De Felipe: "Si tengo que pintar ante el juez daré mil vueltas a Fumiko. Ella es una obrera"
Demandado de no reconocer la ayuda y autoría de la artista japonesa, Antonio de Felipe explica que se siente "traicionado".
12 septiembre, 2016 02:29Noticias relacionadas
“No soy el Milli Vanilli de Fumiko”. Antonio de Felipe se defiende de las acusaciones que la pintora japonesa, Fumiko Negishi, ha presentado contra él ante un juez -tal y como informó EL ESPAÑOL- para que rectifique la autoría de más de 200 obras y la considere autora o coautora de las mismas. Milli Vanilli pasó a la historia de los fraudes musicales tras descubrirse que quienes cantaban sólo actuaban en playback. Detrás del dúo había un equipo que construía el éxito. “Mi estilo es muy difícil de imitar, porque lo que ocurre en mi cabeza es inimitable”, explica a este periódico.
“Yo decido absolutamente cada detalle, ella sólo es mano de obra. No he tenido una Factory, no soy Warhol. Creativamente, Fumiko no ha aportado nada a los cuadros”, añade. Explica que la práctica de ayudantes de taller es muy habitual en el arte contemporáneo y señala a Jeff Koons, Damien Hirst o Manolo Valdés como otros artistas que no se manchan las manos. La diferencia es que ellos han hecho público su taller desde el inicio de sus actividades, el mercado sabe que son “directores de arte”, se han publicado cientos de reportajes sobre el método de trabajo de sus factorías.
Ella pintaba, pero el concepto y la idea era mía. Ha trabajado como una obrera. Lo que yo hago no lo puede hacer otra persona
Pero ¿por qué Antonio de Felipe nunca lo dijo en casi 30 años y ha insistido en que es “un artista de pico y pala”, “un obrero del arte”? “No he dicho nada porque sólo estaba ella como ayudante para hacer ciertas cosas tediosas de la pintura y poder avanzar y agilizar la obra. No es un pecado tener ayudantes, surge en función de la demanda. Ella pintaba, pero el concepto y la idea era mía. Ha trabajado como una obrera. Lo que yo hago no lo puede hacer otra persona”, responde el demandado.
¿Usted ha pintado alguno de sus cuadros? “Pintar un cuadro no es sólo una cuestión de pinceles. Yo era Antonio de Felipe antes de conocer a Fumiko. ¡Soy uno de los artistas más famosos de España!”, cuenta desde Sitges. Una fama similar a la de Lobezno, superhéroe mutante con el que se emula -en vez de garras, de su mano salen pinceles- para promocionar su última exposición, Graffiti Pop, en Casa de Vacas del Retiro (Madrid).
Bambi president
Antonio de Felipe se da a conocer con la invención de las esculturas de vacas pintadas, que han ido colonizando las ciudades europeas. Pero su despegue definitivo coincide con la España del pelotazo inmobiliario, la del milagro español. Debemos retroceder hasta 2003. La crema de la política levantina se ha reunido en torno al arte para presentar una compra inaudita en el Instituto Valenciano de Arte Moderno (IVAM), el sancta sanctorum del arte contemporáneo en Valencia, que meses antes había adquirido obras de Picasso y Matisse: 12 retratos de Marilyn Monroe pintados por De Felipe y pagados por el gobierno de Francisco Camps. En total, 132.000 euros la docena.
Estaré encantado de seguir a mi pintor favorito por todo el mundo, enseñando lo que es buena muestra de la pintura en la Comunidad Valenciana
Esteban González Pons, entonces consejero de Cultura, Vicent Ferrer (diputado de Cultura de la Diputación) y Kosme de Barañano, director del IVAM, acompañan al ex presidente, que ese día destapa su lado más emocional. De pequeño, Francisco Camps pintaba bambis. Él también usaba lapiceros Alpino. Parecía un niño normal. De mayor, Presidente Camps se encuentra, cara a cara, con un bambi hecho con acrílico sobre un lienzo de casi dos por dos. El paisaje que acompaña al bicho saltarín son los montes nevados y los pinos de los míticos estuches de la marca Alpino. La obra lleva la firma de Antonio de Felipe, al que el presidente llama “autor del pop más valenciano”.
El flechazo hace aflorar los recuerdos infantiles del presidente y aprovecha para hacer públicos sus sentimientos pictóricos más profundos delante de su cohorte, periodistas y trabajadores del museo. “Estaré encantado de seguir a mi pintor favorito por todo el mundo, enseñando lo que es buena muestra de la pintura en la Comunidad Valenciana”, declara Camps su amor incondicional ante todos los presentes. España volvía a ser ese país de la luz y del color, en el que hablar de problemas era de mal gusto y aguar la fiesta de los poceros que especulaban con el derecho a la vivienda era inoportuno.
La madrina Císcar
Entre la clá está Consuelo Císcar, que unos meses después dará el gran salto de su vida y dejará su cargo en la Consejería de Cultura y Educación para ocupar el puesto de Kosme de Barañano al frente del IVAM. Ella, militante del PP, hermana de Cipirà Císcar y pareja de Rafael Blasco (consejero del Gobierno valenciano), es la figura clave en el lanzamiento a la fama del pintor de bambis, que para entonces ya le ha montado una muestra en el Museo Valenciano de la Ilustración y la Modernidad (MuVim).
“Císcar mantiene una relación de amor y odio con él”, reconoce uno de los colaboradores del pintor, cuyo testimonio es crucial en este retrato de Antonio de Felipe, el artista que agarraba el pincel para firmar cuadros. “A él le gusta mucho la fama y le encantaría entrar en un Gran Hermano o el reality que fuera. Se arrima al poder todo lo que puede y durante los años del pelotazo inmobiliario se benefició de la jet valenciana cercana al PP”, cuenta.
“Nadie le ha visto pintar nunca”, cuentan colaboradores del artista a este periódico. “Echa mucho tiempo en el gimnasio, se ha vuelto más exhibicionista y viaja constantemente. Así es muy difícil producir todo lo que produce”, explica esta fuente. “No hace obras únicas, hace copias de los cuadros varias veces. Ni siquiera en una serie, simplemente son reproducciones de obras a precios de originales”, añade. “Todos los artistas tienen ayudantes, el problema es que si los escondes y no reconoces su labor se convierten en negros”, explica un artista a este periódico que utiliza el taller para acabar sus obras.
Los ojos de Tim Burton
¿Y si el juez accediera a la petición de Fumiko y le hiciese pintar un cuadro? “Si tengo que pintar delante del juez le daré mil vueltas ante él, porque soy un pintor mucho mejor que ella. Pinto muchísimo mejor que ella, lo ha aprendido todo de mí. Yo pintaré de puta madre, no tengo ningún problema. Porque lo que yo hago, no lo puede hacer nadie más. Es una desagradecida, yo le he enseñado a pintar. Cuando llegó era una pintora plana”, responde Antonio de Felipe a EL ESPAÑOL con las mismas razones que la demandante lanza sobre él.
Si el juez accede, estaríamos ante la escena final de la película de Tim Burton, Big Eyes. Retrato de una mentira (2014). El director llevó al cine la historia real de Margaret Ulbrich, pintora que se casa con Walter Keane, quien pasa por ser el autor de las obras de su mujer. El éxito de ventas no para de crecer hasta que Margaret se revela como la verdadera autora, a pesar de su marido: “Cuanto más mientes, más pequeño te haces”, le dice. Walter sobre Warhol: “The Factory… yo ya tenía una factoría antes de que él supiera lo que es una lata de sopa”.
Las obras de Antonio de Felipe de dos por dos metros se siguen vendiendo a 40.000 euros. Ha logrado colocarlas a precios muy alejados de la realidad. “Ahora aparecen cuadros suyos en subastas y no suben de 4.000 euros. Ha vendido siempre muy por encima de lo que el mercado le cotizaba a gente que no entendía, pero tenía dinero y les parecía gracioso”, explica otra fuente cercana a De Felipe. Pilar Cubillo, directora de la galería Thema (Valencia), donde acaba de exponer, dice desconocer “la razón de su éxito”.
“A mí hay cosas que me han gustado y otras que no”, asevera la galerista. Señala que esta vez la venta no ha funcionado, porque mantiene un precio pre crisis: “Hemos expuesto su obra pero tiene unos precios disparatados, tampoco lo entiendo. En su época buena vendía él directamente a la jet valenciana. Ahora, el mercado sólo asume su obra en papel, lo que hace ahora con plantillas y espray”. Para el graffiti no necesita a nadie con una técnica tan alta como la de Fumiko, son plantillas fáciles de hacer.
Así se trabaja en su “factoría”
Según fuentes que conocen el método de trabajo de la factoría De Felipe hay otra persona más trabajando en el taller, pero la caída de ventas de su obra le obliga a despedir a la pintora japonesa. Además, explican que De Felipe no sabe manejar el Photoshop, lo hace su asistente personal. Él hace la foto y el proceso cae en manos ajenas, a pesar de que él nunca lo ha contado así.
De hecho, se ha autoproclamado el “obrero del arte”. Curiosamente, pocos artistas insisten tanto en el tiempo y las horas y el esfuerzo que dedican a su oficio. Así lo confirman sus declaraciones en la amplia hemeroteca: “Soy un artista de pico y pala, un trabajador nato”; “Cada lienzo lleva un trabajo enorme”; “Son cuadros pintados a pincel y acrílico al estilo más tradicional. Eso sí, después de muchas horas de trabajo”; “En esta obra me he desnudado muchísimo, ahí está toda mi vida”; “Puedo llegar a trabajar en 20 o 30 obras a la vez. Para eso necesitas una disciplina que adquirí cuando trabajé en publicidad”; “Mi técnica ahora es más depurada”; “Lo importante es ser auténtico, hacerlo con verdad”.
El peor artista valenciano
Antonio de Felipe es considerado por la Asociación de Galeristas de la Comunidad Valenciana como “el peor artista contemporáneo de Valencia”. Así lo calificó la asociación en 2003, que criticó la compra de las 12 obras de De Felipe por el IVAM. Otra galerista valencia asegura que surgió como un boom valenciano al calor del IVAM, pero que “salió de la nada y llegó a la nada”. “Los valencianos que fueron engañados y compraron obras suyas quizá se hayan sentido defraudados porque no se ha revalorizado. O quizá no, porque sólo buscaban un póster”.
Sus allegados subrayan la importancia que ha tenido la prensa en el estallido Pop de De Felipe. ABC le encargó un retrato del rey Felipe cuando era príncipe. LOC también hizo de él una estrella al encargarle un retrato pop de la Familia Real, para contrarrestar la versión de Antonio López. En sus catálogos se pueden leer textos de importantes periodistas culturales, que ensalzan su figura: “Has tenido muy claro desde el principio el estilo y la personalidad que querías imprimirle a tu pintura, que se mantiene a lo largo de los años. Se va puliendo, va evolucionando, pero Antonio de Felipe es Antonio de Felipe desde que hace su primera exposición”.
La Fundación Audrey Hepburn tiene constancia del rendimiento comercial que Antonio de Felipe y podría reclamar su parte del botín por explotación intelectual de la actriz
En su éxito hay un cóctel de dinero, poder y moda. “Como buen publicista es un buen captador de ideas, que descubre lo que está de moda y lo pone en práctica”, explican. De ahí, los personajes, las marcas, los acontecimientos fotográficos, el pop sin segundas intenciones. Pura decoración con riesgos: tal y como ha podido saber este periódico, la Fundación Audrey Hepburn, muy celosa del uso de la imagen de su protegida, ya tiene constancia del rendimiento comercial que Antonio de Felipe hace de la actriz y podría reclamar su parte del botín por explotación intelectual.
Una compra dudosa
Kosme de Barañano, reputado historiador y actual director de la Cátedra de Metodología de la Historia del Arte de la facultad de Bellas Artes de Altea, asegura que él fue quien dio la orden de compra de las marilines para el IVAM. Aunque tampoco lo recuerda bien, explica a este periódico, porque “ha pasado mucho tiempo y aquella época prefiero olvidarla”. El día de la presentación, el director cumple con su papel ante los políticos y destaca la figura de De Felipe entre los rastros pop del arte español.
De Felipe ofrece una visión diferente a las de Equipo Crónica y Equipo Realidad -enfatiza el historiador- gracias a “la intervención de la cinematografía y de las técnicas publicitarias”. Sobre todas las piezas encuentra “de gran calidad” la donación del pintor al museo, Al niño le gusta pintar bambis (o autorretrato infantil). La favorita de Presidente Camps.Fue un día histórico para el pop patrio.
Hombre, yo lo he visto en su estudio. Aunque nunca con el pincel en la mano. No sé
Sin embargo, la compra de las obras descubre los modos corruptos propios de aquellos maravillosos años: el patronato del IVAM, organismo público y autónomo, no participó en modo alguno de la decisión que Presidente Camps tomó por ellos. Al menos así se le criticó en aquellos días y así lo aseguran fuentes del museo. Las fuentes críticas a la operación reconocen que los especialistas no tuvieron la oportunidad de determinar aquellas 12 pinturas eran oportunas para la colección de la institución.
Kosme de Barañano duda de que la compra no pasara por el comité, aunque reconoce no recordarlo del todo. “Estoy muy orgulloso de mis compras internacionales y nacionales en el IVAM. Todas se han revalorizado”. ¿Y si descubriera que Antonio de Felipe no pintaba sus cuadros? [silencio] “…. Hombre, yo lo he visto en su estudio. Aunque nunca con el pincel en la mano. No sé”.
Adiós Valencia, hola Madrid
Era la fuerza del milagro español, ese que se saltaba a la torera cualquier procedimiento administrativo porque el producto nacional jamás había estado tan bruto. El ladrillo alicataba la costa mediterránea y la pintura de Antonio de Felipe era la favorita en las paredes de los salones y dormitorios de la nueva España.
Antonio de Felipe es un producto de la casa por la ventana y los nuevos ricos. Era el favorito de toda aquella España del pelotazo que hizo boom o pop y se vino abajo. De Felipe cuenta a este periódico que la cruda actualidad sólo le da para “sobrevivir”, que las vacas gordas se han quedado desnatadas y que todo saltó por los cielos con la “explosión económica”. Hasta el estallido de la crisis financiera, estaba de moda, creció su influencia en el entorno de la política valenciana, gracias a su mejor patrocinadora. Pero Císcar se cansa de él y lo destierra.
Entonces, llega su salto a Madrid. En la capital cuenta con refuerzo dentro del Ayuntamiento, un amigo de la Junta de Distrito de Retiro, portavoz del PP, consigue que le programen hasta tres exposiciones en el recinto municipal del parque madrileño. “Es una sala de exposiciones temporales y como tal está prohibida la venta, pero allí se apalabraban todas las ventas y luego se pagaba”, cuenta un antiguo colaborador del demandado a este diario.
Mayo de 2009, inaugura Popsport, una serie de acrílicos dedicada a los símbolos deportivos típicamente ibéricos, para promocionar la candidatura olímpica de Madrid 2016. En el festival, los medios se animan a calificarlo como “el Warhol español”, mientras él asegura que “el deporte es la excusa”, que habla “de mucho más”, porque su pintura “tiene dobles y triples interpretaciones”. Hay una Menina deportiva, con chándal-miriñaque de color rosa, que regala al consistorio de Alberto Ruiz Gallardón.
En 2011, vuelve a la sala municipal gracias a sus contactos. Esta vez con Lpop, de la que se puede leer en su web del artista: “Antonio de Felipe arrasó en 2011 con su exposición LPop. Las portadas de algunos de los mejores discos de los Beatles, Pink Floyd, Alaska, David Bowie, Supertramp, Michael Jackson y hasta los mismísimos Hombres G, o la diva de la canción española Rocío Jurado, pasaron por las manos y el pincel de Antonio para ser reinterpretadas con su estilo pop más especial”. Su página web asegura que él es el pintor, que son "sus manos".
Es una traición enorme, era una persona a la que consideraba de la familia
Antes de llegar a la última exposición, en 2015, Graffiti Pop -en la que entra en el mundo del espray y monta un retrato de la familia Real, a lo Antonio López-, Compromís le denuncia por “plagio descarado” de un cartel para la capitalidad europea del deporte del Ayuntamiento de Valencia. Encargo de 2011 de Rita Barberá.
Antonio de Felipe, quien también se define a sí mismo como “el artista más plagiado en El Rastro”, explica a este periódico que no se esperaba esto de Fumiko: “Es una traición enorme, era una persona a la que consideraba de la familia”. Pero no deja claro si la traición es desvelar que “la evolución de su estilo” es Made in Asia o la demanda por despido improcedente. En cualquier caso, el pintor que se reivindica en fotografías con camisetas y pantalones embadurnados de brochazos y las zapatillas impolutas, está dispuesto demostrar en los tribunales su arte, cara a cara con Fumiko Negishi. Habrá que avisar a Tim Burton para el remake.