La 'Snitch Hotline', la considerada por los jugadores 'línea caliente del soplón', está funcionando a pleno rendimiento. La NBA anunció antes de abrir las puertas de Disney World a los equipos que van a disputar el final de temporada en Orlando que crearía un servicio telefónico anónimo para que impere el civismo en la burbuja y los protagonistas pudieran denunciar acciones que no estén permitidas y que puedan poner en riesgo de contagio al resto.
Si la 'burbuja' ya creó polémicas y no ha convencido a todos los jugadores, este servicio ha traído consigo más polémica aún. Los jugadores, los técnicos, los delegados, en definitiva, cualquier persona tiene en su habitación un contacto directo con 'el teléfono rojo' para denunciar cualquier actitud que crean que pueden perjudicar al resto de los convivientes en el espacio que se ha creado para este final excepcional.
La realidad es que este experimento social fue calificado por los aficionados de la NBA como un 'Gran Hermano' o como 'Gossip Girl'. Viendo las cuentas de Instagram de los jugadores que están en Disney World, la verdad es que tiene similitudes con lo primero. Solo cambia que cuando entran al confesionario a hablar con 'El Súper', hay varios periodistas que son los que les preguntan.
En una semana comenzarán los primeros partidos de entrenamiento que han preparado para que los equipos tengan ritmo de competición pero, ¿estarán todos los jugadores disponibles? Este teléfono podría provocar sanciones entre los jugadores desde el comisionado que les podían privar de estar en ese primer contacto con la cancha o algo más grave que sería perderse algún partido oficial.
Los primeros afectados
Dwight Howard y Jimmy Butler han sido los primeros denunciados por sus compañeros. Uno por no llevar mascarilla al ir a escuchar al Dj que contrató la NBA para la burbuja y, el otro, por botar el balón y entrenarse en su propia habitación molestando a otros asistentes en el hotel en el que está. La primera razón tiene sentido, pero la segunda no se salta ningún protocolo anti Covid-19.
Pero ya los ha habido que se han saltado el régimen de confinamiento al que se han sometido para poder competir. Bruno Caboclo, alero de los Houston Rockets, fue el primero en ser pillado este pasado lunes fuera de los límites de este complejo de Orlando. El jugador tendrá que someterse a un confinamiento extraordinario de 10 días en su habitación y a varias pruebas para comprobar que no está contagiado. El brasileño alegó desconocimiento, pero eso no le exime de esta medida.
Más grave ha sido lo de Richaun Holmes. El pívot de Sacramento Kings fue a recoger un pedido de comida a domicilio que había solicitado y se saltó este confinamiento. El tema de la comida está siendo muy criticado por los jugadores, ya que reciben bandejas como si fueran de un viaje en avión o de un hospital. Pidió disculpas en sus redes sociales, pero eso no le eximirá de dejar de entrenar con su equipo.
Más casos de los desvelados
La 'línea de los chivatos', como la han llamado los propios jugadores, está teniendo mucha influencia ya que podría provocar incluso sanciones que afecten a la competición. Shams Charania, periodista de ESPN, informó de que se está usando más de lo que hasta ahora se ha sabido públicamente. Esto supone que en los próximos días podrían salir más casos como los de los cuatro jugadores descritos antes.
Todo ello ha cogido más notoriedad después de que una modelo de Instagram hiciera público que recibió una invitación desde la burbuja. Anna Mya, con más de 17.000 seguidores en la red social, no dio el nombre del jugador que envió esta proposición, pero los protagonistas ya se pusieron a bromear sobre esta cuestión. Mo Bamba citó en su cuenta de Twitter a Donovan Mitchell con el mensaje "already wylin'"; algo así como si le señalase.
Mientras algunas estrellas de la NBA como Russell Westbrook han dado positivo y Orlando sigue marcando registros récord, la NBA sigue con su intención de llevar a cabo este final de la temporada. En las casas de apuestas se puede poner tu dinero a que algún equipo va a ser expulsado de la competición, como sucedió en la MLS, o que otras estrellas también se van a contagiar. El reto de la mejor liga de baloncesto del mundo es mayúsculo.
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