El rey inglés que echó a su primer ministro como a Isabel II le piden que haga con Boris Johnson
Guillermo IV, descontento con el primer ministro William Lamb, decidió destituirle de su cargo en 1834.
29 agosto, 2019 02:59La historia parlamentaria británica se remonta al medievo cuando, bajo la incapacidad de la monarquía de mantener el control político de la isla requería de la ayuda de la nobleza y el clero. El llamado Gran Consejo en el que participaban los arzobispos, condes y demás barones evolucionó con el paso de los siglos en el Parlamento de Inglaterra.
No obstante, no fue hasta la dinastía Tudor cuando la estructura parlamentaria se fue acercando a la realidad vigente aunque hubo años en los que el parlamento no se reunió para nada. En este contexto, para que una iniciativa se convirtiera en ley, tenía que ser aprobada por el rey, quien tenía —y aún tiene la monarca dicho poder— de sancionar o vetar cualquier decisión legislativa. No obstante, ningún rey o reina británica ha vetado al parlamento desde 1707.
Y es que la monarquía británica, principalmente desde el periodo de posguerra del siglo XX, ha evitado inmiscuirse en las actividades políticas de su país. Isabel II, coronada en 1953, siempre ha mantenido ese distanciamiento político que le ha llevado a ser la monarca que más tiempo ha reinado en toda la historia de Reino Unido. Además, cuenta con un respaldo mayoritario por parte de la población inglesa y siempre ha sabido responder con rectitud y firmeza ante cualquier adversidad sufrida en la familia real.
Ahora, esa neutralidad que siempre ha perseguido la reina puede correr peligro. El 28 de agosto de 2019 pasará a la historia por ser el día en el que Isabel II aprobó el cese de actividad parlamentaria a petición de Boris Johnson. Según una encuesta de The Telegraph, el 77% del electorado aboga por que la reina no debería implicarse en cuestiones políticas referidas al divorcio con la Unión Europea. No obstante, tanto los laboristas como conservadores reacios a Johnson buscan vías alternativas a este cierre parlamentario, el cual no reanudará las sesiones hasta dos semanas antes de la fecha del Brexit. De hecho, Dominic Grieve, compañero de partido de Johnson pero opositor de sus ideas, defendía que la reina se deshiciera del primer ministro si este "no tuviera el respaldo de los comunes".
El rey que sí actuó
Desde que Reino Unido es una democracia consolidada, siguiendo la neutralidad institucional mencionada previamente, ningún monarca ha pedido la dimisión de un primer ministro. Tal y como explica a EL ESPAÑOL el catedrático de Derecho Constitucional Eduardo Vírgala Foruria, desde el siglo XIX "no hay precedentes históricos de un monarca desautorizando al primer ministro".
La última vez que ocurrió fue en el año 1834. Por aquel entonces, William Lamb, segundo vizconde de Melbourne, era el primer ministro de Reino Unido. Sin embargo, la oposición del rey Guillermo IV al reformismo whig le llevó a destituir a Lamb de su cargo en noviembre, tres meses después de que el rey le hubiese transmitido su confianza a través de una carta.
Sir Robert Peel, miembro de los tories, fue quien sustituyó al vizconde de Melbourne aunque tal y como estaba distribuido el parlamento fue incapaz de formar gobierno. De esta manera, los whig volvieron al poder bajo aquel hombre que el monarca había decidido destituir. Así, William Lamb retornaría como primer ministro de una monarquía constitucional en la que Guillermo IV trató de usar su poder político sin éxito.