El fracaso de la FIBA frente a la Euroliga: España salva la Liga de Campeones de baloncesto con 4 títulos
BAXI Manresa y Lenovo Tenerife disputan este domingo la gran final de la Champions para encontrar al cuarto campeón nacional en seis ediciones.
8 mayo, 2022 02:15Noticias relacionadas
El baloncesto español está de enhorabuena. Este domingo, dos equipos de casa pelearán en casa por levantar un título que, aunque parezca que también es de casa, en realidad no lo es. BAXI Manresa y Lenovo Tenerife se han metido en la final de la Basketball Champions que organiza la FIBA y se disputarán el título.
Un partido que se podría ver en la Liga Endesa, en la Supercopa o en la Copa del Rey y que sin embargo, elegirá a uno de los nuevos campeones de Europa. En el baloncesto, al igual que sucede con el fútbol, también hay tres competiciones continentales. Por orden de importancia, la primera sería la Euroliga. En segunda posición se encuentra la Eurocup y después, la citada Champions.
Esta fue un experimento de la FIBA que tiene los días contados y que de no haber sido por la vitalidad que le ha dado el baloncesto español, habría supuesto un fiasco mayor del que ha sido. Ahora, Manresa y Tenerife se olvidarán de la polémica que rodeó la creación de este torneo y se centrarán en llevar para sus vitrinas un título que puede llenar de orgullo a dos de las aficiones más grandes del baloncesto nacional.
Para muchos equipos que no están acostumbrados a disputar competiciones europeas como sí hacen Real Madrid, Barça o Baskonia, participar en este tipo de eventos supone un premio muy grande y un motivo de celebración para sus hinchadas. Ahora, Canarias o Cataluña podrán presumir también de que son campeones de Europa.
Premio al esfuerzo constante
El camino de ambos equipos en esta competición ha sido largo y duro, pero lleno de buenas noticias. BAXI Manresa comenzó su participación sacando buena nota en la fase de grupos inicial, donde consiguieron terminar como primeros por delante del Hapoel Bank Yahav Jerusalem, el Pinar Karsiyaka turco y el Arged BM Stal Ostrów Wielkopolski polaco. Gracias a esa primera plaza, consiguieron el pase directo a la siguiente ronda.
Por su parte, Lenovo Tenerife sufrió un poco más ya que terminaron segundos de grupo superados por el MHP RIESEN Ludwigsburg, lo que les obligó a pasar por una ronda de Play-Ins. Ya en octavos de final, los dos equipos españoles volvieron a mostrar su fiabilidad en una competición en la que también había otros equipos de casa como Unicaja o Hereda San Pablo Burgos. Tanto Manresa como Tenerife lideraron sus grupos hasta el final y avanzaron a la última fase.
Precisamente Unicaja fue el rival de BAXI en esa primera eliminatoria de cuartos de final en la que los catalanes se impusieron por dos puntos. Gracias a ese triunfo consiguieron su billete para la Final Four de Bilbao. Ya en territorio neutral, aunque favorable para los españoles, vencieron al equipo alemán del Ludwigsburg para colarse en la gran final.
Por el lado contrario del cuadro hizo su avance el conjunto de Txus Vidorreta. Con dos clásicos como Gio Shermadini y Marcelinho Huertas, los canarios se deshicieron primero del Tofas Bursa turco para ganarse el pase a la Final Four de Bilbao. Allí vencieron este viernes al Hapoel U-NET Holon antes de encontrarse en esa gran final al otro equipo español que había conseguido meterse entre los cuatro mejores de la competición.
Para Manresa será un partido muy especial ya que será su primera final europea. Históricamente ha participado en competiciones como la Copa Korac o la Eurocup, y en 1997 en la Euroliga. Sin embargo, nunca ha conseguido tener resultados muy llamativos. Sus mayores éxitos han sido Liga ACB ganada en 1998 y la Copa de 1996.
Por su parte, los de San Cristóbal de La Laguna no han conseguido títulos nacionales de primer nivel en su historia, pero sí continentales. De hecho, fueron los primeros campeones de esta competición en el año 2017. Además, tienen dos conquistas de la Copa Intercontinental de la FIBA, las de 2017 y 2020. Pero igualmente, ganar de nuevo esta Champions sería para los de Vidorreta un gran éxito.
La Champions: un fracaso FIBA
La Champions de baloncesto está considerada como el tercer torneo por nivel de importancia en Europa. Su creación fue un fracaso absoluto de la FIBA que intentó opacar la brillantez de la Euroliga después de romper relaciones con la mejor competición continental. Fue creada por la propia FIBA y en la actualidad está gestionada únicamente por la Federación Internacional, a pesar de que se esperaba que pudiera ser llevada a partes iguales por la FIBA y la Euroliga.
De hecho, la idea inicial de la Federación Internacional era, en el futuro, poder reemplazar a una Euroliga a la que consideraban en crisis. Las primeras negociaciones para su creación comenzaron a mediados del año 2015, aunque no fue hasta el 21 de marzo de 2016 cuando se presentó de manera oficial.
Ese mismo año se produjo la escisión definitiva entre la FIBA y la Euroliga, lo que provocó además que se produjera un hecho insólito y que ha terminado dañando la imagen del baloncesto europeo en el mundo. Mientras anteriormente era el campeón de la Euroliga quien disputaba la Copa Intercontinental, ahora es el campeón de la Champions quien disputa este torneo que así ha perdido todo su valor. Solo hay que pensar en la cantidad de equipos que, a priori, pueden ser mejores en toda Europa que el ganador de la Liga de Campeones.
Esto ha provocado que los nombres de los campeones de esta Copa Intercontinental pasaran de ser equipos como el Real Madrid o el Olympiacos al AEK de Atenas o el San Pablo Burgos. Eso sí, de esta forma se ha igualado más el duelo contra equipos como el Flamengo brasileño, habitual de estas contiendas.
La Champions de baloncesto es una competición que, a pesar de tener solo seis años de historia, se ha ido devaluando más y más hasta quedar como una competición casi olvidada. Solo el papel de España en sus ediciones año tras año ha provocado que crezca algo más su nivel. Se podría decir que de no ser por los equipos de casa, esta competición habría caído en el ostracismo más absoluto.
El apoyo del baloncesto español a una competición que no otorga más de medio millón de euros en premios al equipo ganador ha sido total desde el principio. De hecho, la primera sede de su Final Four fue en San Cristóbal de La Laguna, Tenerife. Allí consiguió la primera conquista Lenovo ante su público. Después, AEK de Atenas y Virtus Bolonia sucedieron a los tinerfeños para dar paso después a tres años de dominio español de nuevo.
San Pablo Burgos se convirtió en el equipo más laureado de la competición al ganar las ediciones de 2020 y 2021, primero en Grecia y después en Rusia. Este curso, los burgaleses han caído antes de tiempo, pero tendrán un recambio también español. BAXI Manresa puede estrenar su palmarés europeo y Lenovo Tenerife puede empatar a títulos a Burgos. Lo que está claro es que España seguirá soportando el peso de una competición que tendrá cuatro campeones de casa en seis ediciones. Y que el nuevo contendiente europeo para pelear por la Intercontinental saldrá de Manresa o de Tenerife.