Apenas con un año de vida, Jacobo Carlos Estuardo fue proclamado rey de Escocia. Nacido en 1566 e hijo de María Estuardo, reina de Escocia, y de lord Darnley, no sería hasta 1581, y tras una serie de regencias que gobernaron en su nombre, cuando se sentaría en el trono de Edimburgo. En 1603, después de la muerte de Isabel I, la última monarca de los Tudor que falleció sin descendencia, fue coronado como rey de Inglaterra. A diferencia de su antecesora, trató de reconciliarse con España terminando con los enfrentamientos entre ambas potencias.
Jacobo I de Inglaterra y VI de Escocia se casó con Ana de Dinamarca, hija de Federico II de Dinamarca. El matrimonio tendría nueve hijos, pero solo tres alcanzaron la edad adulta. Sin embargo, las relaciones con los hombres que componían su corte fueron tan estrechas que la hisotriografía ha especulado, debatido e investigando en profundidad la verdadera orientación sexual del monarca.
A Jacobo I y VI se le ha venido relacionando con tres hombres: Esmé Stewart, Robert Carr y George Villiers, I duque de Buckingham. Y así trata de reflejarlo el profesor de la Universidad de Iowa, David M. Bergeron, en su libro King James & Letters of Homoerotic Desire. En este trabajo, entre otras cosas, se transcribe la correspondencia homoerótica entre este rey y su último amante, el favorito: el duque de Buckingham. "Los métodos que se emplean en las cartas desprenden deseo", escribe Bergeron.
Con 13 años fue cuando Jacobo I conoció a Esmé Stewart, mucho más mayor que él en aquel entonces (37). Su relación era conocida en palacio, tal y como dejó registrado uno de los informantes de la corte: "El rey es persuadido y dirigido por él... y está tan enamorado que, en público, a menudo lo abraza por el cuello y lo besa". A pesar de que en un principio el monarca inglés promocionó a su amante otorgándole el título de duque de Lennox, el affaire terminó en el destierro de Stewart, que escribió a Jacobo I: "Prefiero morir a vivir temiendo que ya no me vayas a amar nunca más".
Pero Villiers fue la compañía preferida del monarca, a quien conoció bien entrado en la cuarentena. Ambos mantuvieron correspondencia muy cariñosa, tal y como refleja David M. Bergeron. Por ejemplo, una carta datada en 1623 en la que Jacobo I menciona el "matrimonio" y llama al duque de Buckingham "esposa":
"No puedo contentarme sin enviarte este regalo, rezando a Dios para que pueda tener un encuentro feliz y cómodo contigo y para que podamos proponernos esta Navidad un nuevo matrimonio que se pueda mantener en el futuro... Solo deseo vivir en este mundo por tu bien; y preferiría vivir desterrado en cualquier parte de la tierra contigo que vivir una vida triste de viuda sin ti. Que Dios te bendiga, mi dulce hijo y esposa, y que puedas ser un consuelo para tu querido padre y marido".
Jacobo I de Inglaterra y VI de Escocia moriría en 1625 tras padecer una serie de enfermedades. Su sucesor sería su hijo Carlos I, a quien ejecutaría durante la Guerra Civil inglesa. En 2008, tras una serie de trabajos de restauración en el palacio de Apethorpe, donde el monarca y George Villiers se reunían y pasaban tiempo juntos, se descubrió un pasadizo que conectaba sus habitaciones.
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