Un equipo de arqueólogos ha descubierto varias tumbas prehistóricas y extraños objetos del Neolítico cerca del monumento megalítico de Stonehenge. El hallazgo ha tenido lugar mientras se evaluaba el terreno por el que se construirá un nuevo túnel, tal y como ha comunicado Wessex Archaeology, organización que lleva a cabo los estudios.
"Las investigaciones de Wessex Archaeology han descubierto evidencias de una actividad humana que se remonta a más de 7.000 años", se explica en el comunicado. "Cada detalle nos permite averiguar qué estaba sucediendo en ese paisaje antes, durante y después de la construcción de Stonehenge. Cada pieza hace que esa imagen se aclare un poco más", ha comentado Matt Leivers, arqueólogo, a The Guardian.
Entre los elementos encontrados destacan tumbas de la Edad de Bronce, cerámica del Neolítico y los vestigios de un misterioso recinto en forma de C que podía haber sido un incipiente y pequeño área industrial. "Es difícil afirmar qué era, pero sabemos cuántos años tiene porque encontramos una olla de la Edad de Bronce casi completa en una de las zanjas", ha señalado Leivers.
Sin embargo, lo que más ha llamado la atención de los expertos ha sido un objeto de esquisto datado en más de 4.000 años que podría haber pertenecido a una mujer de entre 20 y 30 años de edad.
"Es un objeto único. Nunca antes habíamos visto uno. Pese a no ser muy significativo, solo podemos especular sobre lo que era: puede haber sido una copa ceremonial dañada a propósito antes de ser colocada en la tumba, o puede ser la tapa del extremo de un bastón o garrote", explicó el arqueólogo Matt Leivers sobre la pieza. Asimismo, dentro del recorrido que debía comprender la nueva carretera han emergido huesos del oído de un bebé.
Polémicas obras
Los hallazgos han coincidido con los nuevos planes de levantar un nuevo túnel que incluso pase por debajo del histórico Stonehenge. Aunque se haya reiterado la sensibilidad con la que se están llevando a cabo las obras, algunos expertos aseguran que destrozará numerosos tesoros arqueológicos aún sin identificar.
"La carretera ha sido diseñada para garantizar que no haya impactos directos en los monumentos", apunta David Bullock, uno de los responsables del proyecto. Fue en noviembre del 2020 cuando el Gobierno británico aprobó la creación de un túnel de casi tres kilómetros que pasará por debajo del famoso Stonehenge y cuyas obras comenzarán en 2023.
Mientras se realizan todas las pruebas pertinentes, se espera que alrededor del monumento megalítico se encuentren nuevas piezas arqueológicas que puedan arrojar luz sobre las incógnitas que quedan por resolver de quienes poblaron el sur de Inglaterra hace miles de años.