Jorge Garbajosa (Torrejón de Ardoz, Madrid, 1977) habla tranquilamente, sin prisas, pero con contundencia. Al fin y al cabo, siempre manejó bien los tiempos. En defensa y en ataque, cuando le tocaba meterse en la bombilla o cuando el partido le pedía subir al perímetro. Siendo un ‘Multiusos’ se convirtió en leyenda del baloncesto patrio con aquel equipo campeón de 2006. Pasados diez años desde aquel logro, ahora se enfrenta a un reto tan magnánimo como el de entonces: ser el próximo presidente de la Federación Española de Baloncesto.

El madrileño, favorito en la recta final, se impuso en segunda votación a Arturo Aguado (61 votos a 54) para convertirse en el sucesor de José Luis Sáez como máximo responsable del baloncesto español.

Hace 10 años se estaba preparando para ganar el Mundial con España. Ahora, para ser presidente de la Federación. Menudo contraste, ¿no?



La verdad es que sí, es mucho contraste, pero al final es un buen resumen de lo que es mi vida. Ahora me toca intentar presidir la federación, que no deja de ser un reto bonito y ambicioso. Y, al mismo tiempo, también es un amor fuera de toda duda por la selección y por la federación, que es y ha sido mi casa desde siempre.



¿Qué es más difícil: ganar un Mundial o unas elecciones?



Ganar un Mundial es muy difícil, pero fue muy reconfortante por todo lo que significó y ha significado para el deporte español. Ahora, intentar presidir la federación es un reto muy importante para mí, pero sobre todo es un reto importante para el baloncesto. Creo que para la Federación, que no pasa por su mejor momento, mi candidatura puede ser muy beneficiosa para el futuro de este deporte.



Pero quizás es menos entretenido que ir a un Mundial, ¿no?



Bueno, es diferente. Son otras circunstancias, pero cada reto tiene que ver con el baloncesto, que es algo que siento como mío, y ambas cosas son difíciles y muy emocionantes.



¿Cuántas entrevistas lleva?



La verdad, no las he contado, pero son unas pocas [Risas]. Hace mucho que no hacía tantas entrevistas, pero tengo una buena relación con todos los medios y es un placer volver a hablar con ellos. Los medios son una parte importante y los necesitamos para darle visibilidad a nuestro deporte.



¿Se le hace raro volver a la palestra después de este tiempo en la sombra, por así decirlo?



Siempre me he considerado una persona discreta. De hecho, otro periodista intentó hablar conmigo cuando ganamos el oro en Lille, en el Eurobasket, y le dije que el protagonismo era de los jugadores. Ahora es diferente. Hay en juego unas elecciones y el futuro del baloncesto español. Tengo la oportunidad de poder pasar a dirigir la Federación, pero no lo quiero hacer por una cuestión de visibilidad, sino para trabajar desde la sombra con la máxima dedicación. El protagonismo debe de ser para los jugadores.



¿Cuál fue la llamada procedente del mundo del baloncesto que más le ilusionó cuando hizo público que iba a ser candidato?



Muchas. Al final, al volver, la gente que te conoce sabe que tienes un reto por delante y te da su cariño. Ellos son conscientes de lo que he hecho bien y mal. Pero que te llame gente para darte su apoyo es algo que te hace sentir muy bien y te ayuda a seguir para delante.



¿Qué diferencias hay entre el Jorge Garbajosa que entró en la FEB recién retirado hace cuatro años y el que ahora quiere presidir la federación?



En cuatro años todos maduramos. Si a eso se le suma la transición de la cancha a la oficina, pues todo cambia. Han sido años intensos de trabajo, de formación y de conocer la casa. Pero soy una persona honesta y dedicada al baloncesto durante gran parte de mi vida, y sigo siendo el mismo. Al final, he visto el baloncesto desde otra perspectiva, pero cuando me involucro en algo lo hago con todas las consecuencias. Aunque, evidentemente, había cosas a las que no estaba acostumbrado y me tuve que enfrentar.



¿Está preparado para ser 'Multiusos' también como presidente?



Siempre lo he sido. Al final, si he podido estar a disposición de un compañero o de cualquiera para ayudarle, siempre lo he hecho. He tratado de ser honesto y útil cuando he podido.



Michael Jordan siempre llevaba los calzones de North Carolina debajo del pantalón de los Chicago Bulls. Usted dice que siempre va a llevar su camiseta puesta. ¿Va ser difícil separar al Garbajosa jugador del Garbajosa gestor?



A nivel de trabajo no quiero separarlo, sino juntarlo. Los deportistas tenemos que utilizar todo lo que aprendemos durante mucho tiempo. Todos esos valores y todos esos sentimientos sólo los podemos tener los que hemos competido durante tantos años. Y si a mi experiencia como jugador le añado mis cuatro años en la gestión de muchas cosas: a nivel de marketing, tocando a nivel político la NBA y la FIBA, siendo mánager de la selección masculina… Si juntas todo eso, me siento capacitado para ser presidente los próximos cuatro años.



Dice que su candidatura es la mejor. ¿Por qué?



Precisamente por eso, porque he sido un deportista de alto nivel, jugador en todas las categorías del baloncesto español, he estado en diferentes países y, además, he estado en muchos ámbitos en la Federación. Y también porque soy una persona reconocible, honesta y responsable. Y por el equipo que llevo detrás. Y porque tengo un programa que ahora mismo es el que contiene medidas. La filosofía está muy bien, pero hay que aparcarla para hablar de compromisos y medidas. Y eso es lo que hemos hecho.



Si es elegido presidente, ¿le va a tocar jugarse muchos triples desde el despacho?



Me va a tocar jugar en muchos ámbitos: en defensa, en ataque, debajo del aro… Pero no atacar o defender con respecto a nadie, sino en cuanto al partido que tendremos que jugar en los próximos cuatro años. Pero es la ilusión que tengo de que a través de mi figura o de lo que sea, la Federación se convierta en la casa de todos: de los clubes, de las federaciones, de los jugadores, de los entrenadores… Que todo el mundo sienta que la Federación es parte de ellos y que todos sientan que se suman a un equipo fuerte.



¿Quién sería el rival más duro al que le tocaría defender o parar como presidente?



¿Rival duro? Ninguno. Somos todos parte de la Federación. Pero me gustaría juntarme con árbitros y entrenadores para hacer convenios nuevos para que sus figuras tengan un marco cómodo. Hay que conseguir sumar y que cada vez haya más gente que vea los partidos, más entrenadores… Hay muchos retos por delante.



También le cansa el continuismo del que tanto se está hablando en esta campaña.



El continuismo es que ni me aburre ni me deja de aburrir. Pero es que si el continuismo es pasar de cuatro millones a 20 millones, yo quiero ser continuista; si hablamos de las medallas conseguidas en campeonatos masculinos y femeninos, también lo quiero ser; si hablamos de planes de promoción, pues quiero serlo… Luego hay otras cosas en las que no quiero serlo. Pero hay otras candidaturas, como la del señor Aguado, que cuentan con dos vicepresidentes de la época de Sáez. Yo no sé quién es continuista y quién no, pero desde luego, no soy yo el que con 38 años, con un proyecto nuevo, con gente nueva, medidas (algunas coinciden con el pasado y otras no)... Creo que continuista como etiqueta, no. Pero sí que hay algunas cosas en las que hay que ser continuista.



Tiene muchas propuestas atractivas: el Fondo de Desarrollo del Baloncesto Español, la Comisión Mixta de las Ligas FEB, crear una Liga 3x3, optar a organizar el Eurobasket masculino de 2021... ¿Cuál le ilusiona más y por qué?



Me ilusionan todas porque todas van a confluir. Yo creo que todos querríamos tener el Europeo y creo que puedo lograrlo. Cuando hablamos de mejorar las competiciones, pues todos estamos de acuerdo. Cuando hablamos del Fondo de Desarrollo, es que con todos los ingresos que tengamos, podríamos crear una comisión que presente propuestas para desarrollar el baloncesto. Y la Liga de 3x3, nos hemos dado cuenta de todo el potencial de desarrollo que tiene. Y el que tendrá. Las competiciones 3x3 no tienen que ser eventos o cosas puntuales. Tenemos que crear una estructura para que haya jugadores y podamos competir cuando sea deporte olímpico.



Después de haber jugado en la NBA, ¿qué aspectos del baloncesto estadounidense trataría de implementar en España?



El concepto es diferente. Muchas veces decimos que aquello es un espectáculo. Pero yo creo que, sin traicionar lo de aquí, hay que conjugar el juego con el espectáculo. Que la gente disfrute con su equipo y que el baloncesto sea un deporte amable, de familia… Y que ir al baloncesto sea una fiesta.



¿Con usted se implantaría la antideportiva tras falta táctica, como se va a hacer en la Euroliga?



Para eso estaría el comité de la competición y habría que discutirlo. No me voy a meter en ello de momento.

¿Qué le debe Garbajosa a José Luis Sáez?



Él me dio la oportunidad para entrar en la Federación de baloncesto y le debo el haber aprendido muchas cosas durante estos años.



¿Cuánto le perjudica y cuánto le favorece haber trabajado con él?



No sé si me perjudica haber estado con él. Pero no podemos caer en lo facilón. Ahora que él lo ha dejado, muchas veces se cae en el desprestigio fácil. José Luis ha hecho cosas muy bien, otras cosas mejor y otras mal. Y bueno, eso ya lo sabemos. ¿Si me importa? Pues relativamente. Cada uno lo utilizará según le convenga para desprestigiar al oponente. He tenido la oportunidad de trabajar con él y ahora me gustaría liderar un proyecto nuevo.



Si no gana estas elecciones, ¿dará un paso a un lado o se unirá al proyecto ganador?



Ahora mismo sólo se me pasa por la cabeza ganar las elecciones.



Pero si llega el 10 de julio y usted es presidente, ¿qué hará nada más ser investido?



Empezar a hablar directamente con todo el mundo para trabajar. Tenemos por delante un reto deportivo de máximo nivel y somos de los pocos que tenemos a la selección masculina y femenina en los Juegos, y paralelamente habrá que contar el proyecto y hacer lo que nos interesa.

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