El ruso Alexander Foliforov (Gazprom) se impuso contra pronóstico en la decimoquinta etapa del Giro de Italia, una cronoescalada de 10,8 kilómetros entre Castelrotto y Alpe di Siusi en la que el holandés Steven Kruijswijk (Lotto Jumbo) reforzó la maglia rosa y Alejandro Valverde, tercero, recuperó tiempo respecto a sus rivales directos.
Foliforov, de 24 años, pasó a la historia al lograr la primera victoria del Gazprom en una prueba del World Tour y la suya como profesional. El ruso se coló en la fiesta y sorprendió en meta con un tiempo de 28.39 minutos. El mismo que Kruijswijk, pero unas milésimas le condujeron al primer cajón del podio. La tercera plaza para Alejandro Valverde (Movistar), a 23 segundos, un resultado, y una imagen, que le devuelven a la condición de candidato.
Un golpe de mano de Kruijswijk, que voló, impasible, en los 10,8 kilómetros hacia la cota de 1.850 metros en la que se encontraba el Alpe de Siusi. "Me sentí muy bien, animando y motivado desde antes de la etapa". Por eso endosó también 40 segundos al colombiano Chaves y 2.10 al italiano Vincenzo Nibali, si bien el "Tiburón" tuvo la desgracia de sufrir una avería que le hizo perder más tiempo de lo normal
El líder, de 28 años y séptimo el año pasado, descansará este lunes con la moral por las nubes, eligiendo la filosofía del "día a día", pero convencido de que puede ser su gran oportunidad. Le sigue en la general Chaves a 2.12, Nibali a 2.51 y Valverde a 3.29. Quedan etapas y montaña para vivir aún muchas sorpresas.
Un día balsámico para Valverde después del batacazo de la jornada reina. Su director, Chente García Acosta, habló con optimismo y señaló que "sabía que lo iba a hacer muy bien". El "Bala" sólo fue superado por Kruijswijk, pero le quitó 17 segundos a Chaves y 1.47 minutos a Nibali. El murciano sigue en carrera con los objetivos intactos.
La primera referencia significativa en línea de meta la marcó Foliforov, un inquilino sorprendente en el podio provisional. Allí se sentó el ruso a esperar, sin imaginar que esa espera sería hasta la última milésima, pues presencia la agónica llegada del líder, a punto de chafarle la fiesta. "Esperaba un puesto en el Top Ten, pero no ganar", dijo el vencedor.
En el punto intermedio del kilómetro 4,4, la situación al paso de los favoritos aclaró rápidamente las cosas. Kruijswijk saltó la banca con 9.07 minutos, superando en 8 segundos el registro del ruso Ilnur Zakarin, que había intimidado de inicio. Alejandro Valverde perdió tres segundos con el ruso, pero superó en este primer control al resto de rivales directos. El murciano cedió 12 segundo con la maglia rosa, pero le ganó 18 a Nibali y 26 a Chaves.
Las sensaciones de los favoritos fueron dispares a partir del primer control, con la mayor dureza del recorrido por delante. Kruijswijk se mostró implacable, con un pedaleo regular. Valverde dio muestras de ambición desde el inicio y se mantuvo en buenas referencias en todo momento. Chaves fue de menos a más y salvó los muebles con nota, y Nibali, que marchaba "atrancado", tuvo que cambiar de bicicleta por problemas con el cambio.
Hay Giro, las diferencias no son abismales y tampoco los favoritos han demostrado absoluta superioridad. Eso si, Kruijswijk va muy en serio. La ronda italiana disfrutará este lunes de la tercera jornada de descanso antes de afrontar la última y decisiva semana de carrera.