Desde el 11 de diciembre de 2019 María José Campanario (41 años) está en silencio, mediáticamente hablando. Ese día, miércoles, vía exclusiva, se dejaba ver en una conocida revista del corazón en la que posaba y ponía en orden su vida junto a su marido, el diestro Jesulín de Ubrique (46). El matrimonio abría la finca Ambiciones para este reportaje que dio mucho de qué hablar y en el que ambos intentaron poner todos los puntos sobre las íes acerca de las informaciones sobre su vida privada.
Un año, 365 días han pasado desde entonces. Y Campanario, exceptuando unas fotografías en marzo de 2019 y su salida de casa en verano, Covid mediante, para despedir a su suegro, Humberto Janeiro, ha estado en silencio y 'desaparecida' de los medios de comunicación. Ni una declaración en primera persona, ni qué decir salida pública. Mucho se habló entonces, ese noviembre, del porqué rompía su silencio vía exclusiva, y la razón venía cogida de la mano con su victoria en los tribunales contra Mediaset y varios colaboradores y periodistas.
Convenía el silencio mientras se trabajaba el fallo. Por recomendación letrada, María José había estado callada, pero ya podía quitarse la 'mordaza'. Más recuperada de la fibromialgia que padece desde hace 14 años, la odontóloga resurgía, pero llegó 2020 y el coronavirus. La mujer de Jesús Janeiro se autoconfinó en casa, como ya publicó JALEOS en su momento. Paciente de riesgo, no podía hacer otra cosa, por su salud en primer término. La odontóloga decidió vivir más apartada, aunque en la misma casa. Lo que peor llevaba, se apuntó entonces, fue no poder abrazar a sus hijos, "verlos desde la distancia y no poder tocarlos". Había miedo de que se la contagiase, así como una gran preocupación en el entorno. Ahora, fuera del estado de alarma, aunque con una situación igualmente preocupante y con la vacuna en ciernes, ¿cómo es la situación de María José? Explica una fuente de total solvencia a este medio que Campanario está "mucho mejor de ánimo, estable y más centrada, pero han sido meses duros". Las medidas que se toman en la familia siguen siendo estrictas, se detalla. Ahora "el miedo sigue estando", pero poco a poco hace vida más normal en casa. Intramuros se siente segura.
Eso sí, "no sale mucho", evita cualquier contacto con el exterior. María José "habla por teléfono mucho con sus padres, pero, lógicamente, no los ve con la frecuencia de antes. Por ella y también por ellos". Confían a este medio que "los más conscientes, pese a su edad, son los hijos", quienes "están muy encima de su madre". Afortunadamente, la Covid-19 no ha afectado en nada a la fibromialgia de la odontóloga, que, contra todo pronóstico, "le ha dado tregua" estos meses tan complicados para visitar hospitales.
Estas navidades van a ser, como para muchos españoles, más atípicas y reducidas que nunca. "Las pasarán en Arcos, en casa, los cuatro juntos", desvela una persona cercana al matrimonio. Aún no se tiene claro la intendencia con respecto a reencontrarse, o no, con los padres de ella. Sea como fuere, se explica que María José "hace sus ejercicios en casa" y está "muy bien cuidada". Está esperanzada y con muchos deseos para este 2021.
Anhela volver a lo más parecido a la rutina, poder retomar sus quehaceres profesionales en la clínica dental donde comenzó a trabajar cerca de casa y asistir, como hace unos meses, a cursos y reencontrarse con compañeros y amigos. "Es una mujer muy sociable y de espíritu independiente y no ve el día que eso vuelva", se desliza. El que estos días ha vuelto a estar de actualidad ha sido su marido, Jesús Janeiro, debido a la publicación de su primera biografía, por un lado; y, por otro, a la noticia que saltaba en los medios: esa que apuntaba que los Janeiro van a rentabilizar la finca Ambiciones para celebraciones exclusivas, como bodas y otros festejos.
Jesulín de Ubrique compró Ambiciones en 1990, cuando vivía sus años dorados, por una cantidad cercana a los 90 millones de pesetas. Ahora, 30 años después y tras la muerte de su padre, ha visto en ella una oportunidad de negocio. Fue precisamente su progenitor, quien en aquel momento administraba sus bienes. Él, de hecho, vivió allí hasta 2003. Según ha podido conocer este medio, María José "apoya a su marido" en su decisión. Eso sí, se deja claro que la decisión de que intervenga Diego Campanario en el negocio -junto al hermano mayor del torero, Humberto-, "la tomó Jesús y nada tuvo que ver María José". Se pretende dejar este extremo claro.
Alegrías en los tribunales
La batalla de judicial de María José contra Telecinco se convirtió hace un tiempo en la mayor alegría para la odontóloga. No dejó de sumar victorias. La última de ellas, en diciembre de 2019. Se alzaba con el triunfo por cuarta vez en ese año, y la cadena era condenada en primera instancia a pagarle una indemnización de 168.000 euros. En la sentencia se dictaminaba que Mediaset había vulnerado el derecho al honor y a la intimidad de la esposa de Jesulín al publicar unas informaciones erróneas sobre su estado de salud en el programa Sálvame.
Con esta resolución judicial, ya suman cuatro las victorias de Campanario contra Telecinco. La primera sentencia favorable tuvo lugar en junio, cuando los tribunales de Arcos de la Frontera dictaminaron que Telecinco y José Antonio León habían cometido un delito de intromisión en su intimidad. La justicia los condenó a pagar 8.000 euros de forma solidaria, como informó entonces en exclusiva JALEOS.
La esposa de Jesulín de Ubrique decidió llevar a la cadena y al reportero a los tribunales a raíz de algunas informaciones que habían publicado sobre su estado de salud y su último ingreso hospitalario. Campanario opinaba que se le había adjudicado el diagnóstico de una enfermedad que era falso. Meses después, el 3 de octubre, la justicia volvió a dar la razón a la de Castellón y condenó a María Patiño (49) y a Telecinco por una intromisión en el derecho al honor y a la intimidad, por la que tenían que indemnizarla con 6.000 euros y publicar la sentencia en Sábado Deluxe. En este caso se juzgaba las afirmaciones de Patiño en Sálvame Deluxe, en las que aseguró que Campanario "había cogido por el cuello a su suegra".
La odontóloga también se ha enfrentado este año contra Kiko Hernández (44) y Mediaset, por un parte médico que se difundió en directo en Sálvame en 2015. En esta ocasión, el equipo jurídico de la esposa del torero se centró en que la salud de su clienta debía ser protegida y recalcaron que el hecho de que un personaje venda su vida personal en un momento determinado, no es una causa justificada para que se puedan tratar de dominio público aspectos tan delicados como su enfermedad.
En todos estos pleitos, María José Campanario ha confiado su defensa en el bufete de abogados Averum, una firma especializada en derecho al honor, la reputación corporativa y derecho digital. En concreto, los encargados de llevar su caso han sido los abogados Antonio González-Zapatero Domínguez y Mario Bonacho Caballero.
[Más información: Nueva victoria judicial para María José Campanario: Telecinco deberá pagarle 168.000 euros]