 'hasta que no vayas a misa, no sales'". Su madre fue ama de casa, explica: "Era una fanática de la limpieza. Cada cosa tenía su hora; para la plancha, para coser. Siempre estaba liada. La pobre era muy calladita, el carácter lo tenía más mi padre. Yo he salido más a mi padre".
Confiesa que solo tiene un hermano, Alejandro, también policía, aunque retirado: "Todos en la familia de mi padre han sido policías. Mi padre cuando salía el himno de España en la tele se ponía de pie y se cuadraba. Yo hubiera sido buena militar. Me gusta, la verdad". Asegura que estudiar no era lo suyo: "En el colegio era un desastre, malísima estudiante. En mi época siempre estábamos o rezando o en el patio cantando el himno de España. Decíamos 'Franco, Franco y Franco'. Así nos llevábamos todo el tiempo".
Pese a su fealdad confesa, sostiene que ligaba bastante: "He tenido pretendientes callejeros. Iba detrás mía el vecino. Del colegio de niños venían y me llevaban a casa y todo". Hasta que conoció a su marido, Antonio, con quien lleva 50 años de relación: "Novio de entrar en casa, mi Antonio. Mi marido. Llevamos 50 años juntos. ¡Me parece siempre que son más años de los que yo tengo! Lo conocí en una fiesta a la que fui con una vecina mía. Mi marido llegó con un bocadillo de jamón. Era chiquitito, pero, ¡tenía una carita! Y le dije a mi amiga Conchi, 'este va a ser para mí'".
"Paco vino de pie"
Barrios asegura que su marido siempre ha sido un fiestero: "Es el más artista de todos. Antonio es muy flamenco. Sabe cantar, tiene un compás que te cagas. Después de trabajar, se reunía con sus amigos, y cantaban y bailaban. Y yo, que llevaba una vida ordenada por mi padre, sentía un choque grande. Era una forma de vivir muy distinta. Siempre ha sido buen padre, a mí me ha querido mucho. Lo quiero con locura. A veces es verdad que me cago en sus muelas, pero que no le toque nadie".
Con respecto a sus hijos, confiesa: "Llegaron muy pronto. A Paco me lo provocaron, venía de pie. Tenía unos bultos raros en la barriga. Era muy grande el niño. Me tuvieron días en el hospital, preparándome. El hijo de puta venía de pie. Era muy bueno de pequeño, muy inteligente. Era gordito de pequeño, tenía una cabeza horrorosa de gorda, pero a los dos años cambió y era muy guapo. María era un bicho y Alejandro también. Malísimo".
Alejandro es militar, cuenta su madre, con anécdota incluida: "A Alejandro le va bien de militar. Se fue unos meses a Turquía. Hablábamos por videollamada. Un día lo llamé y se puso un moro, le dije 'qué pasa mi arma, tú qué eres, ¿turco?' El tío bajó la cámara y me enseñó la churra. Le dije 'anda qué libertino, anda, vete a tomar por culo'".
Acto seguido, ha contado una embarazosa anécdota sobre su nuera, la mujer de Alejandro, que ella se ha tomado con gran sentido del humor: "Cuando nació la hija de mi Alejandro, al principio me iba a su casa a cuidar a la niña. Un día tenía que cambiarle el pañal y no los veía. Buscándolos, abro el ropero y en una caja me sale una churra así de grande, de látex. Mi nuera se dio cuenta y me dijo que se la compraron cuando se casó, en la despedida de soltera. ¡Parecía el negro del WhatsApp!".
La anécdota con su hija María
De pequeño, Paco ya pensaba que iba a ser actor: "Con 3 años sabía leer y dibujaba muy bien. Él decía que quería ser director y actor". Cuenta que sus hijos se llevaban un poco mal entre ellos, de riñas constantes: "Se peleaban mucho porque las cosas de Alejandro siempre eran las más nuevas, y eso que les compraba lo mismo para evitar peleas". Con su hija María guarda una anécdota un tanto sorprendente: "Mi hija no me dejaba que la peinara, era porculona. Para el colegio, siempre tenía una traba".
Y añade: "Quería cola, y siempre le salía un bulto. Otra vez, y otra vez intentándolo. Le decía 'qué asco de niña' y me respondía ella, 'no haberme parido'. Le metí la cabeza en el váter y tiré de la cadena. ¿Tú me vas a decir eso? Lo mismo que te he parido, te tiro por el váter. Mi marido siempre dice que estoy loca. No sé cómo los he educado, a trancas y barrancas. Y mira, han salido tan bonitos, no quieren nunca hablar mal de nadie. No comprenden la maldad, dicen que tiene que ser un veneno".
Casi se emociona: "Están muy pendientes de nosotros, de su padre y de mí. Hay días que no estoy bien, porque me dan los bajones, sin motivos, porque hoy por hoy no tengo motivos. Pero me dan, y pienso muchas cosas". Sus inicios como actriz, explica Carmina, fueron por complacer a su hijo Paco: "Realmente, no me he dado cuenta. Me metí a actriz por complacer a Paco. Me pedía cosas y yo las hacía. Una tarde vino a recogerme y me llevó a la cocina de Carmina o revienta".
El sobre de lavado vaginal
En ese punto, cuenta detalles del rodaje: "En el monólogo había ficción y realidad. Lo de los sobres era verdad. Llegué a casa, tenía dolor de cabeza, fui a coger un Nolotil. Había tenido cita con el ginecólogo. Me dijo 'te pones un supositorio por la noche y también un sobre'. Cogí el sobre, me lo tomé y estaba malísimo. ¡Era un sobre de lavado vaginal! Me lo bebí entero".
Explica cómo es su hijo Paco León como jefe: "Es muy bueno de jefe, muy educado. Dice las cosas con cariño. Me dice siempre 'ha salido bien, pero hay que repetir'. En la economía sí me ha cambiado la vida, pero sigo haciendo la vida de siempre. Tomando mi café con las amigas, yendo al carnicero...". Y desvela que su hijo no le pagó la primera película: "Paco no me pagó la primera, la segunda sí. No soy de darme caprichos, nunca me ha faltado el dinero. Me ha costado tanto trabajo gastarme dinero que fuera de ellos. Soy espléndida con lo mío, pero con lo de ellos no".
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