¿Se acuerdan de que hace unos días les decía que La isla de las tentaciones no me venía bien? Pues, dicho y hecho: este jueves viendo la gala me ha salido una úlcera de las de echar aparte. A ver, lo mismo estoy exagerando, pero me ando notando inquieto en la zona intestinal mientras escribo estas líneas y algunos brotes de indignación humana pugnan por salir. Siempre sufro, padezco, viendo tamaña cosa. Es más, ¡cada semana envejezco más! No puedo con tanto libertinaje... Qué leche, para nada: ¡con lo que no puedo es con tanta desfachatez! Y mira que la hay en este escándalo de carne humana.
Mucha, muchísima, a espuertas. Casi todos mienten como bellacos para limpiarse la conciencia a lametazos. ¡Solo por eso! Son unos farsantes de la moral y la ética, unos terroristas de los sentimientos. Unos mentirosos a saldo. Unos despojos humanos; ¡ellos y ellas! Ojo, para quien me tañe de machista: ¡y viceversa, ellas y ellos! No se pueden aguantar, no los puedo aguantar. ¿Hay derecho de que mi pobre Ismael sufra tanto? ¿De verdad que lo hay? Yo creo que no. "Me da vergüenza ver esas imágenes", se zafaba de su compi José tras la emisión de Andrea aliviando a su ligue Óscar.
Juro que me rompí al ver a ese Ismael mirando a Mónica y pretextando: "Gracias por hacerme ver que tenía un amor falso, un amor de mentira. A nivel personal la voy a perdonar, sin rencor, pero no quiero saber nada. Era un chico inseguro, con miedos, pero no hasta ese nivel... A cualquiera destruye ver cómo su novia masturba a otra persona". ¡Claro que sí! ¿Hemos visto un ovni? ¿Se ha dicho algo extraordinario? No, ¿verdad? ¿Quién ha fallado aquí? Únicamente ella. Recibo un mensaje: "¿Te das cuenta de que ellas fueron las primeras en lanzarse?". Este chico es listísimo, monísimo. El que cada día me pone al día de aquellos que despotrican contra mí. Y son varios. Ejem, ejem.
A lo que voy, ¡no manejo esa información!, pero... huy, me va cuadrando. Ellas abrieron el camino. ¡Y de qué manera! Esperen que vienen curvas. Estoy muy enfadado con este tema, mucho, muchísimo. Tanto, tantísimo, que la úlcera me ha degenerado en asco, en Gonzalo. El tío es un misógino sin reconversión, un tipo machista, con menos luces que una patena, con la inteligencia justa para acabar el día y, lo peor, señores: un día le dijeron 'guapo' y se lo creyó.
"El ser humano es inconformista por constitución, yo no quería rutina y ahora sí la quiero. Estar con Susana en casa es lo que quiero", ni algo tan bello queda bonito en él. Lo dice con una frialdad que espanta: aléjense de esos que solo se miran a sí mismos mientras son amorosos, solo son actores. Y, en su papel, prosigue: "Me da miedo que esto avance, que se olvide de mí y que este chico acabe conquistándola. Susana no se fija en un físico, sino en una persona. Y eso me fastidia. Ella tiene que valorar entre el jamón y el chopped". ¡Cáspitas! Pero, ¿eso huele a autocrítica? ¿En serio? Rebobino, y me decepciono yo solo.
¡El sexo! Su nueva humillación. En este punto, me pongo un barreño ante mí para vomitar sin miedo: "Ella es asexual, tengo que estar detrás de ella como si fuera un lobo, pero al final lo consigo. Yo soy proactivo, tengo ganas siempre, pero eso es una convivencia. Lo que hace es ponerme más cachondo, al final consigo lo que me propongo". Ya, ya, ya: ¡EXPULSIÓN DISCIPLINARIA! Deben echar a estos tipos que se permiten semejantes licencias. Despropósitos que no quedan ahí.
El sinvergüenza sigue. En esta ocasión, opina sobre la ropa interior de sus compañeras: "No hay un bañador que no sea tanga". Y suelta: "Las pajas, las masturbaciones a los hombres, ¿con qué mano las haces, con la derecha o la izquierda? Da gusto verlo". ¿En serio? ¿Nadie cuida eso? Por favor, cambio de imagen para no provocar la arcada. Susana, ante tal cosa, solo es capaz de espetar lugares comunes y vacuos: "Siento una mezcla entre asco, rabia y enfado. Pensaba que no iba a hacer esos comentarios". Sí, lo conociste anteayer. ¡Falsa!
¡Más cosas! El pobre de mi José, el único que no ha recibido mensaje de su chica Adelina. ¡Y se pensaba que era porque esta tenía algo que ocultar! Qué va, sois el ejemplo a seguir. La pareja modélica. Los dueños del amor, ¡fundad vuestra propia marca y asociación! Me enamoráis. Vuestra mirada solo entiende de cosas bellas. "Pongo la mano por ella; y si la pierdo, la pierdo". ¿Qué hago, Dios? ¡Me lo como!
Vámonos a la antípoda: Fiama. Cuidado con ella, Álex: es mala, fría, despótica y, lo peor en una relación, desleal. Que no infiel ¡ay si solo se quedara en eso! Ella habla mal de ti por detrás, con desprecio, como si tú, fíjate pobre Álex, fueses una carga molesta: "No me gusta ese Álex. Ahora se está dando cuenta de que no es así. Se piensa el ladrón que todos son de su condición. No puedo tirar sola del carro". ¡Tócatelos bien! Hups, ¿de qué me suena ese argumento? Anda, si es igual que el de Fani, ese de menuda carga me ha tocado vivir en la vida. Vivo sin vivir, respiro sin pulmones, no me siento, no vuelvo a mi ser. Oye, que Rosa Benito solo hay una, ¿eh? Y solo ella no vivió, ¡ni nunca fue a un cine!
Oye, oye, hablemos de Andrea. Le ha fastidiado, qué cosas, que Ismael se haya mostrado adolorido y apenado, un ser doliente por las esquinas: "No me gusta verlo así, me gusta verlo avanzar... no quiero mentirle". Y, lejos de cavar una tumba para enterrar su incongruencia, apostilla: "Me duele. No sé lo que siento, quiero verlo... Sigo diciendo que Ismael es mi novio". ¿Ven ustedes cómo mi úlcera debe existir? Y cuando el chico se despendola con otra -está conociendo a dos-, su chica originaria se escama: "No tiene sentido lo que está haciendo".
Y no se corta: "Me parece absurdo (el beso) Me he quedado blanca, él solo quiere vengarse y me provoca risa. Si no lo sientes, no lo hagas. Se ha dado un beso sin sentirlo. Mi relación con Óscar es de verdad. Es un enfado de niñato, una mentira. Es rencoroso. Que el camino lo recorra sin condicionarse por mis acciones". ¡Los tiene cuadraos! ¿Y qué me dicen de mi Christofer? Él sí que anda vagando como un pusilánime herido mientras ella, Fani, brinca de felicidad en brazos de ese hombre llamado Ósc...perdón, Rubén.
"Se me cae la vida encima, tío. No tengo cuerpo", suelta él. Y Fani, en un descanso de pasión, se apiada (solo la puntita): "De la pena, ni se come ni se vive. Si me baso en la pena, esta relación no va a mejorar". Esa carga que pesa tanto, recuerden. "Solo espero que cambie, su madre se lo ha dicho. Sigue siendo un niño", remata. Qué bonito, cuánto amor. No, mejor: cuánto cariño y respeto. Corre, Fani, corre a chapotear con Rubén en la piscina.
[Más información: La escena sexual de Andrea en La isla de las tentaciones que humilla y destroza a Ismael]