Entre la larga lista de libros a la venta en Amazon aparece uno que llama poderosamente la atención: Sobreviviendo en Auschwitz. Si esto es el hombre, lo firma Primo Levi. Podrían ser las desgarradoras memorias del escritor italiano en el campo nazi, en 1944, en las que advierte antes de extirpar su testimonio: “La historia de los campos de destrucción debería ser entendida por todos como una siniestra señal de peligro”. Sin embargo, el título de este tal Primo Levi no coincide con el original de Primo Levi (Turín, 1919-1987), Si esto es un hombre, uno de los escasos libros insustituibles del siglo XX, publicado en 1958 por Giulio Einaudi.
Una edición es calco de la otra, pero sólo una de las dos ha comprado los derechos a sus propietarios para poder vender la versión en castellano
Ambos ejemplares venden la misma traducción. Primer capítulo, El viaje: “Me había capturado la Milicia fascista el 13 de diciembre de 1943. Tenía 24 años, poco juicio, ninguna experiencia, y una inclinación decidida, favorecida por el régimen de segregación al que estaba reducido desde hacía cuatro años por las leyes raciales, a vivir en un mundo poco real, poblado por educados fantasmas cartesianos, sinceras amistades masculinas y lánguidas amistades femeninas. Cultivaba un sentido de la rebelión moderado y abstracto”.
Una edición es calco de la otra, pero sólo una de las dos ha comprado los derechos a sus propietarios para poder vender la versión en castellano. Península (Planeta) utiliza la traducción que Pilar Gómez Bedate hizo en 1987 para la editorial de Mario Muchnik, El Aleph (absorbido por Grup 62, Planeta). La edición a la venta en Amazon con título trampeado pertenece a una empresa inglesa llamada BN Publishing, de la que sólo se especifica que es “líder global de productos impresos y electrónicos, incluyendo ciencia, academia, profesional, consumidores, empresas y contenidos educativos”. En los títulos de crédito de ésta el copyright del diseño de la portada es de un tal J. Neuman y la traducción está firmada a B. Noach.
La editorial con los derechos al día se puso en contacto con Amazon hace dos días para la retirada de el supuesto contenido fraudulento, tal y como ha informado a este periódico. Lo más curioso es que la copia de la versión legal se vende más cara: 7,59 euros, frente a los 9,11 euros de la legal. Incluso la copia está mejor valorada por los "usuarios", con 5 puntos sobre 5, que el otro (4,5). La mayor ironía de todo este caso es que Amazon propone como contenido “relacionado con productos que has mirado” del falso Si esto es un hombre… al verdadero Si esto es un hombre.
Amazon reacciona
El contenido fraudulento fue subido a la tienda de Amazon el 28 de marzo de 2012 y desde entonces ha estado a la venta. La empresa obtiene beneficio de dos maneras: con una cuota de “Vendedor Pro” por 39 euros al mes (siempre que vendan más de 40 productos en ese plazo), y el “Vendedor individual”, que paga a Amazon 0,99 euros sólo cuando vende algo. “Benefíciate de los sistemas de seguridad y protección contra el fraude que Amazon ofrece a ti y a tus clientes. La experiencia de compra de Amazon, conocida en todo el mundo, es sinónimo de confianza y comodidad para millones de clientes, lo que convierte a Amazon en una de las plataformas de más éxito en internet”, puede leerse entre los reclamos de la empresa para vender en su plataforma.
El método de trabajo de Amazon es dar libre acceso a todo contenido que se quiera poner a la venta, tras aceptar unas cláusulas. El control de propiedad intelectual se hace a partir de un chequeo algorítmico, como aseguran desde la empresa. Pero sólo si el interesado -propietario de los derechos- encuentra el fraude entre las miles de ofertas podrá denunciar el uso del “escaparate” para el robo. Nadie más puede. Ni siquiera la propia empresa, que pedirá -vía formulario- al afectado las pruebas que demuestren que le están robando. “Ellos deben probarlo y darnos un plazo para comprobar que es así y retirarlo”, explican desde Amazon a este periódico, que en este momento mantiene 36.000.000 de títulos a la venta.
En Amazon estamos comprometidos en ofrecer a nuestros clientes la mejor experiencia de compra y contamos con procesos que permiten a terceros
“Nosotros no somos los vendedores, sólo somos intermediarios. Quien sube el contenido a la venta asume todas las consecuencias legales” -cuentan- “Hay un equipo que comprueba la propiedad de los derechos si el producto se vende mucho”. Otras plataformas como Apple Store utiliza un método muy riguroso y estricto en la creación de oferta, en el que se incluyen entrevistas personales. El proceso para vender aplicaciones desde su dirección asume varios pasos y controles que verifican, entre otras cosas, la autoría del producto. El volumen de oferta es menor, porque los objetivos son distintos.
Desde Amazon aseguran que esto es un caso concreto y aislado y que el libro ya ha sido retirado, una vez EL ESPAÑOL preguntó por el fraude. “En Amazon estamos comprometidos en ofrecer a nuestros clientes la mejor experiencia de compra y contamos con procesos que permiten a terceros, incluyendo los propietarios de derechos, notificarnos sobre cualquier infracción. Actuamos rápidamente cuando se nos notifica, incluyendo la retirada del producto de nuestra web. Este es un procedimiento habitual del sector, que cumple con la legislación vigente”, añaden desde la empresa. La empresa editorial no se ha encontrado nunca con un caso similar y la duda está sembrada, porque revisar 36 millones de libros es una tarea propia de Sísifo.