Daniel Fernández -presidente de la Federación de Gremios de Editores de España y de la Asociación de Cámaras del Libro de España- oscila entre llamarlo “optimismo bastante moderado” o “pesimismo desencantado”. Al final, prefiere quedarse con la idea de que este es “un año de transición”, aunque no oculta sus frustraciones. Según el análisis de mercado editorial en España de la FGEE, el sector ha crecido un tímido 2,8% gracias al impulso del libro de texto y la novela. Esto se traduce en un incremento de facturación de hasta 2.257 millones de euros -aunque es de destacar que sigue un 30,8% por debajo del punto en el que estaba en 2008-. Reconocen que la entrada en vigor de la LOMCE en los cursos pares de Primaria y los impares de Secundaria y Bachillerato han supuesto una mejora de las ventas, con bajada de precios, pero lejos de cifras de años anteriores a la crisis.
Fernández achaca estos datos también a los cambios de hábitos de lectura -herederos de la crisis-, que provocaron cinco ejercicios de caída en la facturación del sector hasta el pasado año 2014, cuando creció un 0,6%. La novela es una de las materias en las que se concentró la subida de la facturación en 2015, con un incremento del 8,8 %, algo que "también ha ocurrido en otros países europeos" y demuestra una "vuelta" a la lectura de ocio en papel.
Bibliotecas y libros infantiles
Ha manifestado su “preocupación” porque la tirada promedio siga descendiendo: “Están desapareciendo algunas editoriales y apareciendo otras con menos empleados y menos costes de estructura que publican muchos títulos con escasa tirada”, ha lanzado. “Hay una forma de verlo, que es que el mundo de la edición se está autoajustando y autorregulando… y se está enriqueciendo la llamada 'bibliodiversidad'… pero también es cierto que esto retrata un sector editorial menos sostenible y más difícil de convertir en un mundo profesionalizado”.
En 2015, el sector editó un total de 80.181 títulos, con una tirada media de 2.810 ejemplares por título. La oferta editorial española cuenta, ahora mismo, con un catálogo de 586.811 títulos vivos, con un precio promedio de 14,52 euros. “Eso es como cuando decían que el pescado era caro, ¿no?”, sonrió el presidente. La facturación del libro de bolsillo continúa reduciéndose: el número de ejemplares vendidos en 2015 fue de 12,2 millones, un 15,3 % menos.
La facturación del libro de bolsillo continúa reduciéndose: el número de ejemplares vendidos en 2015 fue de 12,2 millones, un 15,3 % menos
Entre sus otros quebraderos de cabeza, se encuentran “esa bajada de ventas y esa falta de crecimiento en el libro juvenil e infantil” -que achaca, con una nota dramática, a un sistema educativo deteriorado- y “la crisis bibliotecaria”: “Tienen la capacidad de compra de libros mermada. No tienen acceso a las novedades… este año se ha reducido en un 7%. Van de mal en peor”. Por todo lo anterior, Fernández ha reclamado la necesidad de poner en marcha un Plan de fomento del Libro y de la Lectura como el propuesto por la Asociación de Cámaras del Libro, y una mayor implicación de las autoridades en cuestiones como esta -la adquisición de fondos para las bibliotecas-.
“Hace más de un año, presentamos un Plan Integral de Fomento de la Lectura del ministro Wert, nos dijo que lo acogería pero nunca lo llegó a presentar, porque se fue a París persiguiendo el amor”, ríe. “Méndez de Vigo sí lo acogió, incluso lo defendió y lo planteó como cosa propia en sede parlamentaria… pero como lleva tanto tiempo en funciones, ahí estamos”. Ha recordado que los cuatro grandes partidos han recogido casi en su totalidad el Plan en sus programas. “La situación es seria: en 2014, cada día cerraron dos librerías en España. Pero no olvidemos que, además del ámbito estatal, hay muchas competencias que se tienen a nivel autonómico y local”.
'Viejo país ineficiente'
En cuanto a la cuestión de la piratería, Fernández ha resaltado también la importancia de medidas eficaces para luchar por los derechos de propiedad intelectual: “La modificación de la Ley aún no ha dado resultados: no se ha emprendido una lucha seria y decidida contra la piratería”. Se ha referido a Gil de Biedma en cuanto a su guiño a este “viejo país ineficiente” y ha pedido que el gobierno se ponga de acuerdo y se cree un clima más favorable al mundo del libro.
El boom digital no ha llegado ni se le espera: facturó 115 millones de euros, un 4,9% más, y representa un 5,1% del total de la facturación del sector
En cuanto al libro editado en formato digital, éste facturó 115 millones de euros, un 4,9% más, y representa un 5,1% del total de la facturación del sector. El boom digital no ha llegado ni se le espera. Los libros en este formato mantienen su peso en la facturación, en línea similar con los países de nuestro entorno. Se han vendido 12,7 millones de ejemplares a un precio medio de 9,1 euros.
Rosalina Díaz, vicepresidenta de la FGEE y Presidenta de la Asociación de Editores de Madrid, ha explicado que este crecimiento es “moderado” y que se debe al uso “profesional” de los libros digitales: “Facilitan la búsqueda, la utilización de dossier, etc”: “Los canales de venta más habituales son la web de las editoriales (43%) y otras plataformas genéricas como Amazon o La Casa del Libro. Sólo el 3% se compra a partir de librerías… esto podemos interpretarlo como una amenaza a las librerías, que deberían engancharse a este formato”.
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