En el matrimonio de conveniencia entre PSOE y Podemos que se vislumbra en las negociaciones de la formación de un Gobierno pluricelular, hay un escollo que va a ser muy difícil conciliar entre ambas partes: la Ley de Propiedad Intelectual. En este cruce entre la vieja y la nueva política emerge el nombre de Ángeles González-Sinde, cuya reforma de dicha norma marca el inicio de un enfrentamiento en la izquierda por la defensa de los derechos de autor.
Por un lado, tenemos a los partidarios de la cultura libre, fiel creyente del acceso sin reparos ni condiciones. El objetivo es defender y promocionar los contenidos en red con un sistema de remuneración apropiado y justo para los creadores que no impiden la libre circulación de sus obras. Podemos dice no a la persecución del usuario (o la mayoría). Es la posición que prioriza la recepción de los receptores.
Desde el PSOE aseguran que no han variado respecto a la doctrina Sinde, pero que están dispuestos a negociarlo
Por otro lado, los partidarios de la defensa de los derechos de autor y la persecución de la piratería como objetivo capital. De hecho, en las enmiendas que el PSOE presentó a la reforma de la LPI del PP se pedía el bloqueo inmediato. Es la posición que prioriza las industrias culturales y las entidades de gestión de derechos de autor.
El actual responsable de cultura de PSOE, Ibán García del Blanco (León, 1977), ha señalado a Ángeles González-Sinde como la mejor responsable de Cultura que ha pasado por un Gobierno. Al llegar a su puesto, este abogado de carrera, defendía la labor de la ministra porque “fue valiente y coherente con el planteamiento político del partido”.
Todo es negociable
La visión ha virado algo desde entonces: “No hemos variado respecto a la doctrina Sinde, pero estamos dispuestos a negociarlo. Quizá el usuario ya no sea nuestra prioridad. Ahora debemos tener mucha más mano dura con quienes se están lucrando”, ha explicado García del Blanco a EL ESPAÑOL. El responsable muestra un talante abiertamente negociador y llega a ver con buenos ojos las licencias libres “siempre y cuando no sean los creadores los que paguen por el uso libre”.
Hay que buscar fórmulas que compensen a los titulares de los derechos de autor. En eso coincide PSOE y Podemos, pero el divorcio es evidente en las fórmulas. David Bravo (Sevilla, 1978), diputado del partido de Pablo Iglesias, asegura que el desencuentro más evidente en políticas culturales es el mantenimiento de la Ley Sinde. Ha jurado derogarla.
La ministra preparó la ley y la aprobó el PP, por eso se llama Ley Sinde-Wert. Podemos entiende todo lo contrario
“La ministra preparó la ley y la aprobó el PP, por eso se llama Ley Sinde-Wert. Podemos entiende todo lo contrario. Tenemos al partido que la cocinó frente al partido que quiere tumbarla”, explica a este periódico Bravo. El abogado denuncia que se persigue por vía administrativa las infracciones, lo que permite al Ministerio de Cultura resolver sin consultar a jueces.
“Está ocurriendo que firman resoluciones diferentes a las que veían firmando los jueces en casos idénticos. El que determina si se infringe la ley no es un juez. Nosotros defendemos todo lo contrario. Además, habrá que revisar lo que se considera infracción”, cuenta. Desencuentro con PSOE: Ibán García del Blanco aboga por todo lo contrario, “adelgazar los procesos burocráticos para lograr sentencias más rápidas”.
Bloquear webs rápido
El PSOE pretende reforzar los mecanismos de defensa de propiedad intelectual y la inmediatez, como explica Del Blanco. “Que se puedan bloquear administrativamente. Las medidas cautelares han demostrado que llegan siempre tarde. La solución es aligerar el proceso”. Nuevo desencuentro: “Quieren que de la orden el ministerio y no el juez, porque las resoluciones de los jueces eran desfavorables a los intereses de la industria. El PSOE y el PP siempre han dicho que esto es más rápido, pero esto no es cierto”, explica Bravo.
“El PSOE en Ley de Propiedad Intelectual siempre ha sido parecido al PP con algún matiz. Para parar el conflicto contra la piratería el PSOE siempre ha hablado de la concienciación ciudadana, educarnos en el buen camino y consumir los productos de una manera determinada. La que ellos dictan. Por otro lado, dejan abierta la ley para perseguir a los ciudadanos. Ninguna de las dos opciones, la de la concienciación y la persecución, no han dado ningún tipo de rendimiento”, añade el diputado de Podemos, menos conciliador que el del PSOE. Asegura que ha hecho bastante más contra las descargas ilegales Filmin, Netflix o Spotify que todas estas medidas.
El PSOE siempre ha estado a favor de un canon con una tasa lo más amplia posible y con una copia privada muy restringida
Punto de encuentro: la compensación por la copia privada, el canon digital, no puede salir de los bolsillos de los españoles. No con cargo a los Presupuestos Generales. Ambos partidos defienden las directrices marcadas por la Unión Europea. Sin embargo hay peros en la aplicación de la compensación: “El PSOE siempre ha estado a favor de un canon con una tasa lo más amplia posible y con una copia privada muy restringida, sin amplitud de usos legales de las obras compensadas. Siempre se ha colocado muy cerca de las entidades de gestión de derechos. La postura del PP es eliminar el canon y prohibir la copia. Desde Podemos queremos esperar a que el Tribunal de Justicia de la Unión Europea dicte sentencia”.
Bravo adelanta que la remuneración que se establezca debe ser proporcional a los usos que se permitan: alta remuneración, amplio uso legal de la copia. En los programas de ambos partidos puede apreciarse una actitud muy diferente frente a las entidades de gestión. Los de Pablo Iglesias plantean una fiscalización mucho más exhaustiva por la transparencia que los de Pedro Sánchez.
Pagar la cultura
En la financiación de la cultura también hay diferencias. Para Bravo el PSOE se centra mucho en la subvención pública y en la producción, olvidando el resto de fases de creación del producto. Por otro lado, el partido propone una casilla para la cultura en el modelo 100 de la declaración, como la de la Iglesia y los fines sociales. El 18% de lo recaudado por el Estado en la cultura irá a un fondo social destinado a la cultura.
Otros puntos de sutura son la bajada del IVA, primero al tipo reducido, al 10% y luego al superreducido, el 4%
García del Blanco explica que aumentarán los presupuestos destinados a Cultura y tratarán de elevar la financiación privada. Pero siempre con la cooperación de la mayor parte de los grupos: “Las grandes cuestiones en materia cultural no se pueden reducir a dos grupos, sino que debemos ampliarlo a todos para garantizar un gran pacto por la cultura”. El responsable se refiere a la Ley de Mecenazgo, en la que ambos coinciden.
Otros puntos de sutura son la bajada del IVA, primero al tipo reducido, al 10% y luego al superreducido, el 4%. También coinciden en el desarrollo de un estatuto del artista, en la creación de un Ministerio de Cultura propio para evitar un ministro al que no le interese la cultura y un secretario sin peso político, tal y como ha sucedido estos cuatro años. En la mayor parte de las medidas culturales que no comprometen los intereses de otros ministerios, como ocurre en la Ley de Propiedad Intelectual, están muy dispuestos.