Dolores Ruiz Méndez, la exmujer de Diego el Cigala, a su llegada a los juzgados en un fotomontaje con el artista.

Dolores Ruiz Méndez, la exmujer de Diego el Cigala, a su llegada a los juzgados en un fotomontaje con el artista.

Famosos TRIBUNALES

Dolores, la exmujer de Diego el Cigala, relata el "infierno" que vivió a su lado, con bofetadas y patadas: "Para él yo era basura"

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La exmujer de Diego el Cigala (55 años), Dolores Ruiz Méndez, ha relatado este jueves el "infierno" que vivió con el cantaor, al que acusa de vejaciones y maltrato, y ha asegurado ante el juzgado que ella era, para él, "un cubo de basura" y tenía "la culpa de todo lo que le pasara".

Durante el juicio que acoge el Juzgado de lo Penal 3 de Jerez de la Frontera (Cádiz), por el que Diego el Cigala se enfrenta a una petición provisional de la Fiscalía de cinco años de prisión, la víctima ha expuesto que vivía con miedo, especialmente cuando residieron en Punta Cana (República Dominicana).

"Estaba deseando venirme a España, fue un infierno", ha indicado visiblemente afectada Dolores Ruiz Méndez, conocida como Kina Méndez, quien se ha referido a distintos episodios de insultos, amenazas, humillaciones -que llegó a normalizar-, y agresiones físicas como una bofetada, empujones o un pateo en el suelo.

Dolores, la exmujer de Diego el Cigala, llegando a los juzgados, este jueves 7, junto a su abogada.

Dolores, la exmujer de Diego el Cigala, llegando a los juzgados, este jueves 7, junto a su abogada. Gtres

La expareja del cantaor, quien se sentía aislada en el entorno del artista, ha relatado que, desde que nació el primero de sus dos hijos en común, la relación "no era buena". Además, ha explicado que nunca quiso denunciar a su pareja, de quien estaba "muy enamorada", y que le pidió varias veces perdón, porque le daba "vergüenza".

Solo acudió a comisaría para denunciarlo, ha añadido, después de que él la amenazara con "quitarle a los niños", y no poder llegar a un acuerdo previo. En contra de lo manifestado por el acusado, ha negado ser una persona celosa y ha definido al cantaor como una persona a la que "no se le podía contradecir en nada": "Él no podía aguantar que yo brillara de alguna manera", ha sentenciado.

La víctima, que se ha reconocido como "totalmente económicamente dependiente" del artista desde que lo conoció, ha señalado también que en vez de "achicarse, le echaba cojones", a pesar de que "en la cultura gitana los hombres mandan". 

Diego el Cigala está acusado de delitos de maltrato y vejaciones a la que fuera su mujer por lo que se enfrenta a una petición fiscal de 5 años de prisión.

Diego el Cigala, a su llegada a los tribunales, este jueves, día 7.

Diego el Cigala, a su llegada a los tribunales, este jueves, día 7. Gtres

El cantaor ya fue condenado en 2014 por el Juzgado de Instrucción 12 de Madrid por una falta de amenazas a una azafata, a la que tuvo que pagar 20 días de multa a razón de seis euros diarios, 245 euros, por los días que estuvo incapacitada para trabajar, además de 1.200 euros por las secuelas sufridas y 2.520 por los gastos médicos que tuvo. 

La versión de él

Por su parte, Diego el Cigala ha negado haber maltratado a la que fuera su mujer, y ha atribuido su denuncia a los supuestos celos que ella tenía. "Nunca le he puesto una mano (encima) a ninguna mujer, en la vida", ha asegurado el artista. 

El cantaor ha afirmado que su exmujer llegó incluso a amenazarlo con denunciarlo por malos tratos, con que iba a arruinar su carrera si no llegaban a un acuerdo económico, aspecto este último por el que incluso llegó a haber "negociaciones".

Una vez en el interior de la vista oral, el artista ha explicado que tuvo una relación sentimental con la denunciante -con la que tiene dos hijos menores- durante unos seis años, los primeros "súper bonitos" y los últimos"un pequeño infierno".

Con respecto a las preguntas de la Fiscalía, ha negado además haber insultado o amenazado con expresiones despectivas o humillantes a su ya expareja, a la que suministraba dinero para la gestión de la vivienda, o que la hubiera echado de casa. También ha añadido que nunca ha consumido sustancias estupefacientes en su casa delante de sus hijos. "Podemos mandarnos a la mierda, pero somos personas civilizadas", ha reflexionado.