El ciclista Sander Armée está pasando un auténtico calvario en el Giro de Italia. Antes de empezar a competir, en los días previos, sufrió una picadura de una avispa. Eso le desfiguró el rostro hasta unos límites peligrosos. Sin embargo, ha empezado a competir sin poder hacer nada. Si tomara cortisona para bajar la hinchazón, podrían sancionarlo por dopaje.



Realmente, el ciclista belga del Lotto-Fix All podría pedir una exención terapéutica (TUE) a la organización del Giro de Italia. Y, tratándose de la picadura de la avispa, lo más probable es que le dejaran tomar cortisona. Entonces, ¿por qué no lo hace? Pues porque su equipo está adscrito al movimiento ‘Por un ciclismo limpio’ (MPCC en sus siglas en inglés).

No obstante, antes de verlo como algo dramático, Sander Armée ha querido tomárselo con filosofía. De hecho, en las redes sociales, ha querido compartir imágenes en las que aparece con la cara totalmente desfigurada. En la primera, primero sin gafas y después con ellas. Y en la segunda -compartida por un seguidor-, compitiendo, montado en la bicicleta. Y, la verdad, el cambio es llamativo. Lo peor, sin embargo, es que eso le está mermando para estar al máximo nivel. ¡Maldita avispa!





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