Del Ecce Homo al san Jorge: los restauradores critican a la Iglesia por sus chapuzas
“Esto debe ser una llamada de atención a la Iglesia. La propiedad de las obras es suya, pero el patrimonio es de todos”. El último escándalo por mala restauración descubre la necesidad de un Pacto de Estado por la conservación del patrimonio.
25 junio, 2018 20:12“Hay que acabar con la coña y darle la seriedad que tiene el asunto”, explica Fernando Carrera, arqueólogo y presidente de la Asociación de Conservadores y Restauradores (ACRE), que anuncia que presentará un escrito ante la Fiscalía de Navarra y pedirá la apertura de una investigación para esclarecer los hechos que han acabado con la imagen original del San Jorge de la iglesia de Estella (Navarra). La alarma ha vuelto a saltar con la destrucción de la figura tras la intervención de una profesora de manualidades.
“Esto debe ser una llamada de atención a la Iglesia. La propiedad de las obras es suya, pero el patrimonio es de todos”, añade Carrera. “Falta reglamentación. Necesitamos una mayor conciencia social, política y en la Iglesia. Los presupuestos para que los párrocos conserven sus iglesias es muy preocupante. Es el pan de cada día. Necesitamos que la Iglesia llame a sus párrocos para que los conciencien de la protección”, cuenta el especialista a este periódico.
Prevención poco habitual
Recuerden que el secuestro del Códice Calixtino, en el verano de 2011, no ocurrió antes porque durante el año Xacobeo se montó un plan blindado de seguridad interior y exterior de la Catedral de Santiago. Había presupuesto, pero era esporádico. La Policía aclaró que las medidas tomadas durante la celebración del año jubilar hicieron “muchísimo más difícil” que el libro se perdiera. Lo habitual es que la prevención, la protección, la conservación y la restauración no sea prioridad en los bienes patrimoniales custodiados por la Iglesia. El robo del Códice fue un desastre, que descubrió la precariedad de los protocolos de seguridad en la Iglesia.
No es la primera vez que ocurre. El Ecce Homo de Borja tampoco lo fue. La historia de destrucción de patrimonio en España es una larga tradición que ha denunciado asociaciones como Fondo Mundial de Monumentos (WWF) en informes que descubren a España como el tercer país, tras EEUU y Perú, que menos cuida su patrimonio. En el informe se hace hincapié sobre el peligro de desaparición de algunos tramos del Camino de Santiago y este periódico ha dado cuenta de la desaparición de una de las plazas emblemáticas de León.
Conciencia social y política
“Hay que acabar con este mercado sumergido”, reclama el presidente de los restauradores, que ha escrito una carta al ministro de Cultura, José Guirao, para que ayude en el combate contra la mala praxis. “Tenemos un plan para una gran concienciación social. Necesitamos un gran pacto de Estado para salvar el patrimonio, que obligue a tener más presencia de técnicos en las administraciones y que incluya en la Ley de Patrimonio que la intervención deba hacerla un especialista”. Fernando Carrera no se explica cómo es posible que para construir una casa sólo pueda hacerlo un arquitecto, que en un yacimiento siempre haya un arqueólogo y que para intervenir en una joya del patrimonio…
El repintado realizado por la empresa de manualidades Karma Color en la escultura del siglo XVI ya ha sido denunciado. La pieza tiene declaración de protección BIC y la intervención incumple la Ley Foral de Patrimonio Cultural de Navarra. “No pueden abordarse intervenciones sobre bienes culturales sin un detallado conocimiento de los materiales y técnicas de ejecución, sin un diagnóstico preciso y sin el dominio de los criterios y procedimientos de la disciplina de la conservación restauración”, escribe el presidente de ACRE al Arzobispo de Pamplona y Obispo de Tudela, Monseñor Francisco Pérez.
ACRE junto con Podemos redactó una Proposición no de Ley para su debate en el Congreso de los Diputados por un Pacto de Estado a favor del patrimonio cultural. En esa PNL se reclama la “elaboración de un catálogo completo, actualizado y accesible del patrimonio cultural español -incluido el de la Iglesia-, que coordine tanto catálogos autonómicos como municipales e impulse su finalización estableciendo mecanismos participativos”. No existe un catálogo que especifique el patrimonio en poder de la Iglesia.