Sólo quedaban 33 kilómetros para la meta de la etapa reina del Giro d’Italia. El poderoso contrarrelojista Tom Dumoulin había superado las dos primeras semanas de la ‘corsa rosa’ con un ejercicio impecable tanto en su terreno como en la alta montaña. Su superioridad se concretaba con 2’41” de ventaja sobre el segundo clasificado, Nairo Quintana, que junto a su Movistar Team llevaba todo el día poniéndole en aprietos. Sin embargo, el mayor enemigo del ciclista neerlandés no eran sus rivales…
Este es el vídeo de Eurosport:
Después de haber superado las durísimas rampas del Mortirolo y una primera vertiente del mítico Passo dello Stelvio, con sólo 33 kilómetros restantes hasta la meta de Bormio y la carrera prácticamente empatada entre los favoritos, Tom Dumoulin sufrió unos repentinos problemas estomacales que le obligaron a apearse de su bicicleta, desvestirse y hacer sus urgentes necesidades en pleno campo.
El resto de contendientes del Giro d’Italia se quedaron visiblemente descolocados por la mala suerte de Dumoulin. En un primer momento, el grupo de favoritos ocupó todo el ancho de la carretera, señal de que había disminuido su ritmo. Sin embargo, Ilnur Zakarin (Katusha, 5º a 4’24”) encendió la mecha con un demarraje. Posteriormente, Franco Pellizotti y Andrey Amador, gregarios de Vincenzo Nibali (4º a 3’40”) y Nairo Quintana, tomaron la cabeza del grupo para relanzar la carrera. Por detrás, la ‘maglia rosa’ recibió la ayuda de su compañero Laurens Ten Dam y afrontó después en solitario la temible subida al Giogo di Santa María, último puerto de una jornada maratoniana que a buen seguro marcará este Giro d’Italia.