“Tras dos semanas vuelvo a entrar en un vestuario arbitral. Qué ilusión”. Jesús Tomillero, el primer colegiado que reconoció su homosexualidad en público, se ha reencontrado este sábado con un campo de fútbol después de que en su último encuentro deportivo oficial fuese linchado a insultos por su condición sexual: "¡Ese es el maricón que sale por la tele!" "¡Te vas a meter el gol por el culo, maricón de mierda!”.
Tomillero (21 años) salió el viernes por primera vez de su Cádiz natal para arbitrar el partido contra la homofobia que ha organizado el Ayuntamiento de Zamora para enfrentar de forma amistosa a los cadetes de la ciudad contra el club deportivo San Lorenzo. Más de siete horas de viaje, -“he tenido que dejar hasta el perro en casa de mis suegro”, explica entre risas-, para sacarle tarjeta roja directa a aquellos que “no entienden de tolerancia, ni de libertad”.
Desde que su nombre saltase a las cabeceras de todos los medios, su teléfono no para de sonar, su perfil de Twitter de tener menciones y su cuenta de Instagram de ganar seguidores. Eso sí, “desde que se publicó que el Partido Popular es mi familia he perdido casi 2.000 seguidores”, reconoce.
Explica en el vestuario minutos antes de salir al campo de fútbol, mientras se atavía con unos cordones multicolor que le ha regalado la asociación madrileña Arcopoli, que la lucha contra la homofobia no tiene que entender de colores políticos. “Creo que he sido el único que he conseguido que Mariano Rajoy y Pablo Iglesias se pongan de acuerdo”, dice haciendo referencia al apoyo que mostraron los dirigentes del PP y Podemos tras conocerse que colgaba las botas.
-Jesús, ¿te veremos como concejal de Deportes?
-No. Bueno… (se ríe). Que no, que no, que yo quiero seguir ascendiendo y poder arbitrar en categorías superiores.
JUNTO A LINIERES QUE TAMBIÉN HAN SIDO AGREDIDOS
A Jesús lo han acompañado hoy Antonio y Ruth, dos hermanos zamoranos de 19 y 16 años que llevan unos años dedicándose al arbitraje los fines de semana. Antes de saltar al terreno de juego explican que les hace ilusión ser los linieres de Jesús: “Es muy valiente”.
Valiente también es la menor de estos hermanos. Ella, que arbitra tanto partidos masculinos como femeninos, también ha sufrido insultos y ataques desde las gradas. “Pero a mí nunca me han pegado, eh, a mi hermano sí”, parece excusarse. Según relata, esta joven que también piensa dejar “esta profesión” para ser bibliotecaria, tuvo que escuchar cómo el padre de un menor le gritaba que su lugar no era un campo de fútbol: “Tú deberías estar en tu casa limpiando y fregando”. España, enero de 2016.
Este mismo año, el mayor, Antonio, cuyo objetivo es seguir ascendiendo de categorías para “poder arbitrar en grandes partidos”, también sufrió la intolerancia y violencia de algunos padres. En su caso, no por su condición sexual como Jesús o por ser mujer como Ruth, sino por “pitar un penalti que era penalti”.
“Me llamó ‘hijo de puta’ un padre”, relata. Pero el caso fue a más, y cuando acabó el partido el agresor, que no pudo ser identificado porque “el valiente”, salió huyendo después de propinarle una patada. “Está denunciado, a ver en qué queda”, se lamenta.
UNA GRADA SIN INSULTOS
El delegado provincial de fútbol de Zamora, Alfredo Rodríguez, analiza cómo, en su opinión, la situación, pese a “casos puntuales”, está mejorando. “Ahora se les exige a los árbitros estar federados, no puede ser cualquiera. Imagina antes cuando los propios padres eran los entrenadores de los equipos”. En aquellos no muy lejanos tiempos, recuerda cómo los insultos y agresiones eran una constante.
Por ello, ha insistido en varias ocasiones a Tomillero que no abandone el arbitraje: “No lo dejes, lo que tienes que hacer es seguir ascendiendo y poder dedicarte a lo que más te gusta”.
Una grada que hoy ha dado una lección de tolerancia que “en otros partidos no es así”, admite uno de los técnicos. Cuando el encuentro ha finalizado (2-0 para el Zamora aunque en esta ocasión el resultado era lo de menos), los aficionados se han fundido en una gran ovación para los chavales y los tres jóvenes que han arbitrado el partido.
“Esto me da fuerza, estoy nervioso y feliz”, explicaba Tomillero nada más terminar el partido entre fotografía y fotografía con los futbolistas. Pese a que sigue esperando una llamada de la Federación andaluza de fútbol con la que la institución pida disculpas y le muestre su apoyo para poder retomar su profesión, el balón que ha rodado hoy sobre el terreno a él le ha servido de oxigeno: “Igual vuelvo a arbitrar, esto me hace muy feliz”.
Antes de que eso suceda tiene una apretada agenda que atender. “Me han llamado de medios de todo el mundo”, afirma sorprendido. Y enumera con orgullo sus próximas citas: “¡Que voy al Parlamento Europeo!”. Tomillero ha sido invitado por el Grupo Popular en la elurocámara el próximo mes. Después, será pregonero del Orgullo Gay en Valencia, antes tiene un cita, el próximo lunes con un plató de Telecinco.
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