Una semana más me he metido entre costuras. Es un tema complicado para mí; tengo que confesar que no es mi plato fuerte aquello de la confección y el remendar. Bah, que uno vale para otras cosas, seamos francos. Pero, tanto por el poderoso jurado -compuesto por Lorenzo Caprile (52 años), Palomo Spain (28) y María Escoté (40)- como por la gran presentadora Raquel Sánchez Silva (47) -contigo siempre tuve mi aquel, pero me has reconquistado-, me siento atrapado. Y este lunes, ¡qué mejor cosa que veros! No todos los días se fabrica un atelier en televisión. La tele superándose a sí misma.
Ellos son los protagonistas, aunque el alma del programa habita en otros... Claro está, ¡no en Vicky Martín Berrocal (46)! Ando revuelto con esa visita que ha hecho al programa. No por el hecho en sí -cada uno va donde le plazca-, sino por los parabienes y las aleluyas que se le han dispensado. ¡Como si de alguien portentoso e inasible se tratase! Vamos, como si Vicky fuese, qué decir, ¡Carolina Herrera! Piano, piano, piano. Pongamos todo en su orden. Ay, calla, que me mandan un mensaje y me recuerdan que en Andalucía tiene un nombre. Que ya lo sé, ¡ni que fuera tonto! Pero, ¿puedo sorprenderme igualmente?
El caso es que la noche ha estado trepidante. Otro lunes más, ¡el programa se sale! Y de qué manera. Arrancaba con una condición sine qua non de que dos concursantes deben usar una única máquina, compartirla. Ha sido el reto de la noche. Eso sí, salvo mi Marc, que, como favorito de la noche pasada, ha podido trabajar con ese privilegio. ¡Quién le iba a decir que todo cambiaría tanto para él! Os lo explico luego. Antes de empezar, dejar claro: cuidado con Margarita. Habita mucho odio en su interior; odio y ansia de foco, fama y reconocimiento. En su mirada está empadronada la rabia, el rencor... ¡de querer ser la número uno!
Ojo, que Margarita es la killer de la edición. Y lo digo sin pesar: desea por todos los medios alcanzar el protagonismo y, además, le ocurre algo tan manido: que siente que lo único que está perfecto es lo suyo, que su diseño es el más exclusivo y que los demás, ay, siempre tienen un defecto. Una tara, algo insalvable. Así es Margarita, la peor concursante y, sobre todo, compañera que ha pasado por la tele. Le pasa a ella como a algunos compañeros, que se creen que solo lo suyo es verdad verdadera y que los demás se lo inventan todo... Pobres almas. Les queda eso: carcomerse.
¡A lo que voy, que me pierdo! Tenían que diseñar una minifalda de los años 60 durante 90 minutos. Eah, ahí os dejo. Con una invitada como Massiel (72), la cual ha reconocido que se tuvo que pagar el diseño de su falda para La, la, la: "Me lo tuve que pagar yo de mi bolsillo. Dije al diseñador 'si usted me hace este traje, yo gano'". Y ganó, vaya si lo hizo. Y con el diseño que ella creó, ¡váyase a pensar!: "Yo me hacía las minifaldas según yo veía".
Atención a las rencillas del programa, que no es oro todo lo que reluce. ¡Y a las trampas! Que las hay. Como la de Arantxa y Joshua, ¡se intercambian materiales durante su única visita al atelier improvisado! ¡Trampa, cazados! Vale, dejo de soñar, resulta que no lo sabían. Ahí, el grito de Caprile: "¿Quién está compartiendo los hilos de la canilla? Sí, sí, lo he dicho en perfecto castellano". Él habla y todos callan, como por efecto hipnótico o pelín intimidatorio. ¡Eh! Atentos, que viene la de los gatitos en la barriga y la envidia putrefacta: Margarita. Se sorprende, a lo falso, de la trampa de la canilla -ella la comparte alegremente- y no controla su envidia hacia Begoña y se la comen los demonios por que haya sido líder en la segunda prueba en la Universidad de Navarra.
Ahí, en precocinado, presenta una de sus perlas sobre Begoña, mirando a cámara: "No controla sus nervios y nos los transmite". Y cuando se le acerca su 'enemiga jefa', esta no se corta: "Soy la jefa, por eso no hago lo que tú". ¡Le había reprochado que ella, como capitana, no hacía nada y se dedicaba a mandar! Con un par, menudo morro. Debe ser expulsada POR TRAMPOSA Y MALA. ¡Más cosas! David y Fran es una dupla que saca bastante de quicio por momentos. Su personalidad choca, a veces no tanto como su perfil disperso, que ha sacado de quicio a más de uno.
¡Se me iba! Oye, que Sánchez Silva tiene nuevo 'novio': Borja. Aquí, sus arrobadas palabras: "La chica que realmente me gusta, cuando se me acerca, es Raquel, con su porte, su forma de andar, su clavícula, pues se te encoge el corazón cuando la ves acercarse". Una última cosa: ¡me encanta La Brava! Así es ella: ardiente. Llegará lejos... y gan... ¡hasta aquí! Se acabó, que me riñen.
Expulsado: Marc
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