Ana Obregón, la incansable "mamá biónica": así hablaba de Álex Lequio en televisión
La actriz siempre trató de mantener el optimismo al hablar de la enfermedad de su hijo, aunque a veces no ha podido evitar derrumbarse públicamente.
16 mayo, 2020 02:38Noticias relacionadas
En los últimos dos años de vida de Álex Lequio ha habido una persona que no se ha separado de él, que lo ha dejado todo por acompañarle en su batalla personal contra el cáncer que, finalmente, ha acabado con su vida. Esa persona es Ana Obregón (65 años), la madre del joven empresario que, una vez más, ha vuelto a demostrar que su hijo estaba por encima de todo en su vida.
En 2011, cuando nada podía hacer presagiar este terrible final, Ana hablaba así de su hijo en La Caja Deluxe: "Álex es mi vida. Cuando le vi por primera vez al nacer entendí qué hacía yo en el mundo. Era la pregunta que más me había hecho en mi vida, por qué estoy aquí, qué significado tiene vivir, y al verle lo entendí".
Esa alocución define perfectamente lo que ha significado Álex Lequio para Ana Obregón. Sus palabras de cariño se han repetido a lo largo de los años en cada una de las intervenciones públicas de la actriz.
Las entrevistas más recientes de Ana, por desgracia, han estado marcadas por la enfermedad de su hijo. A pesar de ello, la actriz nunca ha permitido que su ánimo decaiga y ha afrontado el cáncer de Álex con optimismo y con su mejor sonrisa.
En enero de 2019, tras casi un año de lucha, Ana Obregón confesaba en Volverte a ver su único momento de debilidad, que fue al conocer el diagnóstico: "Me permití el lujo de llorar una noche entera, luego me puse las pilas".
Fue precisamente en ese programa donde se produjo una de las pocas ocasiones en que la actriz se ha derrumbado públicamente por este asunto. Y es que no podía evitar romper a llorar al recordar su "pesadilla" en Nueva York, donde vivió durante meses alejada de sus seres queridos y con la dura tarea de mantener la fuerza para ayudar a su hijo. "Hubo un día en que me preguntó: 'Mamá, ¿me voy a morir?' Y yo le dije 'no, no te vas a morir'", relataba emocionada.
Meses después, parecía llegar la ansiada luz que Ana aseguraba que iba a encontrar al final del "camino de espinas" en que se había convertido su vida. Álex Lequio se recuperaba del cáncer y Ana Obregón trataba de pasar página a esta oscura y traumática experiencia. Así lo describía en Lazos de Sangre: "Fue un momento en el que se te cae la vida. No sé cómo explicarlo [...] Ahora a toro pasado, digo 'madre mía, cómo he sido capaz'".
En ese sentido la expresentadora contaba que su hijo le había dado una auténtica lección de vida: "Después de la primera quimio me eché a llorar y me dijo: 'mira, mamá, no dramatices'", revelaba. Por eso, Ana considera que es Álex Lequio el que ha tenido verdadero mérito en esta lucha: "No se ha quejado en ningún momento. Siempre que con sentido del humor. Mi hijo me ha dado una lección de vida."
Ana aprovechó ese programa sobre su vida para agradecer a quienes la encumbraron a un éxito televisivo que le ha permitido costear los caros tratamientos de su hijo en Nueva York: "Gracias a Ana y los siete, a TVE, a todos los millones de personas que me han visto y me han ayudado a poder pagar y salvar la vida de mi hijo".
Poro más tarde se produciría la que ha sido la última entrevista en televisión de Ana Obregón antes del fallecimiento de su hijo. Fue en Un año de tu vida, el programa de Canal Sur presentado por Toñi Moreno. Sobre su dedicación a su hijo, explicaba: "Ha sido toda mi vida y la infancia de Álex en la que he estado conciliando. Por un hijo no te sacrificas, te sale. Al novio puede que no lo atendiera, pero a mi hijo siempre".
Ante una emocionada Toñi, la actriz no dudaba en defender que las dificultades la han hecho más fuerte: "La vida te pone muchas piedras en el camino. Esas piedras y esos malos momentos te enriquecen como persona", afirmaba. Y es que para Ana Obregón ser débil nunca fue una opción: "Álex me llama la mamá biónica porque siempre estoy sonriendo. Hay que poner la mejor cara porque mi hijo se lo merece".
Sin duda, a Ana le costará recuperar esa sonrisa que se ha negado a borrar de su cara en los últimos dos años, aunque seguramente el recuerdo de Álex, siempre alegre, luchador y optimista, sea ahora el que le dé a ella las fuerzas para seguir adelante.
[Más información: Ana Obregón y Álex Lequio, el amor y la devoción de una madre por un hijo]