Hace tres meses el Ayuntamiento de Madrid puso fin a la relación con Juan Carlos Pérez de la Fuente y rompió su contrato como director del Teatro Español, firmado con el equipo de Ana Botella. El consistorio ha justificado la medida con un cambio de modelo: quieren dos direcciones diferentes, una se encargará de la institución clásica y otra de Las Naves de Matadero. Hoy el director defenestrado presenta una denuncia en la Plaza de los Cubos contra la convocatoria pública que ha lanzado Manuela Carmena para cubrir los dos cargos de recién creación. Explica a este periódico que quiere impugnar el concurso para denunciar la injusticia de su caso: “No hay cambio de modelo, sólo hay cambio de nombres”.
'Pingüinas' fue la producción más cara de 2015: 440.000 euros, con una taquilla de 40.000 euros
Prefiere no especificar el motivo por el que tratará de paralizar la convocatoria, “para no matar el factor sorpresa”. Mañana lo comunicará a los medios de comunicación que se acerquen a la puerta de los tribunales. La queja del director es la ausencia de justificación de su cesión. “En reuniones me han dicho que la consejera tiene derecho a tener a alguien más afín a ella”, explica, al tiempo que señala que el nuevo concurso se dará a dedo. La batalla entre la alcaldesa y el director cesado entra en sus primeros asaltos y todo apunta a que será un combate largo, sin un vencedor claro. “La injerencia política debe tener un precio”, añade.
¿Cuál es el balance del año y medio de trabajo de Juan Carlos Pérez de la Fuente? “En este año y medio yo he apostado por los autores españoles y eso me costó un disgusto en el tribunal que juzgó mi candidatura, porque uno de ellos me dijo que si aquello significaba que cerraría las fronteras. Mi programación no ha sido sectaria y ha habido muchos años de sectarismo en El Español. Aquí cabemos todos, tratemos de montar un repertorio español digno”, cuenta.
Este periódico ha solicitado información al Ayuntamiento sobre el paso de Pérez de la Fuente al frente de la institución, donde por contrato debía dirigir una obra al año, sin cobrar más sueldo que el que le corresponde por su cargo. El salario del exdirector del Teatro Español es de 87.000 euros anuales. Estrenó Pingüinas en abril de 2015, un texto por encargo a Fernando Arrabal. Como el propio Pérez de la Fuente indica a este periódico, fue “un encargo arriesgado, pero el teatro público debe asumir el riesgo”. “Tuvo muchos detractores y hubo mucha gente a favor. El teatro de Arrabal no es sencillo y Pingüinas es el Arrabal en estado puro, polémico y difícil”, añade.
Pingüinas fue la producción más cara de 2015, según los datos facilitados por el consistorio a EL ESPAÑOL: 440.000 euros, incluyendo la campaña de publicidad del montaje. El coste medio de producción de las obras del Teatro Español en esa temporada fue de 226.000 euros. En taquilla se comportó como una obra arriesgada y difícil, convirtiéndose en la que peor recaudación acumuló a lo largo del año: 40.000 euros, con un 12,6% de ocupación de la sala. La ocupación media sin Pingüinas fue del 47,15%. El coste medio de cada función en 2015 ascendió a 7.330 euros al día, al incluir el montaje dirigido por Juan Carlos Pérez de la Fuente asciende a 9.800 euros al día, según los datos facilitados.
¿Y en taquilla?
“Numancia ha funcionado mejor en la taquilla. Pingüinas, muy mal. ¿Cuál es objetivo del teatro público? ¿La taquilla? Cuando el objetivo es la taquilla, TVE se vuelve como Telecinco. ¿Hablamos de dinero o de responsabilidad artística? La Seguridad Social está para pagar operaciones caras y el teatro público no está para hacerle la competencia al teatro privado. Hay que innovar y hay que ayudar mucho para que el público vaya a verlo. Claro que Arrabal no va a llenar”, cuenta el director a este periódico, que reconoce no tener las cifras de su gestión en mente. Recuerda que la dirección anterior mandó levantar el patio de butacas para montar Los cuentos de la peste, una obra de Mario Vargas Llosa interpretada por el escritor.
“Lo que hay que hacer es apostar con más dinero para producciones y giras para las compañías. Uno no puede pintar si no hay dinero para pinceles”, explica el director. Aclara que la gestión es más que el dinero. “Estamos en una época de crisis y los teatros públicos nos hemos quedado en la retaguardia porque sabemos el frío que hace en la calle, el 21% de IVA, etc”. Y se queja de que el Teatro Español sea el único caso en Europa que no cuenta en estos momentos con director artístico ni gerente, “puesto sin sucesor desde el 31 de diciembre”. “¿Cuál es el interés que tienen en que no haya ni gerente ni director?”, se pregunta.
El Ayuntamiento de Madrid informa que, por el momento, Numancia -una adaptación de Luis Alberto de Cuenca y Alicia Mariño de El cerco de Numancia, de Cervantes- es la producción más cara de este año, con una inversión de 375.000 euros (sin incluir la campaña de publicidad). Su recaudación ha sido de 89.000 euros, con una ocupación del 29,7%. “Luis Alberto de Cuenca no es Arrabal. Para esta obra quería un poeta que pudiera versificar un viaje desde el presente al pasado. Estoy contento con mi trabajo porque he contribuido a defender a Cervantes, al que no podemos despachar con una Numancia”, dice.
Pérez de la Fuente se siente orgulloso de haber apostado por las nuevas generaciones de nuestros dramaturgos... "Pasamos por la mejor época después de Lorca y Ramón María”, dice. Sin embargo, lleva el teatro de Arrabal y Paco Nieva pegado a la piel y los ha defendido desde las todas las instituciones públicas por las que ha pasado. No es suficiente, cree que debería existir un teatro público en el que sólo se programase dramaturgos de las primeras décadas del siglo XX (Alfonso Sastre, Max Aub y Buero Vallejo además de los citados). “Tenemos tanta gente metida en el congelador”.