¿Se imaginan que cualquier selección –con independencia del deporte– disputara una fase de clasificación con alineación indebida partido tras partido y nadie se diera cuenta? ¿Lo considerarían lógico? ¿Entenderían que la Federación Internacional no avisara o sancionara a los equipos nacionales lo más rápido posible? Seguramente, no. Lo normal sería que desde los máximos estamentos se crearan estructuras para evitar esto. De hecho, en fútbol, en baloncesto… las hay en casi cualquier deporte. Pero en rugby, en cambio, España, Bélgica y Rumanía –sin entrar en si lo han hecho correctamente (o no), a eso iremos más adelante– han jugado sus partidos sin saberlo… y ahora se han encontrado con que los dejan fuera del Mundial por esta razón. Ahí empieza el surrealismo de todo lo ocurrido desde aquel 18 de marzo maldito.
Por poner orden –y para los despistados–, España cayó contra Bélgica en el último partido de la clasificación para el Mundial de Japón 2019 con decisiones controvertidas de los árbitros: el colegiado rumano, con su actuación y la derrota de los ‘Leones’, dio la clasificación… ¡a Rumanía! ¿Y de qué país es el presidente de la Federación Europea de Rugby? También de Rumanía. Blanco y en botella. El conflicto de interés parece claro.
España reclamó, pero el Comité de Disputas no se echó atrás. Reconoció que fue un error la designación del árbitro, pero rechazó cambiar el resultado o la repetición del encuentro porque podría crear un “precedente sin paragón en los 150 años de historia de este deporte”. Da igual que unos colegiados externos hubieran considerado con anterioridad que la actuación no fue correcta.
Pero ese no es el motivo por el que España se queda fuera del Mundial. Esto habría relegado a la selección a jugar la repesca. En primera instancia, contra Portugal. Pero no será así. ¿El motivo? La elegibilidad de los jugadores. Tanto Mathieu Belie como Bastien Fuster habían disputado partidos con la selección gala y habían quedado capturados cuando jugaron con Francia sub-20 en 2008 y 2012.
¿Y cómo llegaron esos jugadores a disputar partidos con España aunque no pudieran? Porque ninguno de los dos jugadores fue informado de que entonces la normativa decía que la nominación de los sub-20 galos como segundo equipo (lo cual generaba la no elegibilidad) debía mantenerse por un periodo de cuatro años, algo que Francia incumplió. Belie y Fuster fueron “capturados” entonces y no podían jugar con otra selección.
¿Y por qué España los convoca? Porque las irregularidades de alineación que se le atribuyen a España son por la aplicación de una norma que ya está derogada, pero que cuando estaba en vigor la Federación española siempre tuvo en cuenta. De hecho, desde el Comité Judicial se valora como excelente la argumentación jurídica realizada por la Federación. Pero eso da igual. Ahora, lo siguiente es presentar la apelación. La lucha sigue, pero cada vez parece más complicado que los ‘Leones’ estén en el Mundial de Japón de 2019.
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