Sara Carbonero, su Navidad más familiar en Toledo y la verdad de su viaje a Oporto con Iker Casillas
Según conoce EL ESPAÑOL, la periodista y sus dos hijos han pasado unos días en Corral de Almaguer, junto a la madre y la hermana de ella. Ni rastro de Kiki Morente.
4 enero, 2022 02:10Noticias relacionadas
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2021 será por siempre, entre otras cosas, el año de las separaciones matrimoniales de los famosos. Este año que se queda atrás ha traído consigo no pocas rupturas sentimentales, matrimonios longevos que tocaron a su fin. Entre ellos, el de Sara Carbonero (37 años) e Iker Casillas (40). Tras meses de intensos rumores, ambos confirmaban, vía Instagram, su separación. Fin a su radiada y emblemática historia amorosa. La ruptura derivó en tsunami mediático.
Al tiempo, llegó la calma y ambos comenzaron a emprender caminos separados en su nueva realidad. Él, disfrutando de su soltería y sin pareja sentimental, al menos oficial, hasta la fecha. Ella, Carbonero, inició una historia de amor con el cantante Kiki Morente (31). La relación actual de Sara e Iker, según se insiste a EL ESPAÑOL desde su entorno más cercano, no puede ser más afectuosa y cordial. Y no solo por hijos, Martín y Lucas. Ellos "se quieren mucho y se aconsejan. Hay buena comunicación, aunque parezca un topicazo", se asevera al otro lado del teléfono.
Guardan buenas amistades en común. Incluso, este periódico pudo conocer hace un tiempo que Iker Casillas continúa visitando el pueblo natal de Carbonero, Corral de Almaguer, en Toledo. Allí se escapa siempre que puede para ver a uno de sus mejores amigos. La última visita, según le consta a este medio, tuvo lugar después del verano de 2021. En este citado pueblo, Sara e Iker se hicieron una casa en el centro, inmueble que en la actualidad disfruta ella, sus hijos en común, y la madre de la periodista, quien "va de vez en cuando para ver que todo está bien" cuando la casa pasa tiempo cerrada. Esta Navidad, Sara ha pasado unos días junto a sus hijos en el municipio, aunque apenas ha hecho vida social. Algo que no es tan extraño: "En realidad, ella nunca ha sido muy de salir a los sitios. Es más discreta que su hemana Irene".
Añade el informante: "Llegó para la Nochebuena y se ha quedado unos días. Cuando vienen los niños, Goyi es la abuela más feliz del mundo". Fin de Año, Nochevieja, según la información que se maneja, ya no lo pasó en Toledo. Ni rastro de Kiki en esos días familiares: "Aún no ha venido al pueblo".
Así como solía hacer en relaciones con Iker Casillas, este año la periodista no ha visitado su restaurante favorito, El Patas. Se entiende, como es natural, que es como medida lógica ante el aumento de contagios por Covid-19. La familia cenó el 24 y pasó un "estupendo" día de Navidad. "No hay nada que le guste más a Sara que la casa, la lumbre y el campo. Por eso disfruta tanto siempre que viene", se aclara. Hace unas semanas, una revista del corazón informó del viaje de Iker y Sara a Oporto junto a sus hijos. Este periódico ha podido confirmar y ampliar la noticia, avanzada por Semana.
En efecto, padres e hijos visitaron la tierra en la que estuvieron viviendo cinco años. Se trató de un viaje "planificado" y hablado entre ellos. Gesto inequívoco de su excelente relación. Quisieron que sus hijos volvieran al sitio en que crecieron y retomaran, así, el contacto con su entorno portugués. Los niños echan mucho de menos Oporto y todo lo que era su vida allí. Su retorno a Madrid no fue todo lo fácil que se esperaba.
Por eso, a modo de regalo, Iker y Sara los premiaron con esta escapada que duró varios días. También le sirvió al exmatrimonio para quedar con antiguas amistades de allí. "Quien piense que en ese viaje puede haber una segunda oportunidad o cosas de esas, está muy equivocado. Ni la hay ni la habrá. Lo tienen los dos muy claro".
En otro orden de cosas, en lo que respecta a Sara Carbonero y su nueva ilusión junto a Kiki Morente, se insiste en que ambos "siguen con lo suyo, están juntos y muy bien. No hacen caso de nada de lo que se dice y van a su aire". Viven el día a día, y desliza esta persona con la que se contacta que la forma de ser y de pensar y vivir de Morente ha significado "aire fresco" para la periodista en este tiempo tan complicado que le ha tocado afrontar tras su ruptura de Casillas. Se cayeron bien nada más verse y él la invitó a un concierto suyo. La música y el arte hicieron el resto. Precisamente porque no le ponen nombre a lo que viven se informa que están actuando "con tanta normalidad" para su entorno. Sara ya conoce a la familia de Kiki más en la intimidad.
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