Pocas -o más bien casi ninguna- son las publicaciones que Irene Montero (33 años) hace sobre su vida íntima en las redes sociales. La parcela que atañe a su relación sentimental con Pablo Iglesias (43) o el día a día con sus tres hijos, Leo (3), Manuel (3) y Aitana (2), es algo que la ministra de Igualdad prefiere no compartir con el mundo y mucho menos con el siempre delicado universo de internet.
Este pasado 31 de diciembre, en cambio, Montero quiso despedir el año exhibiendo un pequeño trocito de su felicidad. Como una madre tranquila, en una tarde tan significativa como la del último día de 2021, Irene daba salida a una bonita imagen que la mostraba jugando con sus hijos en una de las habitaciones del hogar familiar.
"Días eternos, años muy cortos… Última merienda del año", escribió este viernes la militante de Unidas Podemos junto a la tierna instantánea. Le añadió, además, tres emojis: uno sonriente que enseña la lengua -aludiendo, quizá, a la merienda-, otro con ojos de corazones, por el amor que siente por sus tres hijos y un corazón morado, el color de su partido y de una de las grandes causas que abandera: el feminismo.
Sin la presencia de Pablo Iglesias y con su silencio sobre la imagen de su familia -no la ha comentado, ni la ha compartido en sus redes sociales, aunque es cierto que en Instagram está absolutamente ausente desde que en mayo se retirase de la vida política-, Irene y sus vástagos han recibido la felicitación de cientos de sus seguidores. La fotografía supera ya los 4.000 likes y los 140 comentarios.
Sin tecnología alrededor -no hay móviles, tablets ni videoconsolas-, los pequeños Iglesias Montero se distraen con unos anillos y unos discos de Peach Montessori, una marca francesa que ofrece juegos de madera educativos naturales y sostenibles. Inspirados en la pedagogía Steiner y Montessori, el método educativo que Iglesias y Montero siguen para sus hijos, los juguetes Peach Montessori son "una invitación a crear, manipular y dejar volar tu imaginación".
El método Montessori se caracteriza por proveer un ambiente preparado: ordenado, estético, simple, real, donde cada elemento tiene su razón de ser en el desarrollo de los niños. "El aula Montessori", según se desvela en la página web de la Asociación Montessori, "integra edades agrupadas en períodos de tres años, lo que promueve naturalmente la socialización, el respeto y la solidaridad".
Los materiales con los que están hechos los juguetes que distraen a los hijos de Montero e Iglesias están diseñados para que los niños puedan reconocer los errores por sí mismos y hacerse responsables del propio aprendizaje. El pack de 12 anillos y 12 discos de madera, que tienen un valor de unos 19 euros, también permite la clasificación de color, el recuento y el cálculo.
Irene Montero desveló en una entrevista en la revista Vanity Fair en septiembre de 2020 que su hija pequeña iba a la escuela infantil del Congreso de los Diputados y que seguía el citado método educativo. "Montero parece un libro abierto de pedagogía moderna, aboga por la crianza respetuosa y lee a nutricionistas como Julio Basulto. Sus hijos comen con las manos, siguiendo el método Baby Led Weaning. Los gemelos, Leo y Manuel, de dos años, eligen la camiseta que visten entre las tres que les ofrece su madre", recoge la publicación.
Montero y la maternidad
Leo y Manuel Iglesias Montero nacieron el 3 de julio de 2018 y lo hacían en su vigesimoséptima semana de gestación, cuando su madre estaba embarazada de tan solo seis meses. Manuel y Leo permanecieron durante tres meses, casi 100 días, en el área de neonatología del Hospital Materno Infantil Gregorio Marañón.
Ahí fueron observados día a día por sus doctores a la vez que sus padres empleaban el Método Mamá Canguro (MMC), una técnica completamente natural con la que los bebés prematuros están en contacto físico, piel con piel, tanto con su padre como con su madre.
El 8 de octubre de aquel año fueron dados de alta hospitalaria y pudieron marcharse a casa, pero no fueron dados de alta médica. Este periódico averiguó que los bebés debían seguir acudiendo a la consulta de neonatos y, en el caso de necesitarlo, también recibirían atención temprana.
Estas revisiones fueron cruciales para su salud. En el caso de niños que han nacido de manera prematura sirven para evaluar tanto su estado físico como psicológico. En estos tres años y medio de vida, que se sepa, Leo y Manuel tan sólo han tenido que acudir una vez al hospital. Fue en septiembre de 2020 a causa de una bronquiolitis.
La privacidad y la protección de sus primogénitos han sido y son prioridad para el ex vicepresidente segundo del Gobierno y la ministra de Igualdad. La benjamina, Aitana, que nació en agosto de 2019 también de manera prematura, aunque no tanto como sus hermanos mayores, sí que ha sido vista en un sinfín de ocasiones en público, tanto en campañas electorales como en manifestaciones masivas por las calles de Madrid.
[Más información: Irene Montero se estrena en TikTok con polémica: su primer vídeo]
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