Seis actores del Teatro Municipal de Estambul han sido suspendidos dentro de una investigación sobre simpatías con el fallido golpe de Estado del 15 de julio pasado, informa hoy el diario Milliyet. La decisión de suspender a los actores, entre ellos nombres relevantes que llevan décadas trabajando en el prestigioso teatro, fue tomada al amparo del estado de emergencia, proclamado como consecuencia de la asonada. "Desde la antigua Grecia, nuestro nombre es 'actor'. Lo único que sabemos hacer es esto: hacer teatro", dijo la actriz Sevinç Erbulak, una de las afectadas, al diario Bianet.
"Volveremos al escenario. Espero que este error se corrija pronto. El arte no es para cobardes", concluyó. "Nosotros, trabajadores de teatro, hemos apoyado la democracia en muchas ocasiones, el teatro siempre ha respaldado la democracia. Considero esta decisión un error y pienso que se corregirá pronto", dijo el actor Kemal Kocatürk, también suspendido, al diario Evrensel. "A nuestros colegas los acusan de no haberse pronunciado de manera suficiente contra el golpe", explicó al mismo diario el presidente del sindicato de actores municipales, Levent Üzümcü.
Maniobra contra la paz
Destacó que Kocatürk ya había pasado por la cárcel tras el golpe de Estado de 1980, y otro de los suspendidos, Ragip Yavuz, había sido despedido en 1983 por un decreto de la misma junta militar. "¿Qué tienen que ver ellos con el golpe o con la cofradía?" preguntó Üzümcu, en referencia a la red de seguidores del predicador exiliado Fethullah Gülen, al que el Gobierno acusa de instigar el fallido golpe y cuyos simpatizantes son el blanco de la amplia purga que se está llevando a cabo en toda la Administración turca.
La medida tomada contra actores del ambiente artístico de Estambul, considerado más bien de izquierda y en todo caso laico, 'es una maniobra para romper el espíritu de unidad y paz'
La medida tomada contra actores alejados de cualquier planteamiento religioso y parte del ambiente artístico de Estambul, considerado más bien de izquierda y en todo caso laico, "es una maniobra para romper el espíritu de unidad y paz: hay que preguntarse a quién beneficia esta confusión", denunció Üzümcü. Hasta la fecha han sido suspendidos del cargo más de 58.000 empleados públicos, la gran mayoría profesores de colegio.
La purga se ha centrado hasta ahora principalmente en quienes aparentan tener cierta cercanía a la cofradía, sin extenderse de forma masiva a otros sectores vinculados con la oposición, si bien se han dado "algunos centenares de casos", explicó recientemente Selahattin Demirtas, el presidente del partido izquierdista y prokurdo HDP, a preguntas de Efe. Pero expresó su temor de que al amparo del estado de emergencia, la misma norma se podría utilizar contra cualquier opositor, porque tales decisiones no tienen que justificarse con pruebas.
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