Un juez de Berga (Barcelona) ha citado como investigado al artista Abel Azcona por dos delitos de profanación y contra los sentimientos religiosos, a raíz de una performance que expuso en un antiguo convento, en la que trazaba la palabra "pederastia" con una hilera de hostias. El año pasado, la Audiencia Provincial de Pamplona ya había archivado la causa al no incurrir en delito alguno al aplicar a las formas sagradas un uso profano.
En su auto, al que ha tenido acceso Efe, el titular del juzgado de instrucción número 5 de Lleida acuerda admitir a trámite la querella que la Asociación de Abogados Cristianos presentó contra Azcona y le cita a declarar como investigado para el próximo 5 de febrero.
La querella la presentó la Asociación a raíz de una performance que el artista montó en 2016 en la antigua capilla del convento de Cal Rosal -ahora reconvertido en centro de creación artística- y que previamente había exhibido en Pamplona.
Los querellantes denuncian que Azcona (Pamplona, 1988) utilizó para su performance hostias consagradas que había sustraído previamente de 242 eucaristías para dibujar con ellas la palabra "pederastia", en alusión a los numerosos casos de agresiones sexuales a menores que acechan a la Iglesia católica en todo el mundo.
La presidenta de la Asociación de Abogados Cristianos, Polonia Castellanos, ha expresado su satisfacción por la admisión a trámite de la querella y ha justificado su denuncia en la necesidad de velar por que "este tipo de acciones no queden impunes".
"Los ataques de profanación, ataque y ofensa a los cristianos que no tienen ningún tipo de condena son muy peligrosos, crean un clima propicio a los delitos de odio", añade la querellante. Precisamente, en su auto, el juez cita para el próximo 29 de enero a los denunciantes para que ratifiquen su querella.