La polémica de los cachés sigue avivándose. En un mundo tan hermético como el musical, donde apenas se conocen las cifras que generan los artistas, The Blast, un medio de comunicación especializado en noticias sobre celebridades y personalidades del ámbito artístico, ha asegurado que Ariana Grande y Beyoncé han cobrado 8 millones de dólares cada una por sus respectivas actuaciones en el festival de Coachella. Mientras que la artista de Florida fue el gran reclamo de la edición de este año, celebrada hace una semana, -dio dos conciertos al precio de 4 millones de dólares cada uno-, la autora de Single ladies puso a todo el público a bailar en 2018.
Cabe destacar que tanto Ariana Grande como Beyoncé eran cabeza de cartel y que sus conciertos fueron los más esperados del evento. El año pasado, el día siguiente a la actuación de la cantante tejana, la rapera Cardi B recibió 70.000 dólares, tal y como declaró ella misma en una entrevista, contando con una de las posiciones más destacadas del cartel. El problema no es tanto el caché sino el coste de la actuación. Cardi B afirmó que mientras cobraba 70.000 dólares por actuación, los gastos del espectáculo rondaban los 300.000 dólares "y eso no lo paga Coachella".
El festival de Coachella es desde hace años uno de los eventos musicales de mayor importancia en el panorama musical actual. En él han actuado esta edición de 2019 artistas como Jaden Smith, Billie Eilish o la misma Rosalía, quien se ha estrenado de forma exitosa.
La controversia sobre los cachés viene precedida por lo ocurrido hace casi un mes. El alcalde de Valladolid Óscar Puente reveló que la cantante catalana exigía 500.000 euros por actuar en las fiestas de la ciudad. De todos modos, dicha información fue rotundamente negada por Rosalía pese a que Puente insistiera en su veracidad. En el cartel de Coachella, Rosalía, quien acaba de sacar un tema con J Balvin, se posicionaba en un escalafón inferior en el que estaba Cardi B la pasada edición, por lo que su caché en Coachella debería ser similar al de la rapera neoyorquina —teniendo en cuenta los cambios de 2018 a 2019— o inferior.