La leyenda más antigua de los orígenes de Stonehenge está recogida en la Historia de los reyes de Bretaña, escrita hacia 1136 por el clérigo Godofredo de Monmouth. Esa crónica medieval describe cómo el icónico monumento megalítico se construyó reutilizando los materiales de otro círculo de piedra erigido en Irlanda, que habrían sido transportados por el mago Merlín y su ejército de 15.000 hombres hasta la zona de Salisbury Plain. El crómlech, según esta versión fantasiosa, habría sido levantado para conmemorar a los britanos asesinados por los sajones y porque el personaje artúrico creía que las piedras tenían propiedades curativas.
Evidentemente, ese relato no es más que una leyenda —empezando por que los sajones no llegaron a la isla en la prehistoria—, pero los arqueólogos acaban de descubrir que puede contener ciertos aspectos verosímiles. Los investigadores de varias universidades británicas han identificado un círculo de piedra neolítico —el tercero más grande de Reino Unido— en las colinas de Preseli, en el oeste de Gales, muy cerca de las canteras de donde se extrajeron las llamadas "piedras azules" de Stonehenge.
Este recinto, conocido como Waun Mawn y construido hacia el año 3.000 a.C., tiene un diámetro de 110 metros, idéntico a la zanja que rodea el famoso monumento megalítico ubicado en el condado de Wiltshire y, de la misma forma, está alineado con la salida del sol en el solsticio de verano. Los arqueólogos explican en un artículo publicado en la revista Antiquity que al menos parte de este círculo fue desmantelado y transportado 280 kilómetros para ser reconstruido como lo que hoy en día es Stonehenge en una suerte de movimiento migratorio.
Los expertos aseguran que las cuatro piedras que sobreviven en Waun Mawn son similares en tamaño y dimensiones a las 43 azules de Stonehenge, y tres de ellas coinciden en la tipología de roca. También han hallado seis agujeros donde se habrían erigido otros tantos monolitos. Esto explicaría por qué estos elementos del monumento del suroeste de Inglaterra proceden de tan lejos, mientras que las piedras de mayor tamaño, las sarsen, fueron extraídas de canteras cercanas. No obstante, reconocen que futuras excavaciones son necesarias para confirmar estas hipótesis.
Una de las piedras azules de Stonehenge tiene una sección transversal inusual que coincide con uno de los hoyos de Waun Mawn, lo que sugiere que originalmente pudo haber estado allí. "Llevo veinte años investigando Stonehenge y esto es lo más emocionante que jamás hayamos descubierto", ha valorado Mike Parker Pearson, profesor de Prehistoria en el University College de Londres y uno de los directores de las investigaciones. Estiman que el monumento de Waun Mawn pudo haber estado compuesto por entre 30 y 50 monolitos.
El origen de las piedras azules de Stonehenge en las colinas de Presil ha sido desvelado por estudios recientes. Sin embargo, el geólogo Herbert Thomas ya propuso hace un siglo esta teoría. Él sospechaba que estas piezas habrían formado anteriormente un "círculo de piedra venerado" que habría sido transportado durante la migración de una comunidad local. La investigación de Parker Pearson y sus colegas ha confirmado que el área de Waun Mawn estaba densamente poblada en el Neolítico. "Quizá la mayoría de esta gente inmigró, llevándose sus piedras, sus identidades ancestrales, con ellos", ha valorado.
Otros estudios químicos recientes han confirmado que el 15% de los humanos enterrados en Stonehenge procedían del oeste de Reino Unido, probablemente de la zona de Gales.
"Parece que la primera etapa de Stonehenge fue construida, en parte o en su totalidad, por inmigrantes neolíticos de Gales, quienes trajeron su monumento o monumentos como una manifestación física de sus identidades ancestrales para ser recreados de forma similar en Salisbury Plain, un lugar que ya tenía una larga tradición de reuniones ceremoniales", concluyen los investigadores. "También pudo haber servido para unir a la gente del sur de Gran Bretaña: las piedras azules se llevaron a la tierra de las piedras sarsen y se instalaron en un centro mundial, donde el cielo y la tierra se visualizaban en armonía cósmica, y donde personas de diferentes orígenes culturales y regionales podían reunirse para levantar un monumento colectivo y celebrar banquetes".