"Para garantizar la buena marcha de los trabajos de renovación en la Sala de los Estados y mantener las condiciones óptimas de visita, el Museo del Louvre ha decidido trasladar de forma temporal la Mona Lisa a la Galería Médicis". Así anunció la pinacoteca francesa en un comunicado emitido el pasado 28 de junio el cambo excepcional de ubicación de la obra maestra de Leonardo da Vinci, su obra más emblemática y más contemplada por los visitantes.
El lienzo fue recolocado este miércoles en la Galería Médicis —donde permanecerá expuesto hasta mediados de octubre— al tratarse de uno de los espacios más amplios del museo y que está capacitada para acomodar a un montón de gente. Sin embargo, el primer día de La Gioconda en su nuevo emplazamiento se ha saldado con una masificación de la sala, colas infinitas y atascos en los pasillos de buena parte del edificio.
El Louvre ha colocado el cuadro en la vitrina protectora con control de temperatura y a prueba de balas que se creó específicamente hace un tiempo. Y a su alrededor, en una sala que apila diversos lienzos de Rubens que contrastan en tamaño y temática con la Mona Lisa, ha desplegado un zigzag de cintas separadoras para controlar el tránsito de los visitantes que pelean por hacerse un selfi delante de la icónica obra de Leonardo.
Sin embargo, tal y como se puede observar en las imágenes que han ido compartiendo los visitantes a través de las redes sociales, el experimento parece haber mutado en un auténtico descontrol y avalancha de gente. Si ya de por sí La Gioconda provocaba una importante concentración en la Sala de los Estados —de ahí las obras de renovación por su desgaste—, las colas que se han registrado este miércoles han provocado un descontrol mayor del habitual.
Según se han quejado algunos tuiteros, la espera para contemplar la Mona Lisa ha ascendido a más de una hora y, una vez delante del cuadro que todo el mundo quiere ver, los guardias de seguridad del museo apremiaban al público con un "vamos, vamos, sigan avanzando". Otros se lo han tomado con más humor, haciendo un juego mezclando las obras maestras de Leonardo y Delacroix: "La Gioconda guiando al pueblo". Asimismo, también en otras salas se ha registrado una peligrosa masificación para la seguridad de las obras de arte y de la gente.
El objetivo principal de la renovación en la Sala de los Estados, además de mejorar la protección y el iluminado de la Mona Lisa, es mejorar la presentación de las otras obras de Tiziano, Veronese o Tintoretto repintando las paredes con un color más vivo. Algunos de estos lienzos han sido trasladados a distintas salas del museo a excepción de Las bodas de Caná, el cuadro más grande de la pinacoteca, que no se puede mover y ha sido recubierto con una protección.
La pinacoteca parisina batió en 2018 el récord mundial de visitas a un centro de arte, con 10,2 millones, registrando un crecimiento de un 25% respecto al año anterior. El desbordamiento se debe a diversos factores, como la recuperación del turismo en Francia tras los ataques terroristas en París en 2015 o campañas como el rodaje de un videoclip de Beyoncé en sus salas que ayudó a la internacionalización del Louvre, que ahora cuenta con una sucursal en Abu Dhabi y con el desembarco masivo de turistas asiáticos.