José Guirao llegó al Ministerio de Cultura por la puerta de atrás. Pedro Sánchez había elegido para la cartera, recuperada por el PSOE tras años integrada en educación, a una figura mediática, una estrella para su foto estelar. Se trataba del escritor Màxim Huerta, que poco después tenía que dimitir por haber utilizado una sociedad pantalla para pagar menos impuestos. El recambio era menos conocido para todos, pero más curtido en las batallas de la gestión cultural.
Guirao había estado al frente del Reina Sofía y de La Casa Encendida, dos instituciones con solera en la capital, y conocía los entresijos de una industria que necesitaba mucha mano, además de una partida presupuestaria mucho más amplia. Lo primero que hizo fue anular la polémica fusión entre el INAEM y la Zarzuela que Méndez de Vigo había aprobado.
Desde entonces se ha encontrado varias minas que ha intentado desactivar en sólo diez meses. También ha dejado unas cuantas pendientes: las ayudas al cine no se han convocado, la ley de igualdad se cumple a medias y la llegada de Vox puede acabar con el Ministerio y con la protección a la Cultura. De todo ello habla con EL ESPAÑOL, al que atiende en La Moncloa tras el último consejo de ministros y antes de unas elecciones decisivas.
¿Cuál es el balance de esta corta legislatura?
Desde el punto de vista de Cultura y Deportes lo encuentro muy positivo, porque fundamentalmente hemos trabajado en los aspectos normativos, porque los presupuestos de 2018 nos los encontramos y no podíamos aportar muchas novedades, menos en el cine, que sí hicimos una modificación para aumentar la partida. Luego no han salido los presupuestos del 2019, donde a la Cultura se la trataba bastante bien. Para mí fue muy importante el primer decreto que sacamos el 28 de diciembre del estatuto del artista, que es sólo una parte, y donde se recoge un tercio del estatuto. Ahora estamos con el reglamento, que esperamos sacar, del informe de consejo de estado de la compatibilidad de los derechos de autor con la jubilación.
Hemos sacado el anteproyecto de la ley del deporte, y hemos seguido trabajando porque la Ley del deporte era un acuerdo de los cuatro partidos que estamos en la comisión, y hablé con ellos cuando se supo que iba a haber elecciones para pasar el anteproyecto a proyecto. A ver si en la siguiente legislatura está ya preparado. Hemos avanzado también en un anteproyecto de Ley de Mecenazgo y en una modificación muy importante de la Ley de Patrimonio Español con dos aspectos claves, incorporar todos los patrimonios industriales, audiovisuales, y una figura clave que es el paisaje cultural. Ha habido mucho trabajo en lo legislativo, poner al día leyes. Diez meses dan para lo que dan, pero tengo la sensación de haber trabajado mucho y bien en el sentido de que se ha intentado consensuar, hemos hablado con todos los sectores.
Era imposible seguir con los presupuestos del PP. Además había trampitas, cosas que se ponen en un sitio para que no se puedan ejecutar
¿Hubiera preferido prórroga de presupuestos con los del PP a elecciones y paralizar todo?
Era imposible, bueno todo es posible si no hay más remedio, pero desde nuestro punto de vista de Cultura y Deporte, la prórroga…. Bueno, realmente en todos los departamentos, porque también había algunas trampitas en los presupuestos. Cosas que se ponen pero se ponen en un sitio que no se pueden ejecutar. De esas nos hemos encontrado algunas, y eso nos genera frustración.
Acaba de ocurrir la tragedia de Notre Dame, y allí ya se han donado cientos de millones para su restauración. Muchos han destacado que allí hay una Ley de Mecenazgo que aquí no hay. ¿Qué hubiera pasado si ocurre aquí ese incendio, hubiéramos podido recaudar dinero sin una buena ley de mecenazgo?
No lo sé… También el mecenazgo, además de leyes... bueno, hay una que no está mal, es manifiestamente mejorable, pero existe. Es del año 95 y modificada en 2002, pero el mecenazgo no es sólo un problema de Ley, que también, es de cultura del mecenazgo. Aquí la mentalidad de las grandes empresas está más ligada al marketing, se apoyan cosas porque son muy vistosas. Por eso el Prado tiene una capacidad de generar por mecenazgo mucho más que otros museos, porque se apuesta por lo conocido. Hay que invertir en cultura de mecenazgo, y es verdad que hemos cambiado mucho, porque yo viví en el Reina Sofía a finales de los 90 y era muy complicado, y ahora no lo es tanto, hemos avanzado pero no hay una cultura sólida y extendida, y eso hay que trabajarlo además de la ley.
¿Se ha sentido como un ministro sustituto?
No, para nada, en absoluto.
Hace poco Màxim Huerta decía que desde el Gobierno hubo un trato diferente hacia él que hacia Pedro Duque.
Eso son temas de percepción personal, y en ese sentido por ser Màxim mi antecesor, soy el que menos debe de hablar, por educación y cortesía, pero… no sé qué decirte. Yo creo que eran casos distintas, pero no quiero ahondar.
Se han cerrado los nombramientos en las instituciones del INAEM y no ha habido ninguna mujer.
El tema de la igualdad efectiva, o de la paridad, tiene distintos planos. Yo como ministro, en mi equipo son mayoritariamente mujeres. Las directoras generales, salvo Bellas Artes, son mujeres, y eso es una opción política. En mi caso lo tenia fácil porque son grandes profesionales. No dije ‘hay que nombrar muchas mujeres’. Estaban. Las conocía a todas y estaba convencido de su nombramiento. Pero cuando haces un concurso público por proyecto no puedes imponer. Lo que hicimos nosotros, y eso hay que arreglarlo, porque la gente que pusimos nosotros en las comisiones eran paritarios, pero los representantes de otras asociaciones han nombrado a los suyos y los comités no eran paritarios. Luego se presentaron poquísimas, 15 frente a casi 70, y eso reduce posibilidades. Luego analizas proyectos, trayectorias y curriculums y eliges. Yo, sinceramente, sin menoscabo de quien se ha quedado fuera, en cada puesto de los cinco, creo que la elección ha sido muy acertada.
Entiendo más las subvenciones para ayudar a los nuevos directores y los que renuevan el lenguaje, que para hacer una superproducción, en la que veo más los temas fiscales
Pero habrá algo que se pueda hacer. Por ejemplo, en el cine se introdujeron puntos para películas dirigidas por mujeres. Quizás tendría que haber medidas correctivas.
Son temas distintos, cuando te enfrentas a repartir ayudas para el cine, repartes una masa de 30 o 40 ayudas por año, y ahí sí puedes, pero si repartes un puesto, uno… no sé qué decirte. A ver, tú dices: hay dos proyectos iguales y dos curriculums iguales... pues vale, lo puedes pensar, ¿pero quién te dice que los proyectos son iguales o qué valoras?. Mira, también hay orientaciones, en la compañía nacional de danza queremos una orientación en este sentido porque se ha descuidado cierta parte, y eso te marca. Porque se presenta una mujer con una orientación hacia un lado, pero quieres redirigirlo... Ahí entras en disquisiciones que son muy técnicas y de orientación por reequilibrio.
Hablando del cine, ¿va a haber primera convocatoria de ayudas o vuelve a haber parálisis?
Una vez que ya hemos sacado las bases, puedes sacar las ayudas. Se puede sacar estando en funciones, no como otras cosas, porque además está metido en presupuestos y se cumple la ley.
¿Entonces habrá convocatoria?
Sí, cuando toque, ya han salido las bases.
¿Pero antes del cambio de gobierno?
Bueno, primero a ver si hay cambio, y dependiendo del resultado se puede estar en funciones un mes ,o cinco meses, pero la idea es que sí, se puede hacer que fluya con naturalidad y en plazos normales.
¿Cuánto dinero deberían tener las ayudas del cine?
Más del que tiene, o si quieres que lo llevemos a otro sitio, el sistema de subvenciones, como sistema... Cuando estás ante una industria cultural sólida y arraigada como el cine, creo que hay que ir a temas fiscales, a que las empresas funcionen con una fiscalidad que las ayude a desarrollar su trabajo. Veo más las subvenciones no para la gran industria, sino para los que empiezan, para los que innovan, gente que a lo mejor no va a funcionar comercialmente, pero es que en cultura tenemos que invertir en prueba y error, porque puedes tener un primer trabajo con ayuda, que sea fantástico, y no tener éxito, pero has ayudado a alguien con un lenguaje nuevo a que haga su trabajo, y veo más la subvención en ese terreno de lo nuevo y exploratorio que para hacer una superproducción, en la que veo más los temas fiscales.
Pero eso va en contra del sistema actual de puntos, habría que modificarlo entero.
Claro, no te hablo de lo que nos ha dado tiempo a hacer, sino de cómo lo veo si tuviéramos tiempo de hacerlo. No digo quitar las subvenciones, porque las transiciones hay que hacerlas de poco en poco, la gente tiene que adaptarse. Si tienes una productora adaptada a un sistema y le pegas el cambiazo pues creas disfunciones y distorsionas e impides que se adapten. Yo, si hubiera tiempo y tuviéramos la mayoría suficiente, el cine con una distribución normal y encauzada iría a temas de desgravaciones, pensando también en producciones extranjeras. Y en lo que es el cine de directores nuevos, o gente con temas de innovación, de investigación... ahí si tener subvenciones, porque en realidad, como pasa en cultura, tienes que mantener lo que ya esté y generar condiciones para que emerja lo que viene a renovar el lenguaje. Estoy a favor de las subvenciones, pero creo que hay que diferenciar y tener una fiscalidad adecuada para las industrias culturales y subvenciones para apoyar industrias, que salgan, se fortalezcan y que emerja el talento.
Los Goya han tenido una década de mucha politización, y eso habría que normalizarlo. Si el presidente del Gobierno va o no va a la gala no tiene que ser noticia
¿Debería haber ido Pedro Sánchez a los Goya?
Bueno, creo que eso de los Goya hay que quitarle... a los Goya y a todo. Los Goya han tenido una década larga de mucha politización, en la que se medía quién iba o quién no, si se le increpa o no, y eso hay que normalizarlo. Este año fue bastante normalizado. Los Goya son una fiesta de la industria para que se reconozca a sí misma, y que el público se reconozca en esa industria. Si el presidente va o no va, no tiene que ser la noticia. La noticia es quién gana, quién se lleva más goyas… A mí me gustaría llegar a una situación que si el presidente del Gobierno va, es igual de noticia que si no va.
¿Qué opina de la llegada de Vox y su posible irrupción en el Congreso? Sus medidas culturales van en contra de todo lo construido hasta el momento (eliminación del Ministerio de Cultura, subvencionar películas patrióticas...)
Estoy, como persona de la cultura, horrorizado de lo que oigo. Como miembro del gobierno, si seguimos, habrá que contrarrestarlo. Ellos están en una guerra cultural, que es dar por bueno cosas que no son buenas, normalizar, esto del ‘sin complejos’ que dicen PP y Ciudadanos, que estoy sorprendidísimo, y que lo dice Vox también, lo del ‘sin complejos’ es sin cabeza. La batalla es cultural, no podemos dar por buenos determinados mensajes y que cada uno piense lo que quiera. Es que hay cosas que no podemos pensar. Ha dimitido uno por poner en duda el holocausto nazi, o el tema de las mujeres, creo que hay que dar la batalla cultural, la batalla de las ideas, darla toda la sociedad. No podemos dar por buenos mensajes antidemocráticos y anticonstitucionales que van contra la diversidad, que van a una uniformidad de las personas, a que todos seamos de una forma, cuando lo interesante es la diversidad. Me preocupa muchísimo, y la batalla cultural hay que darla.
Como ministro de Cultura, si miro hacia atrás, tanto Podemos como Ciudadanos serían buenos para pactar
¿Repetirá como ministro si gobierna el PSOE?
Eso depende del presidente. Yo toda la vida he sido gestor cultural, ese es mi bagaje, no tengo otro. Esto aquí como ministro por gestor cultural. No estaría en otro ministerio, no soy un político que pueda servir de esto o lo otro, y creo que eso fue un acierto del presidente, que cogió como ministros a personas que sabían del tema y eran especialistas. Yo voy a ser gestor cultural hasta que me jubile, ya sea como ministro o de un centro cultural pequeño, esa es mi vida.
Como ministro de Cultura, ¿a quién prefiere como socio de Gobierno, a Podemos o a Ciudadanos?
En la comisión de cultura que acaba de terminar había unanimidad en todo.
Ya es raro.
Sí, pero es de las cosas más agradables, sino la que más, que me he encontrado al llegar al ministerio, ver que todo se pactaba, que todos renunciaban y todos defendían lo suyo. Con Marta Rivera, de Ciudadanos y que era la presidenta, nos hemos entendido perfectamente. Con Eduardo Maura, de Podemos, divinamente, con Emilio del Río también, y yo entiendo que los pactos van a ser por otras cuestiones que me superan ampliamente. En mi caso, en Cultura, si miro hacia atrás cualquiera sería bueno.