Aunque la presente edición de la Volta a Catalunya contaba con un buen número de primeras espadas del ciclismo mundial, Nairo Quintana acabó imponiéndose entre todas ellas. El corredor del Movistar se enfundó el maillot de líder desde la cuarta etapa de la prueba y ya no lo soltó, confirmando su triunfo este domingo al aguantar las embestidas de sus más inmediatos perseguidores en la general en Montjuïc.
En una etapa muy movida, que se llevó el ruso Aleksei Tcatevich (Katusha), el colombiano, arropado por sus gregarios, defendió el liderato con uñas y dientes ante el español Alberto Contador, segundo en la clasificación general, a siete segundos del vencedor. Quintana se mostraba convencido de que su equipo sería capaz de controlar los ataques de sus rivales y que, difícilmente alguien, especialmente Contador, podría discutirle el maillot de líder en las ocho vueltas por el circuito de Montjuïc.
Acertó el colombiano con su pronóstico, consciente de que en las últimas tres ediciones de la ronda catalana el corredor que salió líder de la penúltima etapa inscribió, finalmente, su nombre en el palmarés de la carrera. Sin embargo, los gallos del pelotón le buscaron, y mucho, las cosquillas al de Boyacá. El tiempo primaveral acompañó al pelotón, que afrontaba una última etapa con la general apretada, algo habitual en la Volta. Los 136 kilómetros marcados por las ocho vueltas finales en la montaña olímpica decidirían el vencedor de la 96ª edición de la ronda catalana.
Aunque Quintana era, sin ninguna duda, el mejor posicionado para el triunfo final. Richie Porte, tercero, se encontraba lejos, a 17 segundos, notando de cerca el aliento de Dan Martin (Etixx-Quick Step). De hecho, el irlandés se abonó, de nuevo, a las bonificaciones de los esprint intermedios para arrebatarle a Porte el tercer puesto en la general. En este terreno, Contador no lo intentó. Evitó desgastarse y entrar en un terreno en el que los gregarios del Movistar protegerían a su jefe de filas.
El español Lluís Mas (Caja Rural), el esloveno Matej Mohoric (Lampre-Merida), el estadounidense Benjamin King (Cannondale) y otros nueve actores secundarios del pelotón protagonizaron la escapada del día. Sin embargo, la batalla de la jornada se vivía en el pelotón. Sorprendentemente, el ritmo lo marcaban los gregarios del CCC polaco, mientras que Quintana, arropado por Winner Anacona e Imanol Erviti, vigilaba de cerca los movimientos de Alberto Contador.
El madrileño, ayudado por Matteo Tosatto y Yuri Trofimov, animó la carrera en los primeros metros de la tercera vuelta por el circuito urbano de Montjuïc. El acelerón, a 38 kilómetros de meta, no cogió desprevenido a los gregarios del colombiano. Los corredores del Movistar marcaron el ritmo defendiendo a Quintana, aunque no respondieron al ataque de un notable como el italiano Fabio Aru (Astana) a 31 kilómetros del final.
A la fuga del vigente campeón de la Vuelta a España, lejos del liderato, se le unieron dos colaboradores de lujo como el belga Louis Vervaeke (Lotto Soudal) y Warren Barguil (Giant Alpecin). En cabeza de carrera, sólo aguantaban dos corredores: el esloveno Primoz Roglic (Lotto Jumbo) y el ruso Aleksei Tcatevich, que se disputarían al esprint la victoria de etapa, que se llevó el ruso del Katusha.
Los focos, sin embargo, estaban puestos en el pelotón. En la séptima ascensión a Montjuïc, movieron el árbol un reducido grupo de seis corredores entre los que destacaban los españoles 'Purito' Rodríguez (Katusha), Mikel Nieve (Sky) y Dani Navarro (Cofidis), que dieron caza a Aru. Lo intentó Contador a 11 kilómetros de meta. También lo probó Froome, aunque Quintana respondió con solvencia y evitó sorpresas. Los favoritos engulleron al grupo de 'Purito' a dos kilómetros de meta. Quintana ya saboreaba el maillot de campeón.
El nombre del colombiano se inscribe por vez primera en el palmarés de una Volta marcada por la etapa reina pirenaica con final en la estación de esquí de Port Ainé, donde Alberto Contador, que terminó tercero, no pudo seguir el ritmo de Quintana. Su ventaja de ocho segundos, fundamentada por los seis segundos de bonificación tras terminar segundo en la etapa reina, fue suficiente para que mantuviera el maillot de líder en Barcelona.
En su primera carrera de la temporada en suelo europeo, el subcampeón del Tour de Francia demostró estar un peldaño por encima de sus rivales, aunque la igualdad reina entre los favoritos. Prueba de ello es que la diferencia final en la clasificación general entre Quintana y Chris Froome, noveno clasificado, fue de 46 segundos.
En Catalunya, casi todas las estrellas del pelotón se vieron las caras por primera vez en lo que va de temporada. El más regular fue Nairo Quintana, que espera mantener el nivel dentro de cuatro meses en el Tour de Francia, donde buscará discutir el reinado de Froome.