Carlos, el hermano reconocido de las Koplowitz, acude a Estrasburgo para reclamar su herencia
Según el letrado Fernando Osuna, el que fue reconocido hermano de padre de Alicia y Esther sostiene que éstas lo trataron como tal durante "muchos años".
10 junio, 2023 13:13Octubre de 2021. Ese fue el mes y el año en que EL ESPAÑOL se hizo eco en exclusiva de una información que afectaba de lleno -y de nuevo- a una de las familias más poderosas de España, las Koplowitz. Las hermanas Alicia María Koplowitz y Romero de Juseu (71 años) y Esther María (73) veían cómo su parcela más íntima y familiar, siempre tan resguardada, se zarandeaba con la aparición de un supuesto nuevo hermano.
Un hombre, llamado Ramón, de cerca de 76 años, natural de Madrid, sostenía ser hijo biológico de Esther Romero de Juseu y Armenteros, madre de Esther y Alicia. Ramón quiso ser reconocido judicialmente y puso su situación en manos de la justicia. Presentó una demanda solicitando la declaración biológica de filiación por la que Alicia y Esther debían someterse a una prueba. Esa demanda fue inadmitida en un principio.
Comenzó un largo proceso de litigio entre ambas partes. El caso llegó a la Audiencia Provincial de Madrid, tras haber pasado por el Juzgado de Primera Instancia Número 71 de Madrid. En pleno proceso, este periódico pudo conocer que las hermanas Koplowitz habían presentado un recurso de apelación en busca de la nulidad de la decisión de la Audiencia.
Dicho de otro modo, solicitaron la nulidad del procedimiento. Pese a esto, la Audiencia de Madrid insistió en que debían someterse a la prueba de ADN.
Ante esto, el caso dio un giro inesperado, de 180 grados. Según los datos que manejó entonces este medio, Alicia y Esther se sometieron libre y voluntariamente a las pruebas de ADN hace alrededor de tres meses. Los resultados de las pruebas de filiación no dejaron lugar a dudas o equívocos: dieron negativo. Por lo tanto: Ramón no es su hermano de madre.
No ha sido ésta la primera vez que las Koplowitz se enfrentan a una situación similar. Hijas de Ernesto Koplowitz Sternberg y de Esther Romero de Juseu y Armenteros, las hermanas Koplowitz han convivido durante décadas con el hecho de que su apellido se viera envuelto en un polémico caso de paternidad.
Ahora, el letrado Fernando Osuna ha actualizado otro caso de filiación -en esta ocasión reconocida- que hace años llevó al solemne apellido a la primera línea mediática: el de Carlos Koplowitz. Unas pruebas de ADN demostraron, a finales de 2012, que este hombre -residente en Suiza- es el quinto hijo del magnate de la construcción, Ernesto Koplowitz Sternberg, padre de las Koplowitz, fallecido en 1962.
Así se le declaró legalmente. Carlos nació fruto de una relación amorosa entre el padre de las Koplowitz y una mujer a la que conoció en Venezuela, con la que mantuvo un romance del que hay pruebas a través de las cartas que se enviaron ambos.
Este pasado viernes, 9 de junio, Osuna ha trasladado a los medios de comunicación un escrito en el que se hace constar que este hombre acudirá al Tribunal Europeo de Derechos Humanos de Estrasburgo para reclamar su millonaria herencia.
Tal y como reza este comunicado, Carlos "se basa en la vida familiar que hubo entre su padre y su madre cuando era un bebé. (...) Con posterioridad a su nacimiento, las Koplowitz durante muchos años lo han tratado como un hermano. Sin embargo, le niegan la parte que le corresponde por herencia. (...) Un juzgado de Madrid lo declaró hijo hace años. Tras esta sentencia de filiación, empezó su lucha judicial por la herencia".
Osuna está convencido de que en Estrasburgo "hay muchas esperanzas de que le den la razón" a Carlos.
El letrado entiende en la defensa que entre los padres de este hombre hubo un proyecto de familia en común: "Las relaciones habidas entre los progenitores no se limitaron a meros contactos sexuales esporádicos o frecuentes sino que se basaban en un mutuo afecto, muy arraigado en ambos, y en un proyecto de vida en común, sólo truncado por el inesperado y trágico fallecimiento del SR. Koplowitz Stenberg en accidente en la primavera de 1962".
Y añade: "Pese a la profundidad de los sentimientos recíprocos de la citada pareja y de la frecuencia de sus encuentros, que se prolongaron durante casi tres años y hasta el fallecimiento del Sr. Koplowitz Stemberg en mayo de 1962. (...) La relación entre Ernesto y la madre de mi cliente se mantiene en encuentros entre ambos en Caracas, Nueva York y en Miami. En Suiza también convivieron y en muchos países".
Con sentencias en contra de tribunales españoles, Carlos Koplowitz ha decidido ahora acudir a Estrasburgo, con el fin de poder acceder finalmente "a una herencia incalculable", tal y como ha explicado su abogado.
Para Fernando Osuna, concurren los requisitos para que el Tribunal Europeo "proceda a reconocer derechos hereditarios en condiciones de igualdad con los hijos matrimoniales a un hijo no matrimonial en una sucesión abierta con anterioridad a 1978", y esgrime varias sentencias en las que se han tomado decisiones similares en los últimos años.