Hay vida más allá de un divorcio. Lo sabe y lo canta Rafa Sánchez en Vístete, princesa, su primer paso independizado de La Unión después de 36 años de un camino conjunto que, según cuenta, en sus últimos tramos no le hacía bien a ninguno de sus miembros.
"Cuando éramos tres no había empates, pero al final era ya solo una guerra entre dos personas en tierra de nadie y sin llegar a ninguna parte", confiesa a Efe el músico madrileño en relación con un momento clave de la historia del grupo: la salida en 2015 por problemas de salud del tercer vértice de la ecuación, el guitarrista Mario Martínez.
Añade seguidamente que, en realidad, los problemas venían de largo. "Con El Mar de la Fertilidad (2002) dimos por hecho que se había acabado La Unión. Fue un momento tenso. Yo venía de hacer una ópera rock, algo que no les gustó mucho a mis compañeros y había mal ambiente", revela sobre un disco que fue un éxito que remontó el vuelo del grupo... temporalmente.
"En ningún momento ha habido un interés por mi lado de hacer una carrera aparte, pero empezó a no haber química en algo tan fundamental como la composición", argumenta, aunque aún así le quisieron dar "otra oportunidad" al grupo lanzando con Universal un último disco de estudio, Big Bang (2010). "Pero se demostró ya entonces que el proyecto estaba tocado y abocado al final", remacha.
Tras el anuncio unilateral de separación realizado en mayo de 2020 por Sánchez, el otro miembro sobreviviente de los restos de La Unión original, el bajista Luis Bolín, lo acusó de haber registrado el nombre del grupo de manera autónoma sin consultárselo. El cantante de Sildavia lo reconoce.
"Al meterme en temas de abogados descubrí algo tan sorprendente como que no estaba registrado a nombre de nadie. Ya llevávamos un año largo de mal ambiente y, viendo su carácter beligerante, preferí hacerlo, pero no para utilizarlo, sino para preservar el legado y la memoria de La Unión", justifica. Por contra, acusa a Bolín de haberse "apropiado indebidamente de las redes del grupo cambiando las contraseñas".
"Volver a pasarlo bien"
Dejando de lado la parte más amarga que comportan muchas separaciones, para el músico está siendo una época feliz de riesgo y redescubrimiento, aunque el primer tema escogido para su vuelta al mercado en solitario sea un tema continuista como Vístete, princesa.
"Es la idónea para no despistar a mis seguidores, porque tiene un pie en algunas de las últimas composiciones, como Vuelve el amor, pero también da cierto paso adelante", valora sobre una canción "muy funky y muy disco, que pretende ser elegante, algo que ha marcado a la banda".
También la escogió por su temática: "Habla de un colectivo de mujeres divorciadas que de repente se vuelven invisibles para el mercado en el que se pueden mover y que en algunos casos acaban saliendo con gente gay y tratadas como uno más. Va de animarlas a volver a la lentejuela, a la raya en el ojo y a subirse a un tacón para pasarlo bien después de una relación aburrida".
No será el único guiño del compositor y vocalista al público más talludito. "Estoy pensando titular el álbum Solo para adultos, ya que los temas tienen la visión de una persona cincuentona que ha vivido más de la mitad de su vida y porque, como decía Bono de U2: "El pop ya no es solo una cuestión de adolescentes", argumenta.
Hasta la publicación del disco en formato físico, probablemente en junio o septiembre, su intención es ir lanzando temas en los próximos meses que mostrarán nuevas caras de Rafa Sánchez, incluido uno titulado El último adagio que "ha vivido de la música urbana, con ritmo de reguetón y haciendo una mezcla un tanto irreverente".
"Este género está haciendo crecer el orgullo por lo latino y está empezando a combatir en el mismo ring de la música anglosajona, de ahí que Justin Bieber grabe con Luis Fonsi, Madonna con Maluma o The Weeknd con Rosalía. Veo orgullo latino y me suena bien", replica.
Acompañado de la misma banda que lo arropaba en los directos de La Unión, ampliada incluso, ya piensa en posibles conciertos para primavera, con una puesta en escena elaborada.
"Quiero retirarme de esto dejando un buen sabor de boca, sobre todo para mí, porque quiero sentirme orgulloso de lo que haga", incide, antes de puntualizar: "La jubilación es para largo, por supuesto, tengo la coartada de los Rolling Stones. Hasta los 70 a mí no me echan de aquí".