"He tratado de mantener con toda sinceridad una postura intelectualmente neutra en la disputa española. Me niego a tomar partido por ninguno de los dos bandos". Winston Churchill pronunció estas palabras en la Cámara de los Comunes respecto a la Guerra Civil española. El británico temía que la "España comunista" extendiera sus "serpenteantes tentáculos por las tierras de Francia y Portugal".
En 1936 la Guerra Civil española comenzó y las diferentes potencias europeas decidieron actuar en función de sus intereses. La Unión Soviética defendió a la República, mientras que el régimen fascista y la Alemania nazi ayudaron al bando nacional. Por su parte, Churchill aplaudió la política de no intervención que el Reino Unido había aplicado bajo el gobierno de Chamberlain. "La antipatía que le inspiraban a Churchill los republicanos españoles se explica en parte por la favorable inclinación personal que le aproximaba a la figura del exiliado rey Alfonso XIII", escribe Andrew Roberts en Churchill: la biografía (Crítica). Para él no se trataba de un golpe fascista, sino de un alzamiento llevado a cabo por aristócratas, católicos, monárquicos, conservadores y militares.
Pero dentro de la familia Churchill no todos pensaban de la misma manera. Mientras la guerra continuaba en suelo español el sobrino de quien fuera primer ministro de Reino Unido marchó a combatir por la Segunda República. Nacido bajo el seno de una familia aristócrata, su ideología distaba de la de su tío Winston. De ideología antifascista, siempre fue considerado un joven rebelde que no dudó en alistarse a las Brigadas Internacionales.
Así, el 19 de octubre partió, casi desprovisto de bienes y medios, a España. Pasando por Marsella, llegó en barco a Valencia hasta terminar en Albacete, donde establecieron su cuartel general. Hasta su retirada dos años más tarde, participaron en la defensa de Madrid, en el frente de Aragón o en la batalla del Ebro. Fueron brigadas de choque, desplegadas en primera línea de fuego, por lo que registraban un porcentaje elevado de bajas —más de 10.000—.
Boadilla del Monte se convirtió en un verdadero infierno para el conocido como "sobrino rebelde de Churchill". Allí tuvo que soportar los constantes ataques aéreos de los nacionales. Romilly siempre destacó la falta de organización y la carencia de armas modernas en el frente, lo cual resultaba una desventaja enorme a la hora de defender posiciones. De los 18 compañeros ingleses, solo 2 sobrevivieron. Esmond Romilly sobrevivió pero la disentería le obligó a regresar a Reino Unido en enero de 1937.
Muerte en combate
La odisea del joven británico en el continente europeo no terminó en España. En Inglaterra conoció a Jessica Mitford, la pequeña de las seis hermanas que marcaron la agenda mediática de Reino Unido a lo largo del siglo XX. Eran hijas de David Bertram Ogilvy Freeman-Mitford, segundo Barón de Redesdale, y Sydney Bowles, hija del fundador de la revista Vanity Fair.
La mayoría de ellas simpatizaban con la extrema derecha —Diana Mitford conoció en persona al mismísimo Adolf Hitler— pero Jessica era considerada la oveja negra de la familia por su inclinación hacia el comunismo. Tras varios años de relación en mitad de una Europa que se sumía a la incertidumbre se mudaron a Estados Unidos. La guerra volvió a llamar a las puertas y Romilly decidió alistarse en la Real Fuerza Aérea Canadiense mientras su mujer vivía en Washington.
De esta manera, el 30 de noviembre de 1941, día del sexagésimo séptimo cumpleaños de Churchill, este fue notificado de que Esmond, a los 23 años de edad, había perecido en combate en una misión de bombardeo que la Fuerza Aérea canadiense había efectuado en Alemania. Indica el historiador Andrew Roberts que más tarde se supo que había sido abatido a su regreso a la base, mientras sobrevolaba las aguas del Mar del Norte.
Allí, en el continente europeo, terminó la dedicación que Esmond Romilly había tenido hacia sus principios y sus ideas. Había desoído a su tío y Primer Ministro para combatir en España pero no se desentendió de su país cuando comenzó la Segunda Guerra Mundial.