La alcaldesa de Roma, Virginia Raggi, confirmó que quiere organizar recorridos obligados para los turistas y evitar así que se detengan ante la Fontana de Trevi después de los últimos episodios de personas que se bañan, comen en las escaleras o se refrescan en sus aguas.
"En la Fontana de Trevi ya se han organizado turnos más intensos de policías municipales, pero pienso además en un recorrido para admirarla y que no consienta el detenerse", explicó Raggi anoche en el programa Porta a Porta del canal de la televisión pública RAI1.
En la Fontana de Trevi ya se han organizado turnos más intensos de policías municipales, pero pienso además en un recorrido para admirarla y que no consienta el detenerse
Raggi dijo que esta podría ser la solución para acabar con los episodios de baños y o de turistas que refrescan los pies en la Fontana construida por Nicola Salvi entre 1732 y 1762 y recientemente restaurada. Agregó que se hace lo que se puede, pero que no puede "multiplicar a los municipales".
El ministro de Bienes Culturales italiano, Dario Franceschini, había pedido hace algunos meses a la alcaldesa "poner un límite al flujo de turistas o una barrera para evitar que saltasen a la fuente", como cuando hace unas semanas dos hombres, entre ellos un español, se desnudaron y nadaron en sus aguas.
La hipótesis de un recorrido obligado sin detenerse para los turistas ante el rey Neptuno y sus hipocampos ya la había lanzado la responsable del municipio I, el del centro histórico de Roma, Sabrina Alfonsi. "No se puede cerrar el espacio de la Fontana de Trevi, que es un museo al abierto, pero sí que se pueden crear pasillos de visita como en los museos para regular el flujo de turistas que cada día acceden a la plaza", dijo Alfonsi. Otra de las medidas será la de eliminar las furgonetas que venden comida y refrescos en la plaza, así como algunos puestos de recuerdos.