El placer femenino, así como la masturbación, siempre se ha considerado un tabú en relación a las mujeres —incluso hoy lo sigue siendo en muchos rincones del globo—. No obstante, existieron culturas hace milenios, antes de la llegada de una moral que representaría la decadencia de Occidente y limitaría a sus habitantes disfrutar de una vida plena, como diría Nietzsche, en el la búsqueda del placer era uno de los fines a alcanzar.
Una de las figuras que mejor representa lo que Epicuro llamaba hedonismo fue la última gobernante de la dinastía ptolemaica del Antiguo Egipto: Cleopatra. Mucho se ha escrito sobre la faraona —tanto realidades históricas como leyendas— ya que a partir de su reinado Egipto pasó a formar parte del Imperio romano. De ella se sabe que era conocida como ‘Merichane’, que quiere decir ‘La boca de diez mil hombres’ por su don para el sexo oral.
Platón reconoce cuatro tipos de halagos, pero ella tenía mil”, decía de ella Plutarco en sus Vidas paralelas. Pero no solo sabía ofrecer placer a los demás. El médico británico Joseph Mortimer Granville es considerado el padre del vibrador por haber inventado el primer vibrador de baterías en la década de 1880 pero la escritora y sexóloga Brenda Love afirma que Cleopatra fue la inventora del primer consolador.
"Cleopatra tenía una pequeña caja que podría llenarse de abejas y colocarse contra sus genitales para una simulación similar a la de los vibradores", comenta la estadounidense. De esta manera, el psiquiatra Philippe Brenot explicaba que el artilugio de la faraona estaba fabricado de papiro.
Sin embargo, cabe destacar que no hay referencias históricas que hayan podido confirmar las palabras de la doctora Love, quienes critican que su aportación es aventurarse demasiado en especulaciones.