¿Qué fue de Màxim Huerta?: este es el nuevo libro del primer ministro 'sacrificado' por Sánchez
Mientras Montón cae, Huerta renace con un nuevo proyecto: en octubre llega 'París será toujours París', un libro ilustrado donde el que fue ministro se refugia en un pasado mejor.
12 septiembre, 2018 00:58Desde que el 13 de junio Màxim Huerta dimitiese como ministro de Cultura -“para que el ruido de la jauría no parta el proyecto de Sánchez”, como él mismo explicó- el escritor ha hablado poco y ha vivido mucho. Lo primero que hizo fue darse de baja en Twitter, una gran fuente de estrés y de críticas destructivas. Lo segundo, irse de vacaciones: au revoir, ciudadanos de España. Viajó a Londres, a Altea, a Madrid, a Francia, a Cabo de Gata, a Italia… y aprovechó para escribir su próxima novela y seguir cerrando algún proyecto literario pendiente. De esos paisajes fue pescando ideas para clavarlas en el papel. El periodista televisivo ha vuelto a la memoria del pueblo tras el periodo estival por la caída de otra ministra del mismo Gobierno, Carmen Montón, señalada por presuntas irregularidades en su máster de la Rey Juan Carlos.
¿Qué vida hay tras la tormenta de las carteras: paro o esperanzas? Eso debe preguntarse ahora Montón, abocada a dimitir horas después de ser respaldada por Sánchez. En el caso del periodista, en sólo 34 días lanzará París será toujours París (Lunwerg), una obra a medias con la fantástica ilustradora María Herreros. No es un libro de relato corto, no es una novela: es más bien un bocado innombrable a disfrutar, un compendio de olores, colores, sonidos de la calle y de la vida; un pedazo de Francia hecha euritmia. Como dice la canción que le da nombre, interpretada por Maurice Chevalier: "¡París siempre será París! La ciudad más bella del mundo, a pesar de la oscuridad profunda, su brillo no podrá ensombrecerse...". La propuesta tiene un fondo de Midnight in Paris, la película de Woody Allen que fantasea con haber nacido en nuestra época más soñada, aquí el París de los años veinte. ¿Habríamos sido más felices allí, era ése el lugar y el tiempo que nos correspondía?
Recuerden también lo que escribía Hemingway en París era una fiesta: “Te he visto, monada, y ya eres mía, por más que esperes a quien quieras y aunque nunca vuelva a verte, pensé. Eres mía y todo París es mío y yo soy de este cuaderno y de este lápiz”. Hasta allá quiere viajar Huerta con la mente y con la literatura para sacudirse la amargura de la cartera.
París como vía de escape
En este trabajo, Huerta pasea por la célebre librería Shakespeare and Company y revisita a los miembros de la generación perdida. Celebra las garçonnes, las bandas de jazz que hicieron de Montmartre el nuevo Harlem, las explosiones surrealistas… ¿cómo regresar allí, al epicentro de la bohemia y la creación, donde comenzaban todas las historias que merecían la pena? Puede ser fácil gracias a la mezcla de palabra y trazo. Lo cuenta María Herreros a este periódico: “Yo conocí a Màxim Huerta porque tuve que retratarle para una revista y nos gustamos mucho, teníamos ganas de trabajar juntos. Lo hicimos con mi editor de Lunwerg, Javier Ortega. Ellos son unos enamorados de París. Casi todas las novelas de Màxim están inspiradas en París”, relata.
“Así que nuestra intención fue recopilar todo lo que nos gusta de París, sus mejores épocas, sus artistas, sus cafés, sus años veinte, ¡sus peinados!, sus vestidos. Arquitectura, gastronomía, todo. Las descripciones de Màxim son muy generosas, muy gráficas, y he podido divertirme mucho”. El capítulo favorito de Herreros es el dedicado a los artistas, “claro, porque son mi debilidad”: “Por no citarte lo obvio me quedaría con Foujita, que me lo descubrió Màxim… me ha descubierto varios artistas que yo no conocía, y eso me ha abierto muchas posibilidades. Ha sido mágico. Este libro ha sido un intercambio genial de información y de datos entre Màxim, Javier y yo”.
En resumidas cuentas, señala, hacer un libro sobre París siempre es hacer un libro sobre “la belleza, el amor y el arte”: “Es ese sentimiento de que París siempre será París. Es un libro para los nostálgicos, para los que añoramos un poquito el pasado… nos gusta lo más clásico de los tiempos… tiempos en los que todo era más espontáneo”. Llevan un año y medio con este proyecto entre manos, a tiempo compartido con otros. ¿Cómo se toma la ilustradora el primer libro del ministro después de su polémica dimisión? “Nosotros tenemos la cabeza en París”, zanja Herreros.