El danés Magnus Cort Nielsen (Orica) abrió la página de oro de su palmarés al imponerse al sprint en la decimoctava etapa de la Vuelta, disputada entre Requena y Gandía, de 220 kilómetros, en la que el colombiano Nairo Quintana subió otro escalón en la defensa de su maillot rojo. [Así hemos contado la decimoctava etapa]
Estreno para Nielsen, de 23 años, y tercera victoria para el Orica después de las firmadas por Yates y Keukeleire. Otra fiesta para el conjunto australiano gracias al rubio de Bornholm, un corredor que empezó a montar en bicicleta en serio con 17 años y que sueña con ganar las clásicas belgas de primavera. [Así está la clasificación general]
Nielsen irrumpió en plena calima y ambiente veraniego junto a las atestadas playas de Gandía para presentarse en sociedad, como antes lo hicieron otros sprinters de la "serie B". En esta ocasión cerró el paso al alemán Niklas Arndt (Giant) y al luxemburgués Jean Pierre Drucker (BMC). Desde 2008, cuando venció Matti Breschel en Madrid, no ganaba un danés en la Vuelta.
La última etapa de transición antes de la traca final puso a los favoritos a la sombra del pelotón. Nairo Quintana guardó intacto el maillot rojo, con 3.37 minutos sobre Froome, 3.57 respecto a su compatriota Esteban Chaves y 4.02 respecto a Alberto Contador.
Encantados con que se cumpliera el guión de escapada y sprint masivo, los hombres de la general bajaron de Mas de la Costa pensando en la crono de este viernes y echando cuentas llegaron a la costa marítima de Gandía.
Llega la cita clave de la cronometrada de 37 kilómetros entre Jávea y Calpe. Quintana no quiere perder más de un minuto con Froome, el gran favorito, y el colombiano se agarra "al plus de adrenalina que da el maillot rojo" y a su "nueva bicicleta especial para cronos". Por lo demás, no se volverá loco. Acudirá a rodar por un recorrido que ya conoce, calentará motores, "y a luchar".
La jornada de reflexión estuvo animada por Beppu, uno de los dos japoneses del pelotón de la Vuelta, el francés Jaúregui, de padre vasco, la esperanza belga Vervaeke, el italiano Cattaneo (Lampre) y otro ciclista galo, Pierre Roland, el mejor clasificado de todos a más de hora y media.
También a los aventureros les preocupaba el reloj, pero por otros motivos. Enseguida vieron que la renta no pasaba de los 6 minutos y que los equipos de los velocistas no querían soltar la presa. La persecución logró su objetivo a falta de 11 kilómetros de meta.
Una nueva carrera ya oliéndose la playa. Rotondas y velocidad supersónica en la aproximación. Intentó sin éxito el despegue el belga Bekelants. Luego apareció en cabeza José Joaquin Rojas como guardaespaldas de Quintana. Asegurado el líder pasaron a discutir la etapa los equipos de los hombres más rápidos.
Un esprint largo e igualado en el que un nórdico rubio como el oro y pecoso llamado Magnus Cort Nielsen levantó los brazos por primera vez en una prueba del World Tour. "El sprinter del Orica soy yo", dijo, por si había dudas. Las había, pero las despejó con una buena exhibición.
Este viernes se disputa la decimonovena etapa en la modalidad de contrarreloj individual entre Requena y Calpe, con un recorrido de 37 kilómetros.