La selección española logró el pase matemático para la segunda ronda de clasificación del Mundial 2019 de China tras derrotar a Montenegro y obtener, hasta la fecha, un pleno de victorias. [Narración y estadísticas: 79-67]
El equipo que dirige Sergio Scariolo, tras un inicio fulgurante, una segunda fase de despiste y relajación y, de nuevo, una buena reacción, se deshizo del conjunto balcánico que presentó cara hasta mediado el tercer cuarto, pero que acabó sucumbiendo a la realidad de la superioridad española.
La mayor calidad hispana, su acierto en los lanzamientos y la mejoría en defensa tras el descanso fueron las que acabaron por decidir el enfrentamiento y poner tierra de por medio en un último cuarto en el que, a diferencia de lo ocurrido contra Bielorrusia el pasado viernes, no solo no tocó sufrir sino que los jugadores disfrutaron ante un oponente que fue perdiendo progresivamente la moral para rendirse ante la evidencia.
España arrancó el partido como un huracán, con un triple de Jaime Fernández y un espectacular mate de Xavi Rabaseda a los que se unió un Quino Colom en estado de gracia con tres triples en los primeros cuatro minutos, lo que disparó la diferencia en el electrónico hasta los 12 puntos (18-6) en el minuto 5.
Todo funcionaba en el combinado español pero tras la explosión inicial las cosas variaron porque pareció hacer acto de presencia cierta dosis de relajación lo que, unido a un rival que ni mucho menos daba el partido por perdido en sus albores, hizo que los visitantes marcasen un parcial de 4-11 en los siguientes cinco minutos, liderados por un Zoran Nikolic que acercó a su equipo a los hispanos hasta los cinco puntos (22-17) con un pleno de acierto en los lanzamientos.
La mejoría defensiva del equipo montenegrino era patente y España ya no anotaba con la misma facilidad, más bien los puntos surgían, especialmente en el segundo cuarto, del acierto individual en los lanzamientos (con nota destacada para los triples), en los que La Roja estuvo inspirada, más que de las acciones de grupo porque el movimiento del balón no tenía la suficiente rapidez para descontrolar a la defensa rival.
Y si Colom había sido el que había capitalizado los puntos en los primeros diez minutos (9) fue Pablo Aguilar el que hizo lo propio en el segundo parcial con otros tantos. Sin embargo, las acciones individuales no eran suficiente para volver a despegarse de una Montenegro que había subido el nivel de intensidad atrás y que en ataque no tenía reparos en dar un pase de más para dejar al último jugador en ventaja, lo que trajo como consecuencia que igualara la contienda a 36 puntos en el minuto 17 de encuentro.
Un pequeño tirón de los hombres de Scariolo cuando el encuentro se acercaba al descanso les permitió volver a estirar la diferencia hasta alcanzar la media parte con siete puntos de renta (46-39).
Los vestuarios no enfriaron el ímpetu de un Pablo Aguilar que se vino arriba ante su antigua afición y que, de nuevo, tiró del equipo en ataque para que España volviera a igualar la máxima ventaja que había tenido al inicio del encuentro (12 puntos) en el minuto 23 (53-41).
La diferencia sustancial con el primer cuarto fue que España, con una defensa más aguerrida, empezó a nublar las ideas del equipo de Zvezdan Mitrovic que veía como el sueño de volver a acercarse se esfumaba ante la consistencia de los propietarios del terreno.
Con una España disfrutando también en defensa mientras ahogaba las ideas montenegrinas las diferencias fueron creciendo hasta los 18 puntos (73-55) en un último cuarto en el que el equipo de Scariolo se relajó al final, lo que permitió a Montenegro maquillar ligeramente el resultado.
Noticias relacionadas
- Javier Beirán: “Mariano Rajoy nos ha dicho que sepamos lo que representamos”
- Randolph y el Madrid se vengan del Barça y repiten humillación en el Palau
- Quino Colom evita que Bielorrusia sorprenda a España
- Pablo Aguilar: “España tiene plantilla para dar guerra muchísimos años”
- Cinco claves que explican el efecto Pesic en el Barça